Ante la pregunta de cuál es el felino más grande, surge la respuesta casi inmediata: “el tigre”. Incorrecto. Este es el mayor de los félidos (familia Felidae), sin embargo, como explicamos recientemente en este otro artículo de Muy Interesante, el tigre en realidad no es un felino , no pertenece a la subfamilia Felinae. Es miembro de la otra subfamilia, Pantherinae (panterinos), junto con el león, el leopardo, el jaguar, la pantera nebulosa, la pantera de Borneo y el leopardo de las nieves.
Así pues, en la respuesta a la pregunta «¿Cuál es el felino más grande?», quedan excluidos tigres, leones, jaguares y leopardos.

¿Qué hace al puma el mayor de su subfamilia?
Tamaño y peso del puma
El puma se distingue por su imponente tamaño dentro de la subfamilia Felinae, alcanzando alturas de hasta 80 cm en el hombro y una longitud de 170 cm, sin contar su larga cola que puede medir un metro adicional. Este felino esbelto y ágil pesa entre 60 y 80 kilos en los machos, mientras que las hembras son aproximadamente un 30% más ligeras. A pesar de su tamaño similar al de un leopardo o un jaguar, el puma posee una complexión más ligera, lo que le confiere una agilidad y velocidad excepcionales, características que le permiten cazar eficazmente en su variado hábitat.
Comparativa con otros felinos
Si bien el puma es el más grande de su subfamilia, no debe confundirse con los gigantes de la subfamilia Pantherinae, como el tigre y el león, que son los félidos más grandes del mundo. Estos últimos pertenecen a un grupo diferente que incluye a los grandes felinos rugidores. Sin embargo, el puma comparte su grandeza con su adaptabilidad y presencia en una amplia gama de hábitats, desde desiertos áridos hasta densos bosques tropicales. Su capacidad para prosperar en estas diversas condiciones le ha permitido mantener una población estable en muchas áreas, a pesar de las amenazas que enfrenta.
Distribución geográfica del puma
Desde Canadá hasta la Patagonia
El puma es uno de los mamíferos carnívoros más extendidos en el continente americano. Su rango se extiende desde el Yukón en Canadá, atravesando América del Norte y Central, hasta llegar a la Patagonia en América del Sur. Esta amplia distribución geográfica le ha permitido adaptarse a una variedad de climas y ecosistemas, desde las frías montañas canadienses hasta las cálidas selvas sudamericanas. Esta capacidad de adaptación es una de las razones por las que el puma ha logrado sobrevivir en áreas donde otros grandes carnívoros han desaparecido.
Hábitats preferidos y adaptabilidad
El puma es un maestro de la adaptabilidad, encontrándose en una variedad de hábitats que incluyen bosques, montañas, desiertos y praderas. Prefiere áreas con vegetación densa que le proporcionen cobertura para acechar a sus presas. Sin embargo, también puede habitar en regiones más abiertas, siempre que haya suficiente alimento disponible. Esta flexibilidad en la elección del hábitat ha sido crucial para su supervivencia, especialmente en un mundo donde la fragmentación del hábitat y la actividad humana representan amenazas constantes.

Parentesco y evolución del puma
Relación con el guepardo y el yaguarundi
El puma tiene un parentesco fascinante con otros felinos. Su pariente más cercano es el yaguarundi, un felino más pequeño que habita en Centro y Sudamérica. Ambos comparten un ancestro común que vivió hace menos de 4 millones de años. Curiosamente, el guepardo, conocido por su velocidad y hábitat africano, también está estrechamente relacionado con el puma. Los linajes del puma y el guepardo se separaron hace aproximadamente 5 millones de años en Norteamérica, antes de que el guepardo migrara a través de Asia hacia África.
Linaje y migración a Sudamérica
El linaje del puma permaneció en Norteamérica durante millones de años antes de que ocurriera un evento geológico significativo: el cierre del istmo de Panamá. Este acontecimiento permitió que el puma, junto con otras especies, migrara hacia Sudamérica en un fenómeno conocido como el gran intercambio biótico americano. Esta migración resultó en la colonización del continente sudamericano, donde el puma se estableció en diversos ecosistemas, desde las selvas tropicales hasta las montañas andinas.
La diversidad del puma a través de sus nombres
Nombres culturales en América
El puma es conocido por su diversidad de nombres a lo largo de su rango geográfico. En las regiones andinas, se le conoce como "león de montaña", mientras que en Norteamérica es comúnmente llamado "cougar". En América del Sur, los nombres varían aún más, reflejando la rica diversidad cultural de la región. En guaraní, se le llama "jagua pytã", mientras que en náhuatl es conocido como "miztli". Estos nombres no solo reflejan su amplia distribución, sino también su importancia cultural y simbólica en las comunidades locales.
Rol ecológico y conservación del puma
Impacto ecológico como depredador
El puma desempeña un papel crucial en los ecosistemas donde habita, actuando como un depredador tope que ayuda a mantener el equilibrio de las poblaciones de presas. Su dieta es variada, incluyendo desde grandes ungulados como ciervos y guanacos hasta presas más pequeñas. Al controlar las poblaciones de estas especies, el puma contribuye a la salud general del ecosistema, evitando el sobrepastoreo y promoviendo la diversidad vegetal y animal.
Desafíos de conservación y amenazas
A pesar de su adaptabilidad, el puma enfrenta numerosos desafíos para su conservación. La expansión humana y la fragmentación del hábitat son amenazas significativas, reduciendo su territorio y acceso a presas. Además, la caza ilegal y los conflictos con humanos en áreas rurales y urbanas representan riesgos adicionales. La conservación del puma depende de la protección de sus hábitats naturales y la implementación de políticas que mitiguen los conflictos entre humanos y felinos.

El puma en la cultura y la mitología
Símbolo de fuerza y agilidad
El puma ha sido un símbolo de fuerza y agilidad en muchas culturas a lo largo de las Américas. En la mitología inca, se le veneraba como un protector de las montañas y un símbolo de poder. En la cultura nativa americana, el puma es a menudo visto como un espíritu guía, representando la independencia y el coraje. Estas asociaciones culturales reflejan el respeto y admiración que este majestuoso felino ha inspirado a lo largo de la historia humana.
Parentesco del puma con el resto de los felinos
Aunque su aspecto recuerda al de los gatos, el animal más estrechamente emparentado con el puma es el yaguarundi (Herpailurus yagouaroundi), un felino centro y sudamericano que durante mucho tiempo se clasificó dentro del mismo género Puma. Su constitución es muy similar, aunque significativamente más pequeño.
Ambas especies, yaguarundi y puma, tienen un ancestro común relativamente reciente, de hace menos de 4 millones de años. Sin embargo, lo realmente curioso es que el pariente más cercano a este linaje es un félido de comportamiento, hábitat y distribución drásticamente distinto: el guepardo. Aunque si se observan las crías de ambas especies, su parentesco se hace mucho más patente.
Hace solo 5 millones de años que los linajes del guepardo y del puma se separaron. Sucedió en Norteamérica, antes de que se cerrase el istmo de Panamá. El linaje que dio lugar al guepardo cruzó el estrecho de Bering —muy probablemente gracias a la formación de puentes de hielo durante las glaciaciones—, y atravesó toda Asia hasta instalarse en sus áreas de distribución actual, en India, la Península Arábiga y el continente americano.
Por su parte, el linaje del puma se mantuvo en su área de distribución norteamericana y cuando se cerró el estrecho de Panamá, hace unos 3 millones de años, colonizó, junto a otras especies, el continente sudamericano, en un proceso conocido como el gran intercambio biótico americano.
Referencias:
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- Leichtle, J. et al. 2015. Interacción de dos carnívoros, Puma concolor y Conepatus chinga rex, en el Parque Nacional Volcán Isluga, Región de Tarapacá. DOI: 10.13140/RG.2.1.1092.0807
- Marshall, L. G. et al. 1979. Calibration of the Great American Interchange: A radioisotope chronology for Late Tertiary interchange of terrestrial faunas between the Americas. Science, 204(4390), 272-279. DOI: 10.1126/science.204.4390.272
- Werdelin, L. et al. 2010. Phylogeny and evolution of cats (Felidae) (pp. 59-82).