Los vehículos son multinacionales. La chapa procede de un lugar que no tiene nada que ver con la procedencia de los neumáticos, por no hablar el motor o de la tela que recubre los asientos. Están hechos de materiales que vienen de los cinco continentes. Pero en las últimas décadas las restricciones medioambientales, cada vez más exigentes, han llevado a los fabricantes a apostar por coches progresivamente más ligeros, y eso se ha traducido en el uso de nuevos materiales. No obstante, y pese a todo, siguen primando cuatro materiales para fabricar coches: acero, plástico, aluminio y caucho.

Materiales esenciales en la fabricación de coches
El acero
El acero supone casi todo el peso del coche y es el principal elemento de la carrocería y el chasis. El acero, una aleación de hierro y carbono, presenta una serie de características que lo hacen ideal para ser usado en los vehículos. En primer lugar, su durabilidad. El acero presenta una gran resistencia a la corrosión, por lo que es muy su durabilidad es alta. Por otra parte, los costes son bajos y tiene una alta capacidad de absorción de energía, por lo que el acero es una buena alternativa para la seguridad. Por último, la maleabilidad del acero propicia una gran versatilidad de diseños.
El plástico
El plástico está presente en los vehículos en muchos lugares: puertas, parasoles, aletas, etc. Es fácil de adaptar a distintos diseños, son reciclables, no sufren oxidación, se pueden reparar y absorben la energía de los golpes.

El aluminio
Entre las ventajas que reporta el aluminio nos encontramos con que son resistentes a la corrosión, pueden disipar bien el calor y son fácilmente mecanizables. El aluminio se usa en parachoques, mordazas de frenado y cajas de cambios, entre otros.
El caucho
El caucho se usa sobre todo para los neumáticos. Según la Organización de Consumidores Unificados, se calcula que el 70 por ciento de la producción mundial de caucho va destinada a la fabricación de los neumáticos de los automóviles. Aunque este material también se emplea en los limpiaparabrisas y en las molduras del motor.
Materiales naturales y sintéticos
Los vehículos están compuestos tanto de elementos sacados de materias primas como con polímeros producidos para su uso industrial.
"Los neumáticos se hacen con caucho natural y sintético. La materia prima de este último es el petróleo, mientras que el caucho natural procede del líquido lechoso (látex) de diversos árboles tropicales, como el Hevea. El caucho natural supone aproximadamente un 18% del peso de un neumático", señala la OCU; "hasta que un neumático pasa a formar parte de tu coche realiza un complejo proceso que se inicia en la otra punta del globo, en países como Tailandia, Indonesia o Malasia".

El papel de España en la industria automotriz
España, segundo mayor productor de vehículos de la UE
España ha consolidado su posición como uno de los principales productores de vehículos en Europa. Según la European Automobile Manufacturers Association, en 2016 España ocupó el segundo lugar en la Unión Europea en términos de producción de vehículos, solo superada por Alemania. Con aproximadamente 2,92 millones de unidades producidas, la industria automotriz es un pilar fundamental de la economía española.
La ubicación geográfica estratégica de España, junto con una infraestructura de transporte bien desarrollada, ha facilitado el crecimiento de la industria automotriz. Además, el país cuenta con una mano de obra cualificada y competitiva, lo que ha atraído inversiones de grandes fabricantes internacionales. La industria automotriz española, además, no solo se centra en la producción de vehículos, sino también en la fabricación de componentes, lo que refuerza su posición en la cadena de suministro global.
Historia de la fabricación de coches en España: desde el SEAT 600
En junio de 2017 el Seat 600, coche emblema de la modernización de España a partir de la década de 1960, cumplió su 60 aniversario. Este, aunque en origen era un modelo italiano de la marca FIAT, pasó a convertirse en el orgullo de la industria de la automoción patria, además de bandera de la incipiente clase media española.
Como muestra esta infografía de Statista, la tradición de España como país fabricante de automóviles, aunque tomó relieve con el SEAT 600, no acabó cuando se abandonó la fabricación de este modelo a principios de la década de los 70.
Según datos de la European Automobile Manufacturers Association, en 2016 España era el segundo mayor fabricante de vehículos de la Unión Europea, con alrededor de 2,92 millones de unidades producidas, 2.3 millones de las cuales son turismos. Este solo fue superado por Alemania, con 6,13 millones.

Proceso de fabricación de un coche: paso a paso
La fabricación de un coche es un proceso complejo que involucra múltiples etapas, desde el diseño inicial hasta la producción final. Todo comienza con la conceptualización del vehículo, donde los ingenieros y diseñadores trabajan juntos para crear un modelo que cumpla con las expectativas del mercado y las regulaciones. Esta fase incluye la selección de materiales, donde se consideran factores como el peso, la durabilidad y el impacto ambiental.
Una vez que el diseño está completo, comienza la producción de los componentes individuales. Esto incluye la fabricación de partes metálicas, plásticas y de caucho, cada una de las cuales es producida con precisión para garantizar que se ajusten correctamente en el ensamblaje final. Las piezas se someten a rigurosas pruebas de calidad para asegurar que cumplen con los estándares de seguridad y rendimiento.
El ensamblaje es la fase final del proceso de fabricación. En esta etapa, todos los componentes se unen para formar el vehículo completo. Las líneas de ensamblaje modernas utilizan tecnología avanzada y robots para aumentar la eficiencia y la precisión. El coche terminado se somete a pruebas exhaustivas para verificar su funcionamiento y seguridad antes de ser enviado a los concesionarios.
Referencias
- Ortiz-Villajos, José María. 2010. "Aproximación a la historia de la industria de equipos y componentes de automoción en España". Investigaciones de historia económica 6.16: 135-172. DOI: https://doi.org/10.1016/S1698-6989(10)70037-0