Descubren bajo una heladería de Gdansk la tumba de un caballero medieval con armadura tallada y un origen aún sin resolver

Un descubrimiento arqueológico en pleno centro de Gdansk revela el enterramiento de un caballero medieval bajo una tumba labrada con piedra gotlandesa, junto a los restos del que pudo ser el templo más antiguo de la ciudad.
Hallan en Gdansk el esqueleto completo de un caballero medieval bajo una lápida de lujo
Hallan en Gdansk el esqueleto completo de un caballero medieval bajo una lápida de lujo. Foto: Piotr Wittman/gdansk.pl

Hasta hace poco, los transeúntes que paseaban por la esquina entre las calles Grodzka, Czopowa y Sukiennicza, en el corazón histórico de Gdansk (Polonia), podían detenerse a comprar un helado en la popular heladería “Miś”, inaugurada en 1962. Sin embargo, lo que nadie sospechaba es que, bajo ese local de apariencia inocente, yacía uno de los hallazgos arqueológicos más fascinantes de los últimos años en Europa del Este: la tumba de un caballero medieval, completo, armado en piedra y sepultado con los honores propios de una élite del siglo XIII.

La excavación comenzó por obligación legal, tras la venta del terreno a promotores inmobiliarios que debían permitir la intervención arqueológica antes de construir. Pero lo que se encontró superó cualquier previsión. Bajo capas de tierra y estructuras medievales deterioradas, emergió una lápida de caliza gotlandesa finamente tallada con la imagen de un guerrero en cota de malla, escudo y espada. Y bajo ella, un esqueleto completo de más de 700 años, en notable estado de conservación, reposaba en un ataúd del que apenas quedaban rastros, custodiado por 23 piedras de campo formando un rectángulo funerario.

Un hallazgo que combina historia, leyenda y ciudad

La nota oficial publicada por el Ayuntamiento de Gdansk, a la que este medio ha tenido acceso, confirmaba que los restos fueron localizados el 10 de julio de 2025. Desde entonces, el hallazgo ha captado la atención no solo de especialistas, sino también del público general. ¿Quién era este hombre, enterrado con semejante magnificencia? ¿Por qué su tumba fue construida con materiales tan costosos? Y, sobre todo, ¿qué revela sobre el Gdansk medieval?

La lápida, tallada en piedra caliza importada de la isla sueca de Gotland, es una pieza rara para el contexto polaco, donde estos monumentos funerarios eran poco frecuentes en la época. Su existencia sugiere un enterramiento de alto rango. No se encontraron objetos personales, pero todo apunta a que el difunto fue un caballero de gran relevancia social. Según las primeras observaciones antropológicas, tenía una complexión fuerte, una edad cercana a los 40 años y una estatura que rondaba los 170 centímetros, lo cual, para su época, era notable.

El descubrimiento se realizó en el marco de una excavación más amplia llevada a cabo por el equipo de ArcheoScan, una empresa de conservación arqueológica que desde 2023 investiga esta parcela de 1.000 metros cuadrados en pleno centro histórico. Ya en campañas anteriores habían descubierto los restos de un antiguo cementerio medieval con cerca de 300 tumbas y una iglesia de madera con planta en cruz griega datada en torno a 1140, la más antigua jamás registrada en la ciudad, según los estudios dendrocronológicos. Ahora, con este nuevo hallazgo, la historia urbana de Gdansk da un giro inesperado.

La tumba tal y como la encontraron los expertos
La tumba tal y como la encontraron los expertos. Foto: Piotr Wittman/gdansk.pl

Una ciudad que no deja de revelar secretos

Gdansk, a orillas del mar Báltico, ha sido desde la Edad Media un punto estratégico de comercio y poder político. En los siglos XIII y XIV, la ciudad vivió tensiones constantes entre los poderes locales, los duques pomeranos y la orden teutónica, que finalmente se haría con el control del enclave en 1308. El caballero hallado fue enterrado poco antes o poco después de este acontecimiento crucial, por lo que su filiación aún no está clara: ¿defensor del ducado de los Sobiesławic, o soldado al servicio del poder germánico? La lápida no conserva escudo de armas reconocible, lo que complica la identificación directa.

Lo que sí parece claro es que se trataba de una figura destacada. El uso de piedra importada desde Gotland, un material escaso y costoso, solo estaba al alcance de personajes influyentes y adinerados. La elaboración artística de la tumba, con la figura armada del caballero tallada con esmero, y la propia disposición del entierro, en una ubicación preferente junto al templo más antiguo de la ciudad, refuerzan esta impresión.

Los investigadores han trasladado la tumba, fragmentada en cuatro piezas, al Museo Arqueológico de Gdansk, donde se lleva a cabo un meticuloso proceso de conservación y escaneado en 3D. El objetivo es reconstruir digitalmente el monumento y, con suerte, identificar al difunto mediante estudios bioarqueológicos, análisis de ADN y otras pruebas forenses. El equipo espera publicar resultados más precisos durante el próximo año.

El templo, la necrópolis y el urbanismo del siglo XII

Uno de los elementos más destacados del hallazgo no es solo la tumba en sí, sino el entorno arqueológico donde fue descubierta. Las excavaciones ya habían revelado un paisaje urbano sorprendentemente estructurado para la época: calles pavimentadas con capas de madera, casas de planta sencilla y, sobre todo, los cimientos de un gran edificio religioso en forma de cruz griega de 14 x 14 metros. Este templo, construido en torno al año 1140, es probablemente el primer edificio cristiano importante de la ciudad.

Todo indica que la zona era un núcleo urbano activo desde al menos el siglo XII, con una población que desarrollaba actividades cotidianas a la sombra de ese templo de madera, en el que posteriormente se organizó un cementerio de uso prolongado. El hallazgo del caballero aporta una nueva capa de significado a este lugar: no solo era un centro religioso, sino también un espacio reservado a enterramientos de prestigio.

Solo ocho de las casi 300 tumbas halladas tenían lápidas de piedra. Esto confirma que el caballero formaba parte de una minoría social privilegiada. Las investigaciones futuras podrían incluso permitir una reconstrucción facial del difunto, si la parte craneal lo permite, algo que los antropólogos del museo están evaluando con precaución.

Los expertos trabajaron con extrema delicadeza para liberar, hueso a hueso, el esqueleto del caballero medieval
Los expertos trabajaron con extrema delicadeza para liberar, hueso a hueso, el esqueleto del caballero medieval. Foto: Piotr Wittman/gdansk.pl

La historia bajo nuestros pies

A veces, los grandes descubrimientos históricos no requieren expediciones a lugares remotos ni excavaciones en desiertos olvidados. A veces, basta con mirar bajo una heladería. El caso del caballero de Gdansk es un ejemplo perfecto de cómo el pasado se oculta bajo la vida cotidiana. Donde antes se servían cucuruchos y helados de nata, ahora emerge una historia de espadas, alianzas políticas y ceremonias fúnebres de élite.

El hallazgo es también un recordatorio del valor de la arqueología urbana, una disciplina que permite a las ciudades redescubrirse a sí mismas. En Gdansk, cada capa de tierra removida abre una ventana a una época distinta: el comercio báltico, las luchas entre órdenes religiosas y duques locales, los rituales funerarios de los poderosos y, por supuesto, el anonimato del tiempo, que convierte a un caballero de carne y hueso en un misterio sin resolver.

La ciudad, que ya era famosa por su historia, sus astilleros y su capitalidad del ámbar, añade ahora un nuevo capítulo: el del caballero sin nombre, sepultado durante siglos bajo una heladería, y que hoy vuelve a la luz para contar una historia que nadie esperaba escuchar.

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