Científicamente hablando, la sugilación, más conocida como chupetón, es un tipo de hematoma llamado equimosis que surge debido a una fuerte succión realizada con la boca sobre alguna parte del cuerpo, normalmente el cuello. Su evolución de colores suele ir desde el negro y el morado hasta el anaranjado y el amarillo, pasando por el azul y el verde; y dura en torno a unos quince días. A priori son bastante inocuos, pero en ocasiones pueden dar problemas más graves que los puramente estéticos.
¿Qué es un chupetón y cómo se forma?
Definición de chupetón y sugilación
El término chupetón se refiere a una marca en la piel causada por la succión intensa, y en el campo médico se denomina sugilación. Esta marca es un tipo de equimosis, lo que significa que es un hematoma superficial que no implica un daño profundo en los tejidos. La succión rompe los capilares, pequeños vasos sanguíneos, que liberan sangre en los tejidos circundantes, formando la característica mancha oscura. Aunque el chupetón es comúnmente asociado con el cuello, puede aparecer en cualquier parte del cuerpo donde se aplique suficiente succión.
Proceso de formación: succión y hematoma
El proceso de formación de un chupetón comienza con la succión de la piel, que genera una presión negativa. Esta presión rompe los capilares subyacentes, causando la filtración de sangre en los tejidos. La sangre atrapada bajo la piel es lo que produce el color oscuro del hematoma. A medida que el cuerpo descompone y reabsorbe la sangre, el chupetón cambia de color, pasando por una serie de tonalidades que reflejan las etapas de curación. Este proceso es similar al de cualquier hematoma, aunque la succión es una causa menos común de equimosis.
Zonas comunes para chupetones: el cuello y otras partes del cuerpo
El cuello es la zona más común para la aparición de chupetones debido a su accesibilidad y sensibilidad, lo que lo convierte en un lugar preferido en situaciones de intimidad. Sin embargo, los chupetones pueden formarse en otras partes del cuerpo, como los brazos, el pecho o incluso las piernas, dependiendo de las preferencias y situaciones individuales. La piel en estas áreas también puede ser propensa a la succión, especialmente si es delgada o tiene muchos capilares cercanos a la superficie. La elección de la zona puede influir en la visibilidad y, por tanto, en el deseo de ocultar el chupetón.
La evolución de un chupetón

Cambios de color: negro, morado, azul, verde, anaranjado y amarillo
Los chupetones experimentan una evolución cromática similar a la de otros hematomas. Inicialmente, la marca puede aparecer de color negro o morado oscuro debido a la frescura del sangrado. Con el tiempo, el cuerpo comienza a descomponer la hemoglobina en la sangre, lo que provoca un cambio de color a azul y luego a verde. A medida que el hematoma se cura, los tonos se aclaran a anaranjado y finalmente amarillo, antes de desaparecer por completo. Estos cambios de color son indicadores del proceso de curación natural del cuerpo y pueden variar en duración e intensidad según el individuo.
Duración típica: de 3 a 15 días
La duración de un chupetón puede variar ampliamente, pero generalmente desaparece en un periodo de 3 a 15 días. Factores como la profundidad del hematoma, la ubicación y la salud general de la piel pueden influir en este tiempo. En algunas personas, los chupetones pueden sanar más rápidamente, mientras que en otras pueden persistir durante un periodo más prolongado. La aplicación de ciertos remedios caseros y tratamientos tópicos puede ayudar a acelerar la desaparición de la marca, aunque no existe una solución instantánea para eliminar un chupetón.
Riesgos y complicaciones de los chupetones
Aunque los chupetones suelen ser inofensivos y se consideran una manifestación de afecto en contextos íntimos, existe cierta preocupación sobre los riesgos potenciales asociados, especialmente tras casos aislados reportados en los medios de comunicación.

¿Es posible la muerte por un chupetón?
La idea de que un chupetón pueda causar la muerte ha sido objeto de debate, especialmente tras casos mediáticos que sugieren una conexión entre chupetones y complicaciones graves como embolias. Aunque estos casos son extremadamente raros, han generado preocupación sobre la posibilidad de que un coágulo de sangre se forme y viaje al cerebro, causando un accidente cerebrovascular. Sin embargo, los expertos médicos coinciden en que la probabilidad de que un chupetón cause una embolia es muy baja, ya que se necesitaría un trauma mucho más significativo para afectar el flujo sanguíneo de tal manera.
Casos documentados: parálisis temporal y embolia
Existen algunos casos documentados en la literatura médica que describen complicaciones inusuales asociadas a chupetones. Por ejemplo, en 2010, se informó de una mujer en Nueva Zelanda que sufrió parálisis temporal de un brazo tras recibir un chupetón en el cuello. Este caso fue atribuido a la presión ejercida sobre una arteria importante. Otro caso que llamó la atención fue el de un joven en México que, supuestamente, murió debido a un chupetón que provocó una embolia. Aunque estos casos son excepcionales, subrayan la necesidad de ser conscientes de los posibles riesgos.
Opinión médica: la remota posibilidad de complicaciones graves
La comunidad médica en general considera que los chupetones son inofensivos, y las complicaciones graves son extremadamente raras. Charles Abrams, presidente de la Sociedad Estadounidense de Hematología (2016), ha señalado que los coágulos de sangre que podrían causar embolias suelen formarse en condiciones de flujo sanguíneo lento, algo que un chupetón por sí solo difícilmente podría provocar. A pesar de los casos aislados, los expertos recomiendan no alarmarse y entender que los chupetones son, en la mayoría de los casos, simplemente una cuestión estética.
Cómo tratar y ocultar un chupetón

Trucos y remedios caseros para acelerar la curación
Existen varios remedios caseros que pueden ayudar a acelerar la curación de un chupetón y reducir su visibilidad. Uno de los métodos más comunes es la aplicación de una compresa fría en la zona afectada poco después de que se forme el chupetón. Esto puede ayudar a reducir la hinchazón y minimizar el sangrado interno. Además, masajear suavemente el área con los dedos puede mejorar la circulación sanguínea y ayudar a dispersar la sangre acumulada. Sin embargo, es importante no aplicar demasiada presión, ya que podría empeorar el hematoma.
Masajes, compresas frías y calientes
El uso de compresas frías y calientes es una estrategia eficaz para tratar los chupetones. Las compresas frías, aplicadas durante los primeros días, ayudan a reducir la hinchazón y el dolor. Después de unos días, se recomienda cambiar a compresas calientes, que pueden estimular el flujo sanguíneo y acelerar el proceso de curación. Los masajes suaves también pueden ser beneficiosos, pero deben realizarse con cuidado para evitar dañar más los tejidos. Estos métodos son simples y efectivos para aquellos que buscan reducir la visibilidad de un chupetón de manera discreta.
Uso de productos tópicos: aloe vera, vitamina K y árnica
Varios productos tópicos pueden ser útiles para tratar chupetones. El aloe vera, conocido por sus propiedades antiinflamatorias, puede aliviar la piel y reducir la inflamación. La vitamina K es otro remedio popular, ya que ayuda a eliminar los hematomas al promover la coagulación sanguínea. El árnica, disponible en cremas o ungüentos, es un tratamiento homeopático que ha demostrado ser eficaz para acelerar la curación de contusiones y hematomas. Estos productos, cuando se aplican correctamente, pueden ayudar a reducir el tiempo de curación de un chupetón.
Conclusión: Moderación y precaución
La importancia de controlar la fuerza de succión
Aunque los chupetones suelen ser inofensivos, es crucial ser consciente de la fuerza aplicada durante su creación. Una succión excesiva puede causar daño innecesario a los vasos sanguíneos y tejidos subyacentes, aumentando el riesgo de complicaciones. Ser moderado y cuidadoso puede evitar no solo la formación de hematomas más severos, sino también la necesidad de ocultar marcas visibles que podrían ser incómodas en situaciones sociales o laborales. La comunicación con la pareja sobre el nivel de intensidad deseado es fundamental para evitar malentendidos y posibles daños.
Consecuencias imprevistas de los chupetones
Los chupetones, aunque generalmente inofensivos, pueden tener consecuencias imprevistas si no se tiene cuidado. Además de las preocupaciones estéticas, existe el riesgo de que un chupetón se convierta en un problema médico si se aplica demasiada fuerza. Las complicaciones graves son raras, pero no imposibles, como lo demuestran los casos documentados. Por lo tanto, es importante ser consciente de los riesgos y tomar precauciones adecuadas. Además, en situaciones donde la apariencia es importante, los chupetones pueden ser una fuente de vergüenza o incomodidad, lo que subraya la necesidad de moderación.
Referencias:
- Jones, M., & Hearn, J. (2008). Physical Bruises, Emotional Scars and ‘Love-Bites’: Women’s Experiences of Men’s Violence. In Sex, Violence and the Body: The Erotics of Wounding (pp. 53-70). London: Palgrave Macmillan UK. doi: https://link.springer.com/content/pdf/10.1057/9780230228399_4?pdf=chapter%20toc
- Kostadinova-Petrova I, Mitevska E, Janeska B. (2017). Histological Characteristics of Bruises with Different Age. Open Access Maced J Med Sci. 16;5(7):813-817. doi: 10.3889/oamjms.2017.207.