¿De dónde viene la expresión ‘ser un Adonis’?

Se dice que alguien “es un Adonis” cuando es extraordinariamente atractivo. Esta expresión tiene su origen en un enredo amoroso de la mitología clásica.
Adonis

Los relatos mitológicos son, además de una fuente inagotable de historias atemporales, el punto de origen de numerosas frases hechas y expresiones curiosas que seguimos utilizando hoy en día. Uno de los ejemplos más claros, hasta el punto de que está aceptado en el Diccionario de la Lengua Española, es el de Adonis.

El significado de ser un Adonis

¿Qué es un Adonis?

Este nombre propio se utiliza para denominar a aquellos hombres que son especialmente atractivos físicamente y deriva de un personaje mitológico que se vio dividido entre el amor de dos diosas.

Adonis: significado y origen en la mitología

El origen de Adonis cuenta con varias versiones, pero la más popular es aquella en la que se afirma que el joven nació fruto de una relación incestuosa entre Mirra y su padre Tías, rey de Siria.

Muerte de Adonis
Luca Giordano, Muerte de Adonis. Fuente: Wikimedia

La fascinante leyenda de Adonis

El nacimiento de Adonis: la historia de Mirra y Tías

La diosa Afrodita hechizó a Mirra para que se enamorara locamente de su padre y se hizo pasar por una de las sirvientas de palacio para mantener relaciones con él. Tías descubrió el engaño al encender una lámpara de aceite y, encolerizado, persiguió a su hija espada en mano para matarla. Mirra huyó durante nueve meses hasta que, agotada por la persecución, rogó a los dioses que la salvaran. Afrodita se apiadó de ella y la convirtió en un árbol de mirra (cuya sabia, según la Biblia, fue uno de los presentes para Jesucristo). Cuando su padre vio que había perdido la oportunidad de vengarse no pudo controlar su frustración y disparó una flecha contra el árbol en que se había convertido su hija antes de irse. Esta flecha rompió la corteza y de ella salió un hermoso bebé, Adonis.

Afrodita y el papel crucial en el destino de Adonis

Fue Afrodita, la verdadera causante de todo ese entuerto, quien encontró al niño y quedó tan prendada de su belleza que decidió ocultar su existencia a las demás diosas y ninfas. Temiendo que alguna otra moradora del Olimpo o de la tierra quisiera arrebatárselo, Afrodita metió al pequeño Adonis en una caja y se la entregó a Perséfone, reina del Inframundo, avisándola de que no debía abrirla bajo ningún concepto. Pero como suele pasar en los mitos, Perséfone abrió la caja y decidió cuidar al bebé hasta que creció y se convirtió en un hombre de belleza sin igual, hábil para la caza y eternamente joven. Perséfone se enamoró de él y lo hizo su amante y Afrodita, que había estado vigilando, acudió a Zeus para que interviniera.

El amor compartido entre Afrodita, Perséfone y Adonis

El señor del Olimpo derivó el asunto en la musa Calíope que estableció que Adonis pasaría un tercio del año con Perséfone, un tercio con Afrodita y otro tercio libre, pudiendo estar con quien quisiera. Al principio ambas diosas respetaron el pacto pero pronto intentaron seducir a Adonis y convencerle de que pasara más tiempo con cada una de ellas, cosa que el joven hizo con Afrodita quien era su favorita. Naturalmente, Perséfone no estaba conforme con esta situación y se lo contó a Ares, dios de la guerra y amante habitual de Afrodita.

Adonis, Venus y Cupido
Cupido, Venus y Adonis en un fresco pompeyano. Fuente: Wikimedia

La trágica muerte de Adonis y su legado

La belicosa deidad Ares se convirtió en un monstruoso jabalí y mató a Adonis durante una partida de caza de forma que, al morir, su espíritu iría al Inframundo y estaría permanentemente con Perséfone. La leyenda dice que Afrodita se enganchó en una zarza cuando intentaba salvar a su amado Adonis y que, de la sangre vertida por esas heridas, surgieron las rosas rojas.

Relación entre Adonis y otras entidades mitológicas

Adonis y su conexión con Afrodita y Perséfone

La conexión entre Adonis, Afrodita y Perséfone es fundamental para entender su impacto en la mitología. Afrodita, al ser la diosa del amor y la belleza, representa el deseo y la atracción que Adonis despertaba. Su relación con el joven es un reflejo de la naturaleza apasionada e impredecible de las deidades griegas. En su intento de proteger y poseer a Adonis, Afrodita desencadena una serie de eventos que culminan en tragedia y muestran cómo el amor puede ser tanto una fuerza creativa como destructiva.

Por otro lado, Perséfone, la reina del Inframundo, simboliza el aspecto más oscuro y oculto del amor. Su amor por Adonis es más introspectivo y melancólico. La rivalidad entre Afrodita y Perséfone por el amor de Adonis es un ejemplo de cómo los dioses a menudo se ven atrapados en sus propias pasiones y deseos. Adonis, como objeto de deseo de dos poderosas deidades, se convierte en un símbolo de la lucha entre el amor y el poder, un tema que ha resonado en la literatura y el arte a lo largo de los siglos.

El vínculo entre Adonis y el origen de las rosas rojas

La leyenda de Adonis está intrínsecamente ligada al origen de las rosas rojas, un símbolo que ha perdurado a lo largo de los siglos. Según el mito, cuando Adonis fue mortalmente herido por el jabalí, Afrodita corrió en su auxilio, pero en su desesperación se enganchó en una zarza y se hirió. De las gotas de sangre que cayeron al suelo nacieron las primeras rosas rojas, desde entonces símbolo de amor eterno y sacrificio.

En la cultura moderna, las rosas rojas son un símbolo común de romance y afecto. Esta conexión entre el mito y la realidad muestra cómo las historias antiguas siguen influyendo en nuestras tradiciones y costumbres, manteniendo su relevancia a lo largo del tiempo. El vínculo entre Adonis y las rosas rojas también refleja la dualidad del amor, que puede ser tanto una fuente de alegría como de sufrimiento.

Adonis
Monumento fúnebre con la representación de Adonis. Museo Gregoriano Etrusco. Fuente: Wikimedia

Adonis en la cultura moderna

Adonis como epónimo y su impacto en el lenguaje

El término "Adonis" ha evolucionado desde su origen mitológico para convertirse en un epónimo que describe la belleza masculina. "Ser un Adonis" se ha convertido en una expresión común que evoca la imagen de un hombre de gran atractivo físico.

El impacto de Adonis en el lenguaje no se limita a su uso como sustantivo. Su historia ha influido en la forma en que percibimos la belleza y el atractivo físico. Además, también ha inspirado numerosas obras de arte y literatura, donde su figura se utiliza para explorar temas de belleza, amor y sacrificio. Esta influencia se extiende a diferentes culturas y lenguas, donde el término "Adonis" se traduce y adapta para mantener su significado original.

El término ‘Adonis’ en diferentes contextos y traducciones

El término "Adonis" ha sido adoptado por diferentes culturas y lenguas, cada una de las cuales ha aportado su propia interpretación y matices al significado original. En algunos contextos, "Adonis" se utiliza para describir no solo la belleza física, sino también la juventud y la vitalidad. Las traducciones de "Adonis" en diferentes idiomas han mantenido su esencia, pero también han incorporado elementos únicos de cada cultura. En algunas lenguas, el término se asocia con la idea de un ideal inalcanzable, mientras que en otras se utiliza para describir a personas que encarnan un estándar de belleza excepcional.

Referencias

  • Łojewska, Agata. 2020. «Podrá no ser un Adonis; pero tampoco es el coco». La lexicalización de los nombres propios procedentes de la mitología grecorromana en español. Jagiellonian University. URL: https://ruj.uj.edu.pl/entities/publication/e396132c-11dc-44b5-8450-1a9543cd3e3a
  • Velasco López, María del Henar. 2009. "Adonis y el jabalí", en Perfiles de Grecia y Roma (Actas del XII Congreso Español de Estudios Clásicos, Valencia, 22 al 26 de octubre de 2007), Vol. I, pp. 657-663. MAdrid: Sociedad Española de Estudios Clásicos.

Recomendamos en