El "misterioso" cometa C/2024 S1 (ATLAS), bautizado popularmente como "el cometa de Halloween", ha generando gran expectación entre astrónomos y aficionados a la observación astronómica. Fue descubierto en septiembre de 2024 por el sistema de alerta ATLAS y pasó de manera inusualmente cercana al Sol el 28 de octubre. La sonda solar SOHO ha capturado sus últimos momentos
El nombre "cometa de Halloween" proviene de su aproximación máxima al Sol justo antes del 31 de octubre, lo que coincide con la festividad. Algunos observadores lo llaman "cometa fantasma", pues es uno de esos son cuerpos que pierden su núcleo sólido debido a la cercanía al Sol. Esta circunstancia les da un aspecto espectral al observarse desde la Tierra. A pesar de su desintegración, este cometa ha ofrecido una excelente oportunidad para los observadores del hemisferio norte y sur antes de su máximo acercamiento al Sol.
El cometa llegó a su perihelio en torno al mediodía del 30 de octubre, momento en el que se desintegró por completo tras pasar a menos del 1% de la distancia que separa a la Tierra del Sol, es decir, a menos de 1,5 millones de kilómetros de nuestra estrella, según reportes de la NASA. En contraste, el cometa C/2023 A3 Tsuchinshan-ATLAS, proveniente de la nube de Oort, atravesó su perihelio el 27 de septiembre sin acercarse tanto al sol, manteniéndose a una distancia de aproximadamente un tercio de la separación entre la Tierra y el sol. Recordemos que nuestro planeta se sitúa a unos 149 millones de kilómetros del Sol.

Características del cometa
El cometa C/2024 S1 (ATLAS) pertenece a la familia de los rasantes del Sol Kreutz, conocidos por pasar extremadamente cerca del Sol. Estos cometas son restos de un objeto mayor que se fragmentó hace siglos, y muchos de ellos tienden a desintegrarse debido a la intensa radiación solar. En el caso de C/2024 S1, su paso más cercano al Sol será de tan solo 0,3 unidades astronómicas (UA), lo que aumenta el riesgo de que se "decapite", es decir, que su núcleo se desintegre completamente, dejando solo su cola de gas y polvo.
Este cometa es especialmente interesante debido a su brillo potencial. Se estima que podría alcanzar una magnitud de hasta -5: esto lo convertiría en un objeto más brillante que Venus que, de hecho, es el planeta más brillante del cielo nocturno. Sin embargo, como sucede con muchos cometas, es difícil predecir su comportamiento exacto, y existe la posibilidad de que se apague si el núcleo se fragmenta antes de llegar al perihelio

Cómo ver el cometa en España
Si te encuentras en España, octubre es el mes ideal para observar este fenómeno. Hasta el 28 de octubre, el cometa fue visible con binoculares o pequeños telescopios, aunque a medida que se acerque al Sol, será más difícil de ver debido a su proximidad al horizonte y al resplandor solar. El 30 de octubre la posibilidad de verlo se esfumó
El mejor momento para verlo, como cualquier comenta, era antes del amanecer, cuando el cometa estará más alto en el cielo y menos afectado por el brillo del Sol. Busca una zona alejada de la contaminación lumínica y con un horizonte despejado hacia el este. Además, para los aficionados a la fotografía astronómica, el cometa ofrecerá una excelente oportunidad para capturar imágenes si usas un telescopio o incluso una cámara con un buen zoom

¿Por qué se desintegró?
Los cometas son cuerpos extremadamente frágiles, formados principalmente por hielo, polvo y rocas. Cuando un cometa se acerca al Sol, el calor extremo puede hacer que el hielo se sublime, lo que provoca la formación de su característica cola, pero también puede causar la fractura o desintegración del núcleo. En el caso del cometa de Halloween, el riesgo es alto debido a su paso cercano al Sol. Si el núcleo se fragmenta, podríamos ver cómo la cabeza del cometa "desaparece", dejando solo una larga cola que se irá desvaneciendo gradualmente
Sin embargo, los cometas son impredecibles. Algunos sobreviven a encuentros cercanos con el Sol, como ocurrió con el cometa Lovejoy en 2011, que produjo un espectáculo celestial tras su paso por el perihelio. Otros, como el cometa Ikeya-Seki en 1965, se desintegraron en pedazos, ofreciendo un espectáculo fugaz.
Oportunidad única de observación
Este cometa es especial no solo por la época del año en que se produce su paso, sino también por la posibilidad de que sea la única vez que lo veamos. Al ser un cometa no periódico, proveniente de la lejana nube de Oort, su órbita lo llevará nuevamente fuera del sistema solar, y podría tardar miles de años en regresar, si es que lo hace alguna vez
No lo dejes pasar, si tienes la oportunidad de observarlo este mes, no la desaproveches. Incluso si el cometa se desintegra, el espectáculo de su cola podría ser memorable. Los cometas, por su naturaleza impredecible, siempre presentan un atractivo especial para los astrónomos.

¿Qué es ATLAS?
ATLAS (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System) es un sistema de detección temprana de asteroides y cometas que podrían impactar la Tierra. Fue desarrollado por la Universidad de Hawái y está financiado por la NASA. El objetivo principal de ATLAS es descubrir y monitorear objetos cercanos a la Tierra (NEOs, por sus siglas en inglés) que podrían representar un riesgo de colisión, proporcionando alertas tempranas con días o semanas de anticipación.
ATLAS se compone de una red de telescopios automatizados que escanean el cielo en busca de objetos que se mueven rápidamente, y tiene la capacidad de detectar objetos de hasta unos 100 metros de diámetro con una antelación de varios días. Este sistema fue diseñado específicamente para detectar asteroides más pequeños que no suelen ser captados por los grandes programas de seguimiento a largo plazo. Aunque estos objetos son menos catastróficos que los grandes asteroides, aún podrían causar graves daños si impactan en zonas habitadas.
Desde su puesta en marcha en 2017, ATLAS ha sido responsable de descubrir numerosos asteroides y cometas. El sistema ha demostrado su valor no solo para la defensa planetaria, sino también para la astronomía en general, al identificar objetos como el cometa C/2024 S1 (ATLAS), el cual fue nombrado en honor a este sistema de detección. Esta capacidad para monitorear el cielo constantemente es crucial para prevenir posibles impactos y mitigar riesgos en el futuro
