La coexistencia de mamíferos placentarios y dinosaurios es un tema fascinante que ha capturado la atención de científicos y entusiastas de la historia natural por igual. Durante mucho tiempo, se pensó que los mamíferos placentarios surgieron después de la extinción de los dinosaurios, pero investigaciones recientes han arrojado nueva luz sobre esta cuestión. Gracias a estudios detallados de fósiles y el uso de avanzados métodos estadísticos, ahora sabemos que nuestros antepasados, incluidos los primates, perros y murciélagos, compartieron el planeta con los dinosaurios no aviares antes del catastrófico impacto del asteroide Chicxulub. Este evento, conocido como la extinción masiva del Cretácico-Paleógeno, transformó radicalmente la vida en la Tierra, allanando el camino para la diversificación de los mamíferos placentarios.
La coexistencia de mamíferos placentarios y dinosaurios
La coexistencia de mamíferos placentarios y dinosaurios ha sido un tema de debate durante décadas. Los mamíferos placentarios, que incluyen a los antepasados de humanos, perros y murciélagos, se pensaba que habían aparecido después de la extinción de los dinosaurios. Sin embargo, los avances en la paleontología y el análisis de fósiles han permitido a los investigadores determinar que estos mamíferos coexistieron brevemente con los dinosaurios antes del impacto del asteroide Chicxulub. Este descubrimiento es significativo, ya que cambia nuestra comprensión de la evolución de los mamíferos y su relación con los dinosaurios.
El impacto del asteroide Chicxulub, ocurrido hace unos 66 millones de años, fue un evento catastrófico que liberó enormes cantidades de gases en la atmósfera, alterando el clima de la Tierra de manera drástica. Este evento fue responsable de la extinción masiva del Cretácico-Paleógeno, que eliminó a los dinosaurios no aviares y al 75% de las especies en el planeta. La desaparición de los dinosaurios permitió a los mamíferos placentarios ocupar los nichos ecológicos vacantes, lo que resultó en una rápida diversificación y evolución de nuevas especies.
La evidencia de la coexistencia de mamíferos placentarios y dinosaurios se basa en el estudio de fósiles y en el uso de técnicas de reloj molecular. Los investigadores han identificado fósiles de mamíferos placentarios que datan del período Cretácico, lo que sugiere que estos animales ya existían antes de la extinción masiva. Aunque no se han encontrado fósiles definitivos de mamíferos placentarios de esa época, los modelos estadísticos han permitido inferir que los primeros mamíferos placentarios surgieron y coexistieron con los dinosaurios durante un breve período.

Debate resuelto
Durante muchos años, el debate sobre si los mamíferos placentarios coexistieron con los dinosaurios ha sido intenso. Algunos científicos argumentaban que estos mamíferos surgieron solo después de la extinción de los dinosaurios, mientras que otros sostenían que ya existían antes del impacto del asteroide. Recientes investigaciones han resuelto este debate al demostrar que los mamíferos placentarios, efectivamente, coexistieron brevemente con los dinosaurios antes del evento de extinción del Cretácico-Paleógeno.
El estudio de miles de fósiles de mamíferos placentarios ha sido crucial para resolver este debate. Los investigadores han utilizado técnicas avanzadas de análisis estadístico para examinar el registro fósil y determinar el momento en que surgieron los mamíferos placentarios. Estos estudios han revelado que los primeros mamíferos placentarios probablemente aparecieron en el período Cretácico, coexistiendo con los dinosaurios durante un corto período antes de la extinción masiva.
La resolución de este debate tiene importantes implicaciones para nuestra comprensión de la evolución de los mamíferos. Saber que nuestros antepasados convivieron con los dinosaurios nos ofrece una nueva perspectiva sobre cómo los mamíferos placentarios lograron sobrevivir y diversificarse después de la extinción masiva. Este descubrimiento también destaca la importancia de seguir investigando el registro fósil para obtener una comprensión más completa de la historia de la vida en la Tierra.
Diseccionando el registro fósil
El registro fósil es una herramienta invaluable para los paleontólogos que buscan comprender la historia de la vida en la Tierra. En el caso de la coexistencia de mamíferos placentarios y dinosaurios, el análisis de fósiles ha proporcionado información crucial sobre la evolución y el origen de estos mamíferos. Los investigadores han recopilado una gran cantidad de datos fósiles de mamíferos placentarios que se remontan a la extinción masiva del Cretácico-Paleógeno para determinar su origen exacto.
El estudio de estos fósiles ha permitido a los científicos identificar patrones de origen y extinción de diferentes grupos de mamíferos placentarios. Al analizar estos patrones, los investigadores han podido estimar cuándo evolucionaron los mamíferos placentarios y cómo se diversificaron a lo largo del tiempo. Este enfoque ha sido fundamental para demostrar que los mamíferos placentarios coexistieron brevemente con los dinosaurios antes de la extinción masiva.
El uso de modelos estadísticos avanzados ha sido clave para interpretar el registro fósil y comprender la evolución de los mamíferos placentarios. Estos modelos permiten a los investigadores estimar las edades de origen de los linajes de mamíferos placentarios en función de cuándo aparecen por primera vez en el registro fósil y el patrón de diversidad de especies a lo largo del tiempo. Gracias a estos métodos, los científicos han podido inferir que los mamíferos placentarios surgieron durante el período Cretácico y coexistieron con los dinosaurios.
Investigaciones de las Universidades de Bristol y Friburgo
Las investigaciones llevadas a cabo por equipos de las Universidades de Bristol y Friburgo han sido fundamentales para arrojar luz sobre la coexistencia de mamíferos placentarios y dinosaurios. Estos investigadores han aplicado métodos innovadores para analizar el registro fósil y han logrado demostrar que los mamíferos placentarios coexistieron brevemente con los dinosaurios antes de la extinción masiva del Cretácico-Paleógeno.
El equipo de investigación recopiló miles de fósiles de mamíferos placentarios y utilizó técnicas avanzadas de análisis estadístico para estudiar su origen y evolución. Estos métodos permitieron a los investigadores estimar las edades de origen de los linajes de mamíferos placentarios y demostrar que surgieron durante el período Cretácico. Este enfoque ha sido crucial para confirmar la coexistencia de estos mamíferos con los dinosaurios.
Los hallazgos de estas investigaciones tienen importantes implicaciones para nuestra comprensión de la evolución de los mamíferos. La confirmación de que los mamíferos placentarios coexistieron con los dinosaurios nos ofrece una nueva perspectiva sobre cómo estos animales lograron sobrevivir y diversificarse después de la extinción masiva. Además, estos estudios destacan la importancia de seguir investigando el registro fósil para obtener una comprensión más completa de la historia de la vida en la Tierra.

¿Cómo eran esos antepasados?
“Desafortunadamente, no sabemos cómo se verían nuestros antepasados mamíferos placentarios en ese entonces. Muchos de los primeros fósiles de mamíferos placentarios son criaturas bastante pequeñas como Purgatorius, un antepasado primitivo de los primates, que era una pequeña criatura excavadora parecida a una musaraña de árbol. Entonces, es probable que muchos de nuestros antepasados fueran pequeños y ardillas”, concluyen los expertos.
A pesar de los avances en la investigación sobre la coexistencia de mamíferos placentarios y dinosaurios, aún queda mucho por descubrir sobre la apariencia y el comportamiento de estos primeros mamíferos. Los fósiles disponibles sugieren que muchos de los antepasados de los mamíferos placentarios eran criaturas pequeñas y ágiles, adaptadas para vivir en un mundo dominado por los dinosaurios.
Uno de los ejemplos más conocidos de estos primeros mamíferos placentarios es el Purgatorius, un antepasado primitivo de los primates. Este animal era una pequeña criatura excavadora, similar a una musaraña de árbol, que probablemente vivía en los bosques del Cretácico. La existencia de mamíferos como el Purgatorius sugiere que nuestros antepasados eran adaptables y capaces de sobrevivir en un entorno lleno de depredadores como los dinosaurios.
Aunque no se dispone de fósiles completos de estos primeros mamíferos placentarios, los científicos continúan estudiando fragmentos de huesos y dientes para obtener más información sobre su apariencia y comportamiento. A medida que se descubren nuevos fósiles y se desarrollan técnicas de análisis más avanzadas, es probable que obtengamos una imagen más clara de cómo eran estos antiguos antepasados y cómo lograron sobrevivir en un mundo compartido con los dinosaurios.
Impacto del asteroide Chicxulub y la extinción masiva
El impacto del asteroide Chicxulub, ocurrido hace aproximadamente 66 millones de años, fue un evento catastrófico que marcó el final del período Cretácico y dio inicio a la extinción masiva del Cretácico-Paleógeno. Este evento tuvo un impacto devastador en la vida en la Tierra, eliminando a los dinosaurios no aviares y causando la extinción del 75% de las especies del planeta. Sin embargo, también abrió nuevas oportunidades para la evolución y diversificación de los mamíferos placentarios.
El impacto del asteroide liberó enormes cantidades de energía y gases en la atmósfera, lo que provocó cambios drásticos en el clima de la Tierra. Estos cambios climáticos tuvieron un efecto devastador en los ecosistemas del planeta, causando la desaparición de muchas especies, incluidos los dinosaurios. Sin embargo, la extinción de los dinosaurios dejó vacantes numerosos nichos ecológicos, lo que permitió a los mamíferos placentarios ocupar estos espacios y diversificarse rápidamente.
La extinción masiva del Cretácico-Paleógeno fue un punto de inflexión en la historia de la Tierra, ya que permitió la evolución de nuevas especies y el surgimiento de los mamíferos placentarios como el grupo dominante en los ecosistemas terrestres. Este evento destaca la importancia de los cambios ambientales en la evolución de la vida en la Tierra y nos recuerda que la historia de nuestro planeta está llena de eventos catastróficos que han moldeado la diversidad de la vida que conocemos hoy.

Diversificación de mamíferos tras la extinción
La extinción masiva del Cretácico-Paleógeno, provocada por el impacto del asteroide Chicxulub, tuvo un efecto profundo en la evolución de los mamíferos placentarios. Con la desaparición de los dinosaurios, estos mamíferos pudieron ocupar los nichos ecológicos vacantes y diversificarse rápidamente, dando lugar a una gran variedad de especies que conocemos hoy en día.
La falta de competencia por parte de los dinosaurios permitió a los mamíferos placentarios prosperar y diversificarse en una amplia gama de formas y tamaños. Este proceso de diversificación fue fundamental para el surgimiento de los primates, el grupo al que pertenecen los humanos, así como otros grupos de mamíferos como los carnívoros, los ungulados y los roedores. La rápida evolución de estos grupos de mamíferos fue posible gracias a la disponibilidad de nuevos nichos ecológicos y la ausencia de depredadores dinosaurianos.
La diversificación de los mamíferos placentarios tras la extinción masiva del Cretácico-Paleógeno es un ejemplo de cómo los eventos catastróficos pueden dar lugar a nuevas oportunidades evolutivas. Este proceso ha sido crucial para la evolución de la vida en la Tierra y ha dado lugar a la rica diversidad de especies de mamíferos que vemos hoy en día. A medida que los mamíferos placentarios continuaron evolucionando y adaptándose a su entorno, surgieron nuevas especies y linajes, incluidos los antepasados de los humanos.
Referencia:
- Emily Carlisle, Christine M. Janis, Davide Pisani, Philip C.J. Donoghue, Daniele Silvestro. A timescale for placental mammal diversification based on Bayesian modeling of the fossil record. Current Biology, 2023; DOI: 10.1016/j.cub.2023.06.016
- Alvarez, L. W., Alvarez, W., Asaro, F., & Michel, H. V. (1980). Extraterrestrial cause for the Cretaceous-Tertiary extinction. Science, 208(4448), 1095-1108.
- Schulte, P., Alegret, L., Arenillas, I., Arz, J. A., Barton, P. J., Bown, P. R., ... & Smit, J. (2010). The Chicxulub asteroid impact and mass extinction at the Cretaceous-Paleogene boundary. Science, 327(5970), 1214-1218.