La doctora Gema Moreno afirma que “el cáncer es una enfermedad del ADN” y destaca el papel clave del diagnóstico molecular para personalizar los tratamientos.
Comprender el cáncer va más allá de localizar un tumor o clasificarlo por órganos: hoy, la clave está en su huella genética. La doctora Gema Moreno, jefa del laboratorio de investigación traslacional en la Fundación MD Anderson Cancer Center España, explica que conocer las alteraciones en el ADN tumoral permite afinar el diagnóstico y diseñar tratamientos mucho más específicos y eficaces para cada paciente.
Gracias a tecnologías como la secuenciación masiva y los paneles moleculares, ahora es posible analizar cientos de genes al mismo tiempo y detectar mutaciones con valor terapéutico. Esto ha abierto la puerta a una oncología más precisa, en la que no se trata solo un “cáncer de colon” o un “cáncer de mama”, sino tumores con apellidos moleculares que definen mejor cómo combatirlos.
Transcripción editada de Gema Moreno
¿Qué son los paneles moleculares y qué aportan al diagnóstico de un tumor? Me ha venido muy bien que el doctor Cubedo haya incluido la palabra mutación, la palabra gen y todo lo que él ha estado hablando. Los paneles moleculares básicamente son aglutinar la información de los genes, de esas secuencias que tienen los genes de ese DNA.
Secuenciarlos, es decir, analizar si tienen variantes o no y ponerlas en el contexto de la clínica, dado que muchas de las alteraciones que presentan los pacientes oncológicos están en dianas, en genes concretos, donde a lo largo de los años se han venido desarrollando tratamientos específicos para paliar esa alteración.
De manera que si identificamos esos cambios y hay una terapia para bloquear, digamos, el efecto que tiene la proteína, pues le estaríamos dando la posibilidad al paciente de que fuera tratado de forma correcta porque tiene una mutación concreta. No tiene solo un cáncer de colon, sino tiene un cáncer de colon con un apellido que, por ejemplo, voy a decir alguna sigla, es cáncer de colon con un gen, Carras mutal. Pues podría ser tratado de una manera específica.
Es decir, ponerle el apellido al nombre que es el cáncer, un poco ir desgranando esa parte. Y los paneles moleculares, es justamente eso, es analizar aquellos genes para los cuales tenemos información terapéutica y dar a los que sí ven pacientes esa información que consideramos valiosa para que se trate al paciente más y mejor.
¿Qué es la secuenciación génica masiva?
Otro concepto que hemos mencionado es el de secuenciación génica masiva de alto rendimiento o secuenciación de nueva generación. ¿Qué es? En el año 2000 se secuencia el genoma humano, es decir, ponemos las letras a todos los genes que tiene el individuo. Nosotros somos un compendio de unos 28. 000, 29. 000 genes. No todos ellos participan en cáncer, como bien se ha comentado antes.
Pero sí que para poder tener esa información, afortunadamente se ha desarrollado la tecnología. Sin la tecnología hoy no estaríamos hablando aquí de cómo analizamos esa secuencia. Cuando se extrae el DNA, que es nada que no se ve en una célula, necesitamos una serie de herramientas que nos permiten decir cuál es nuestro código de barras.
Igual que tenemos un DNI, pues tenemos un DNA que tiene un código de barras, básicamente es un código de barras, y cada secuencia de cada gen es diferente. Pues estos secuenciadores nos permiten analizar, no un gen a la vez, nos permiten analizar cientos de genes a la vez y en menor tiempo. Si no hubiera sido por el desarrollo tecnológico, no estaríamos hablando, iríamos haciendo gen a gen, trocito de DNA a trocito de DNA.
Muchos genes de forma simultánea y analizarlos todos de forma simultánea. Esto que ha tenido un impacto en la clínica, que podemos analizar más información en menos tiempo y a la larga también un impacto en el coste, porque ir haciendo cachito a cachito al final es mucho más costoso, sobre todo en tiempo y hay veces que los tiempos de respuesta para añadir un tratamiento o incluso una cirugía, tienen que ser cortos, y más en una enfermedad como la que estamos hablando hoy, el cáncer.

Tecnología, bioinformática e inteligencia artificial: claves del avance
De manera que si acortamos tiempos y acortamos costes, porque esta tecnología nos permite analizar cientos de genes a la vez, la herramienta que estamos dando al clínico, al que sí que ve pacientes, es mucho más rápida y certera, porque nos permite analizar mucha cantidad de información de forma simultánea.
Eso requiere de otra plataforma como es la bioinformática, que es la informática aplicada al estudio de genes, básicamente, y también ahora, que luego hablará el doctor Grande, la búsqueda de patrones mediante inteligencia artificial, para anteponernos. Acumulando información genética o genómica de muchos pacientes, podemos saber cómo se va a comportar un determinado paciente en el futuro y demás, con el mismo patrón.
Con lo cual hacemos un diagnóstico más preciso y por lo tanto somos capaces de dar un tratamiento más eficaz. Esto tiene pros y contras como todo. Si en el año 2000 se secuenció el genoma humano, el de individuos que no tenían cáncer, en el año 2010 se empezó a decir, bueno, vamos a secuenciar el genoma del cáncer.
Ponerle apellido al tumor: la clave para un tratamiento específico
Es decir, vamos a analizar todos y cada uno de los genes que forman parte de nuestro genoma, 28. 000 y pico, en pacientes con cáncer. Con objeto de identificar cambios en los cuales sean frecuentes en un tipo de tumor, en otro tipo de tumor. Y durante este tiempo lo que se ha ido haciendo es desarrollar tratamientos para esos cambios.
De manera que, si un paciente de nuevo entra por la consulta, le hacemos un estudio y tiene esta alteración para la cual se ha desarrollado un tratamiento, le hemos puesto el apellido correcto a ese cáncer. No es un cáncer de colon, es un cáncer de colon con esta alteración o un cáncer de próstata con otra alteración.
Y también los genetistas, pues tienen esta alteración y ahora se trata de forma multidisciplinar y en eso tenemos que avanzar. Por eso cuando presentamos a nuestros ponentes insistimos tanto en que forman parte de unidades multidisciplinares porque realmente es donde se trabaja mejor la medicina. Sabemos que dos tumores, O sea, dos tumores iguales en dos pacientes no son el mismo tumor.

Tratamientos dirigidos: cómo saber si funcionarán
¿Cómo podemos llegar a saber, si es que algún día podremos llegar a saber, cómo va a impactar en esos tumores un determinado fármaco? O si ya lo sabemos. Durante estos años lo que se ha avanzado mucho es en el desarrollo de lo que llamamos tratamientos dirigidos. Por ejemplo, en un cáncer de mama que tiene una alteración de un gen que se llama ER2, pues hay tratamientos anti-ER2.
De manera que el problema es que ahora tenemos más información biológica que tratamientos dirigidos hay para esa información biológica. Entonces, ¿cuándo lo sabremos? Lo podemos saber ya. Sí, a los dos se les hace un estudio molecular. Yo creo que no se nos puede olvidar, el doctor Cubedo lo ha dicho bien, el cáncer es una enfermedad del DNA.
El valor clínico del análisis del ADN tumoral
Además de hacerle un TAC, además de hacerle una radiografía y además de hacerle muchísimas cosas, tenemos que analizar ese DNA. ¿Y qué tenemos que analizar en el DNA? ¿Todo el genoma? No. Solamente aquellos genes para los cuales hay tratamientos específicos y dirigidos. ¿Y qué tenemos que hacer? Pues ahondar en la investigación y desarrollar más fármacos para otros genes que ahora, que sabemos que están alterados, no hay.
Además de ir trabajando de forma multidisciplinar todos, la industria farmacéutica, los hospitales, los oncólogos, cirujanos, investigadores, los genetistas. Toda esta revolución tecnológica que ha permitido el desarrollo tecnológico, el que conozcamos el genoma del cáncer y el acúmulo de información que antes comentaba la doctora Carballo, toda esa información se tiene que poner en equipos multidisciplinares para cuál es el objetivo.
Tenemos esta alteración. ¿En qué porcentaje de la población? ¿Qué necesita esta alteración? Un desarrollo de un fármaco específico. Y hacer las cosas. No cómo se han venido haciendo y vamos a incluir, sino lo que se comentaba antes, preguntas concretas, tratamiento mejor o epidemiología, prevención primaria. Ahora sabemos cuál es la información, sabemos cómo obtenerla, pues yo creo que el avance de nuevos tratamientos, el avance del diagnóstico precoz desde un punto de vista genético, ese tipo de cosas.
¿Qué mitos existen sobre el diagnóstico molecular?
Si tuviera que derribar tres mitos del diagnóstico molecular, ¿por cuál de ellos empezaría? Bueno, ¿y de qué tres mitos estaríamos hablando? Más que tres mitos es que la sociedad entienda que si un PET es necesario en un diagnóstico de un cáncer, para ver la extensión, las pruebas de imagen, etc.
Un estudio del DNA de ese cáncer también es importante. Es exactamente igual de importante porque es lo que he dicho antes. Cáncer es todo, pero cáncer con el apellido es necesario. Entonces echamos en falta un poco de que se le dé la importancia que realmente tiene al DNA, que antes lo hemos comentado. Que el origen de todo viene en alteraciones del DNA. Ahora vemos rubios, morenos, pelo rizado, pelo liso, altos, bajos, eso también nos lo dice el DNA.

Perder el miedo al test genético
La mala suerte es que es el primero que se altera cuando hay un proceso tumoral. Entonces sí que es verdad que desde el punto de vista genético, más que un vito es que echamos en falta que la sociedad entienda o pierda el miedo a hacerse esos test genéticos. La sabiduría siempre ha sido el poder.
Cuanto antes sepa lo que tengo, antes sé cómo tengo que hacerlo y cómo me tienen que tratar o ese tipo de cosas. Mitos. A ver, en todos los casos no se identifica una alteración que puede ser diana de tratamiento. No, en todos los casos no. Pero según los estudios de cientos de miles de muestras, se ha demostrado que el hacerse test molecular le beneficia a uno de cada tres pacientes. Uno de cada tres pacientes para mí es mucho.
Es ver el vaso medio lleno, medio vacío, a mí no me sirve. No. Uno de cada tres pacientes se beneficia de este tipo de estudios. Estos han sido pioneros en Estados Unidos, analizando estudios moleculares de, como digo, miles de muestras. Bueno, uno de cada tres pacientes está muy bien.
Luego, la sociedad tiene que entender que cuando un facultativo le dice: mira, vamos a hacer este test porque hay que ponerle un poquito más de apellido a tu tumor. Eso para mí es lo más importante, porque mitos en realidad, bueno, para mí, yo soy muy fan del DNA, o sea que no puede haber mitos. Como jefe del Laboratorio de Investigación Translacional hablábamos ahora de que una parte importante de la población prefiere no.
Ensayos, aprendizaje y medicina de precisión
Te dicen, no, no, yo prefiero no saber, ¿no? Pero, ¿qué le diría a los pacientes que ahora mismo tienen encima de la mesa la posibilidad de entrar o no en un ensayo para animarles a participar? Bueno, yo les diría que entraran, obviamente, porque la investigación clínica que se hace hoy en día, hay que ser un poco generosos.
Igual, desafortunadamente, no vale para ese paciente, pero sí para muchos que vendrán detrás. O sea que los ensayos clínicos son tan necesarios como analizarse el DNA, como hacer prevención, como no fumar. Es necesario aprender. Para enfrentarnos a una enfermedad tan heterogénea como es el cáncer, necesitamos conocer al enemigo. Uno no va a la guerra y se tira así porque así va a pecho descubierto. No, tiene que saber a quién se enfrenta.
Y cuanto antes sepamos a quién nos enfrentamos, antes vamos a saber tratarlo mejor. Y para eso se necesita hacer ensayos clínicos, se necesita validar, antes lo comentaba la doctora Carballo, necesitamos tener muchos datos, datos robustos, que nos permitan saber si un tratamiento es mejor o no que otro, pero para eso necesitamos ensayos, necesitamos prueba y error.
Y lo que hoy a lo mejor a mí no me viene bien, sí que puede servir para que el día de mañana se trate más y mejor, o no más. No más cantidad porque tenemos que quitar el sobretratamiento. Precisamente lo que hace el cribado es evitar un poco el sobretratamiento. No vamos a dar quimio para todos. No es matar moscas a cañonazos, es dar lo que hay que dar a quien le va a venir bien.
Y los estudios clínicos son parte de este aprendizaje. Ahora viene una charla de inteligencia artificial. Y el ensayo clínico es una parte más del aprendizaje que tenemos que hacer contra el enemigo que es el cáncer. Pues muchísimas gracias, doctora, sobre todo porque nos ha permitido ponerle cara a un departamento que es clave en el diagnóstico del cáncer y que no siempre tiene la visibilidad que merece tener a la hora de llevarse el mérito. Muchas gracias.