El Sol posee un campo magnético formidable que genera manchas solares en su superficie y desencadena tormentas solares, como las que estamos observando en los últimos meses en gran parte del planeta a través de deslumbrantes auroras como las que pudimos contemplar incluso en España durante el mes de mayo (y que puede que veamos en junio). Pero exactamente cómo se genera ese campo magnético dentro del Sol es un enigma que ha desconcertado a los astrónomos durante siglos.
Ahora, una nueva investigación llevada a cabo por un equipo de científicos de la Universidad de Northwestern, ha revelado que los secretos del campo magnético del sol, que intrigaban y confundían ya al propio Galileo Galilei, podrían encontrarse cerca de su superficie.

¿Más cerca de resolver el misterio?
El campo magnético del Sol es responsable de generar manchas oscuras llamadas manchas solares, erupciones solares e incluso eyecciones explosivas de materia llamadas eyecciones de masa coronal (CME). Y, según los expertos, las manchas y erupciones solares podrían ser producto de un campo magnético poco profundo en lugar de un campo que se origine en las profundidades del astro, algo sobre lo que se había teorizado anteriormente. Y es que, después de realizar una serie de cálculos complejos en un superordenador de la NASA, descubrieron que el campo magnético se genera a unos 32.000 kilómetros debajo de la superficie del sol, es decir, esto significaría que los campos magnéticos se generan en el 10% exterior del plasma sobrecalentado del Sol; una cifra que contradice las teorías anteriores que suponían que el campo magnético se generaba a más de 200.000 kilómetros bajo la superficie de la estrella. Su origen no está donde se pensaba. (Dato interesante a nivel comparativo: el radio del Sol es de alrededor 697.000 kilómetros).
"Demostramos que perturbaciones aisladas cerca de la superficie del sol, lejos de las capas más profundas, pueden crecer con el tiempo para producir potencialmente las estructuras magnéticas que vemos", dijo Keaton Burns, científico investigador de la dijo el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y coautor del trabajo.
¿Por qué importa este dato?
Porque los ciclos de actividad del Sol están de alguna forma asociados a su campo magnético, y saber dónde reside la dinamo es clave para descubrir qué impulsa los ciclos solares. Así, si los hallazgos son correctos, su descubrimiento podría aportar a los científicos una mejor oportunidad de predecir erupciones y tormentas solares que pueden tener efectos disruptivos aquí en la Tierra, como pueden ser cortes de energía, paralizar la red Internet e incluso enviar satélites a la Tierra.
A lo largo de los años, los astrónomos han logrado avances significativos en la comprensión de los orígenes de la dinamo solar (el proceso físico que genera el campo magnético), pero las limitaciones persisten.

"Comprender el origen del campo magnético del Sol ha sido una cuestión abierta desde Galileo y es importante para predecir la actividad solar futura, como las erupciones que podrían impactar la Tierra", explica el matemático aplicado Daniel Lecoanet de la Universidad Northwestern en Illinois y coautor del trabajo que publica la revista Nature. "Este trabajo propone una nueva hipótesis sobre cómo se genera el campo magnético del Sol que coincide mejor con las observaciones solares y, esperamos, podría usarse para hacer mejores predicciones de la actividad solar".
La reciente tormenta solar del mes de mayo que consiguió desactivar los sistemas de navegación de los equipos agrícolas justo en la temporada alta de siembra, s evidencia de que el Sol se acerca al “máximo solar”, el punto de su ciclo de 11 años en el que hay el mayor número de manchas solares. "Debido a que creemos que el número de manchas solares sigue la fuerza del campo magnético dentro del Sol, creemos que el ciclo de manchas solares de 11 años refleja un ciclo en la fuerza del campo magnético interior del Sol", dijo Lecoanet.

El nuevo descubrimiento no sólo nos ayuda a comprender mejor los procesos dinámicos de nuestro sol, sino que también podría ayudar a los científicos a pronosticar con mayor precisión poderosas tormentas solares. Recordemos que la intensa tormenta solar que azotó Canadá en septiembre de 1859 y que fue bautizada como “Evento Carrington” consiguió dañar el sistema de telégrafos del país. Los operadores de telégrafos informaron que de sus equipos salían chispas y algunos incluso sufrieron descargas eléctricas. En algunos casos, las sobretensiones provocadas por la tormenta incendiaron papel telegráfico y dañaron gravemente la infraestructura telegráfica. A este suceso se le llamó evento Carrington porque fue Richard Carrington quien observó el 1 de septiembre de 1859, un grupo inusualmente grande de manchas solares y fue testigo de una luz blanca brillante (una intensa llamarada solar) que surgía del Sol. Pocas horas después se desataba el desastre tecnológico.
Anticiparnos mediante el estudio de los patrones del campo magnético de la superficie e intentando determinar si pueden crear manchas solares individuales, nos ayudará a desentrañar el ciclo general del sol de 11 años y estar preparados para esos turbulentos momentos.

Referencias:
- Geoffrey M. Vasil, Daniel Lecoanet, Kyle Augustson, Keaton J. Burns, Jeffrey S. Oishi, Benjamin P. Brown, Nicholas Brummell, Keith Julien. The solar dynamo begins near the surface. Nature, 2024; 629 (8013): 769 DOI: 10.1038/s41586-024-07315-1