Joseph Ledoux: "La emoción es más potente que la razón"

¿Són las emociones más fuertes que la razón?¿Puede nuestro cerebro controlar las emociones? El profesor Joseph Ledoux responde a nuestras preguntas.
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Desde 1989, Joseph Ledoux es profesor del Centro de Ciencias Neurológicas de la Universidad de Nueva York, director del Emotional Brain Institute y miembro de la Sociedad de Neurociencia.

  • Sr. Ledoux, decir de una persona que es más emocional que racional puede tener un matiz peyorativo. Pero, en los últimos años, lo emocional parece haber experimentado cierta rehabilitación, ¿por qué?

En la ciencia, siempre ha resultado muy difícil estudiar la emoción. En cambio, los científicos podían estudiar la razón investigando la memoria, la percepción o la atención, haciendo grandes progresos en la comprensión de estas cuestiones. Pero, el concepto de emoción ha sido algo demasiado intangible, porque no hay nada más subjetivo, en cuanto a percepción, que una emoción.

Lo que yo he tratado de demostrar es que es posible estudiar la emoción del modo en que se ha estudiado la razón. Podemos analizar cómo el cerebro procesa estímulos emocionales para producir una respuesta emocional, dejando de lado todos los aspectos subjetivos.

Lo que ocurre es que algunas personas dicen que entonces ya no estamos investigando la emoción, pero a mí no me importa cómo la llamemos, lo que me interesa es estudiarla.

El debate - Eugenio-Designer
  • Entonces ¿Qué es la emoción para la ciencia? ¿En qué se diferencia de la idea que de ella tiene la gente de la calle?

El conocimiento científico de la emoción, de alguna manera, contribuye a lo que el público en general considera como emoción. Me cuesta explicar esto sin un dibujo.
LeDoux, coge entonces un papel y, tras dibujar la secuencia estímulo-amígdala-respuesta, explica que el estímulo del miedo activa la amígdala que produce la respuesta de miedo.

Entonces, ¿dónde está el sentimiento del miedo? En el pasado se pensaba que el estímulo producía el sentimiento de miedo y esto causaba una respuesta. Pero ahora pensamos que no es así y que lo que ocurre es que el estímulo llega a la amígdala y a partir de ahí se produce, por un lado la respuesta y por otro el sentimiento de miedo.

  • ¿Qué faceta pesa más en la conducta, la racional o la emocional?

Creo que la emoción es más fuerte que la razón, porque es fácil para la emoción controlar a la reflexión y, en cambio, es muy difícil que el pensamiento racional controle una emoción. Cuando sentimos ansiedad o depresión, la razón puede decir basta, pero casi nunca consigue eliminarlas.

  • ¿Quiere decir que la emoción llega a controlar el pensamiento?

Sí.
LeDoux coge de nuevo papel y lápiz y dibuja dos zonas del cerebro: el neocórtex y la amígdala, como dos polos enfrentados. A continuación, LeDoux traza tres flechas que van del neocórtex a la amígdala y nueve que van en sentido contrario, y argumenta: "Hay muchas más fibras nerviosas en este sentido -de la amígdala al córtex- que en este otro -al revés-.

De modo que, cuando se recurre al psicoterapeuta es para intentar reforzar, mediante la palabra, las señales que van del neocórtex a la amígdala. En cambio, la farmacoterapia ayuda a que las vías de comunicación, que van de la amígdala al córtex, tengan menos potencia, debilitando las señales que van en este sentido".

  • ¿Podemos decir que existe, aunque sea provisional, una teoría científica de las emociones que explica qué son y para qué sirven?

Para saber cuál es el propósito de las emociones tendríamos que leer la mente a lo largo de la evolución. Y, claro, no existe un registro fósil de las emociones.

iStock - Dados que muestran, con smilies pegados, las diversas emociones.
  • ¿Pero, para qué se supone que sirven las emociones?

Con el miedo está claro y lo único que yo estudio es el miedo (risas). Pero es mucho mejor ser concretos y específicos, porque si generalizas creas confusión en un área muy compleja como es ésta.

  • ¿Podemos hablar de emociones primarias y secundarias, universales e individuales?

Por una parte, está el miedo a las serpientes, a las arañas o a objetos, como los ascensores. Son miedos primarios y pueden causar fobias.

También existen factores que no tienen un valor intrínseco amenazante, como puede ser la esquina de una calle de Barcelona en la que te han asaltado; de forma que los nuevos estímulos crean nuevos miedos. Éstas son respuestas básicas. Pero, luego existen otros miedos secundarios, como el miedo a tener miedo, que son tipos de emociones completamente distintas.

  • ¿Qué hay respecto a otro tipo de emociones, supuestamente básicas, como la alegría o la tristeza?

Yo no hablo de esas emociones porque sólo he estudiado el miedo y lo estudio porque es práctico.

Durante décadas, investigar ha sido muy difícil, ya que no existía el concepto de emoción. Pero, gracias a que nos hemos concentrado en una única emoción, manteniéndonos muy enfocados en ella, hemos podido avanzar.

  • ¿Son iguales los miedos de los hombres que los de las mujeres?

Se han hecho investigaciones sobre las diferencias entre el miedo de hombres y mujeres. Lamentablemente, yo no estoy muy familiarizado con ellas.

  • Pero, parece que existen.

No he examinado este tema, no he leído libros al respecto. Sé que existen diferencias entre el miedo entre ratas macho y hembra, relacionado con las hormonas. Pero, no sé qué relación tendría esto con la diferencia entre los miedos de un hombre y los de una mujer.

  • ¿Cree que estas investigaciones derivarán en fármacos o píldoras contra el miedo u otro tipo de emociones?

Mi trabajo de investigación en particular, no nos conducirá a una píldora. Pero, quizá el de otros sí.

  • ¿Está la timidez relacionada con el miedo? ¿podría existir una píldora contra la timidez?

Humm. Es una noticia que se ha podido leer en los periódicos.

6131e9085bafe8c40a435de4 - Diversos blísters con pastillas de distintos colores y formas.
  • Y esa píldora, ¿qué hace?

Actúa sobre la serotonina (un neurotrasmisor cerebral). Sí podría ser posible pues, si se reduce el miedo y la ansiedad se tiende a ser menos tímido. Pero, es difícil responder porque no sabemos cómo la investigación en animales puede trasladarse a los seres humanos.

Tampoco sabemos si vale la pena que un niño tímido, por ejemplo, lo sea menos a costa de vivir con un sistema de serotonina alterado, ni qué consecuencias tendría el tomar píldoras de este tipo durante, pongamos, veinte años.

  • La Premio Nobel Rita Levi-Montalcini, decía que cerebro y mente son la misma cosa. Otro neurocientífico insigne, Antonio Damasio, en su libro El error de Descartes establece una ecuación donde mente es igual a cerebro más cuerpo. ¿Usted qué opina?

Yo no creo que el cuerpo, necesariamente, deba ser incluido en esa ecuación, porque entonces podríamos decir que el cuerpo, simplemente, refleja la reacción del cerebro. Si incluimos el cuerpo también podríamos añadir el entorno y al final resulta que todo influye sobre la mente.

Yo diría, más bien, que la mente es un aspecto de la función del cerebro, pero algunos de estos aspectos no son mente.

  • ¿Nos puede explicar para qué sirve la amígdala? ¿Se puede vivir sin amígdala?

Sí, hay gente que vive sin amígdala, pero es complicado explicar para qué sirve. La amígdala es útil para desencadenar respuestas rápidas ante situaciones de peligro.

Seguramente, es mucho más dañino extraer la amígdala a una rata que a una persona. Porque, una persona puede conceptualizar el peligro y formular un plan para reaccionar ante él de modo que, si está enfrentada a un peligro, sabe que lo es y lo racionaliza. Digamos que, las personas pueden no tener la respuesta instintiva pero sí la cognitiva, que compensa la falta de la amígdala. Y, mientras antes pierdes la amígdala en tu vida más tiempo tienes para compensar su pérdida.

Redes neuronales del cerebro. Foto: Istock
  • En esta década de los noventa que ahora concluye, proclamada como década del cerebro, ¿qué pasos se han dado en la comprensión de este órgano?

Creo que se ha hecho un gran progreso en la biología de la memoria, la emoción o la genética molecular de ciertas enfermedades, como la Corea de Huntington. Se ha hecho, además, un avance importantísimo en la comprensión del desarrollo cerebral, ahora sabemos que el cerebro tiene capacidad de generar nuevas neuronas, en algunas áreas, y esto puede conducirnos a desarrollar terapias contra enfermedades como el Parkinson o los trastornos de la memoria.

  • ¿Cree que, en los próximos años, se podría conseguir una teoría global del cerebro? ¿Qué aportación le gustaría hacer?

Pienso que, actualmente, existe demasiada fragmentación. Existen módulos distintos para la memoria, para la cognición, para la emoción... Y creo que lo que necesitamos es integrarlos. En estos momentos, estoy escribiendo un nuevo libro que de alguna manera intenta hacerlo; se titula El yo sináptico.

Entrevista realizada por Gonzalo Casino, periodista.

Esta entrevsita fue publicada en enero de 2000, en el número 224 de MUY Interesante.

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