La llegada del 5G a España marcó un hito transformador en la historia de las telecomunicaciones, redefiniendo no sólo la manera en que los usuarios interactúan con sus dispositivos, sino también alterando significativamente el panorama de los operadores de telecomunicaciones. Esta tecnología, conocida por su capacidad para proporcionar velocidades de conexión ultrarrápidas, baja latencia y una mayor densidad de conexiones, es más que una simple mejora sobre su predecesor, el 4G; representa una revolución tecnológica con implicaciones profundas en la economía digital y la sociedad en general.