La IA ya está aquí y nos va a ayudar a hacer una medicina más predictiva y más personalizada

La medicina de precisión va a experimentar un avance insospechado gracias al empuje de la inteligencia artificial. Con esta nueva herramienta se encontrarán dianas más precisas para desarrollar nuevos mecanismos de acción que permitan comprender mejor las enfermedades y desarrollar medicamentos más eficientes.
La IA ya está aquí y nos va a ayudar a hacer una medicina más predictiva y más personalizada

La segunda mesa redonda de Muy IA Trends se centró en la innovación y en cómo la inteligencia artificial está revolucionando el mundo de la salud y la búsqueda de nuevos tratamientos. Fue moderada por Miguel González Corral, director de comunicación de Farmaindustria, quien indicó en un momento de su intervención que algunas de estas tendencias de futuro comienzan ya a ser de presente.

Nuno Cunha, director de estrategia de cliente del laboratorio farmacéutico Janssen y responsable de su estrategia en inteligencia artificial, comenzó subrayando que el avance que vamos a vivir en los próximos 10 años en la tecnología de salud, «va a ser mayor que lo hemos vivido en los últimos 100. La inteligencia artificial ya está teniendo impacto, al acelerar el descubrimiento de nuevos mecanismos de acción, entendiendo más rápidamente los patrones tanto biológicos como genéticos que están en la base de las enfermedades. Y, en base a esto, ayudarnos a encontrar dianas más precisas para desarrollar medicamentos de manera más eficiente. También impulsará la medicina de precisión y, en los ensayos clínicos, eliminará uno de los mayores cuellos de botella, el reclutamiento de pacientes: leyendo sus historias clínicas, la inteligencia artificial nos ayudará a predecir cuáles son los centros de investigación que tienen más pacientes candidatos a un ensayo. O predecir, a partir del big data, dónde harán falta más fármacos para determinada población, como sucedió durante la pandemia, o calcular la incidencia de enfermedades».

Rosario Torres, coordinadora del servicio de Urgencias de Adultos del Hospital Universitario La Paz de Madrid, coincidió en que la inteligencia artificial «ya está aquí. La IA al servicio del paciente, en el entorno de la medicina centrada en el paciente y a través de una medicina más predictiva y personalizada. El paciente con enfermedad crónica es atendido cada vez más en su domicilio y no tiene que acudir al hospital en consultas que no le aportan valor. Desde nuestro hospital estamos desarrollando instrumentos, plataformas y procesos de continuidad asistencial en todos los niveles sanitarios (atención primaria, especializada, hospitalaria) destinados a esta finalidad. Como parte de esta estrategia, muchos de estos servicios y áreas están en marcha, encaminándonos hacia un hospital "sin barreras"».

Nuno Cunha
Nuno Cunha, director de estrategia de cliente del laboratorio farmacéutico Janssen.

Adelantarse a los problemas

Por su parte, Óscar Cristóbal, director de inteligencia del dato de la distribuidora farmacéutica Cofares, recordó sus inicios en este ámbito, cuando comenzó a desarrollar, de niño, aplicaciones con el ordenador Spectrum. «En Cofares vivimos una transformación en 2018, en el que nos vimos como el mejor socio de la farmacia, además de realizar la distribución del medicamento: tenemos los usos internos y externos de la farmacia. Y ese sueño de niño de programar simuladores de ligas de fútbol lo estamos aplicando ahora en la optimización de rutas o en el reporte de patrones de consumo anómalos mensuales en las comunidades autónomas. La obligación es hacerlo mensualmente, pero nuestra dirección técnica tiene los datos a diario: se miden por un algoritmo de inteligencia artificial y ahora se adelantan a los problemas, mientras que antes vivían en la incertidumbre y se descubría un problema cuando ya había ocurrido. Trabajamos con técnicas de imagen para ayudar a las farmacias a que tengan una imagen limpia y clara, es importante que todo esté bien colocado y organizado para que sea un lugar referente. La inteligencia artificial es una Marie Kondo sofisticada», bromeó.

Gonzalo Ruiz de Villa, director de tecnología de la consultora GFT IT, reiteró que llevamos «muchos años con la Inteligencia Artificial. La diferencia, en su opinión es que los grandes modelos de lenguaje natural -es decir, de cómo se comunican las máquinas con las personas- anuncian un cambio radical». «Pero debemos tener cuidado con estos modelos, porque pensamos que son más listos de lo son. O mejor dicho, hacemos un cierto antropomorfismo de esta inteligencia artificial, pero nos sorprende a veces con fallos triviales. En el futuro, estos modelos van a ayudar mucho, porque la comprensión que tienen del mundo les permitirá especializarse. Y, si nosotros somos capaces de extraer los datos y de ampliar el contexto, contaremos con mucha más información para realizar un análisis diagnóstico más preciso. En todos los campos, los datos tienen más sentido cuando juntas muchas fuentes de texto, audio e imágenes. Las capacidades que tenemos son infinitas».

Respecto a los niveles de empatía de estos sistemas, Ruiz de Villa explicó que ha tenido que reducirlo en el chatbot financiero que ha desarrollado.

Rosario Torres
Rosario Torres, médico adjunto de la Subgerencia de Estrategia Digital y facultativo del servicio de urgencias del HULP.

Proyectos tangibles

El pasado verano se anunció el primer fármaco completamente diseñado por inteligencia artificial para la fibrosis pulmonar idiopática. Otros ejemplos reales fueron enumerados por Nuno Cunha: en el área del cáncer de próstata, Janssen está desarrollando un proyecto denominado «Tu cuidador virtual», que con la ayuda de la inteligencia artificial permite identificar pacientes en fases tempranas del cáncer, obteniendo resultados clínicos mucho más relevantes gracias a esta intervención precoz.

«Podemos pensar también en la generación de conocimiento a través de datos del mundo real en el área de hematología: contamos con un estudio observacional muy reciente que, a través de la inteligencia artificial, nos permitió leer todas las historias clínicas de los pacientes. Y, a través de esa lectura e interpretación esa información no estructurada, generar un conocimiento sin precedentes y que hubiera requerido de años de trabajo si no hubiéramos utilizado la inteligencia artificial, porque la carga burocrática de recogida de datos -y su posterior interpretación- depende mucho más de la intervención humana», diferenció.

«Este estudio en hematología -prosiguió- nos permite conocer y caracterizar mejor a la población, lo que a su vez nos permite diseñar los siguientes estudios clínicos en función de la necesidad más precisa. Por otro lado, aplicar la inteligencia artificial a nivel personal permite mejorar la productividad y la eficiencia de sus procesos de trabajo, con lo que el beneficio es exponencial. Por ejemplo, nuestros equipos de campo, que llevan información científica más actualizada a los profesionales de salud, están aplicando ChatGPT para ayudar a interpretar los resúmenes de los últimos informes y los estudios recientes, lo que ayuda a acelerar el conocimiento y a mejorar el impacto. Y esto permite que tengamos más tiempo para la empatía, la humanización y el cuidado de la otra persona. Pero debe tenerse en cuenta que tanto los modelos como los resultados son imperfectos y que necesitan de supervisión y vigilancia constante”, advirtió.

Gonzalo Ruiz de Villa
Gonzalo Ruiz de Villa, director de tecnología de GFT Group IT.

¿Qué sucederá cuando la herramienta aprenda?

Para Gonzalo Ruiz de Villa lo más importante es contar «con cantidades ingentes de datos y modelos más grandes y más optimizados, que dependen fundamentalmente de la capacidad de cómputo que, afortunadamente, cada vez es más barata: para poner números, cada vez que GPT4 saca una palabra, ha realizado unos 200 000 millones de sumas y multiplicaciones. De momento, la inteligencia artificial la estamos utilizando para responder preguntas. Y, en el futuro, en los sistemas empresariales, servirá para planificar y ejecutar, diseñando la atención a un paciente en el que no hay evidencia suficiente o para investigar nuevos fármacos. Con la ventaja de que siempre está atento y nunca se cansa, que es lo que nos pasa a nosotros, sobre todo con las tareas repetitivas». En la distribución farmacéutica, el dato es clave para garantizar el suministro. Óscar Cristóbal recalcó que la previsión de la demanda es fundamental para evitar desabastecimientos».

Como se ha comentado, cuantos más datos de fuentes diversas se unan, más posibilidades de que emerja algo diferente. En cuanto a los datos, nosotros, cada día, servimos a las farmacias un millón de líneas de pedido en toda España. Este volumen de datos era imposible de almacenar y manejar hasta hace poco, hasta que han surgido los nuevos lenguajes y ahora estamos sobre hombros de gigantes, como decía Newton. Este volumen de datos nos ha permitido firmar un convenio con el Instituto de Salud Carlos III para trabajar en epidemiología, ya que contamos con información para adelantarnos a algunos problemas de salud pública”, anunció Ruiz de Villa.

Óscar Cristobal
Óscar Cristobal, director de inteligencia del dato de Cofares.

Rosario Torres cerró la mesa hablando de las herramientas que usan

El aspecto diferencial es el paciente, ya que alguno acepta estas herramientas, mientras que otros quedan a la expectativa. «Pero, en global, la experiencia es buena y las herramientas con las que contamos las usamos para el bien del paciente. Ya estamos usando la herramienta «Tu cuidador virtual» en elservicio de Urología del hospital y, en el programa piloto, el paciente se ha sentido bien. Pero también porque detrás de todo ello, estamos los profesionales sanitarios. Y la inteligencia artificial, que se centrará en la burocracia, nos va a ayudar a centrarnos en el paciente», sentenció.

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