La Tierra era un lugar muy diferente al que conocemos hoy. Tenemos que viajar atrás en el tiempo, hace 500 millones de años, en plena era Paleozoica, en la que una combinación única de procesos geológicos y evolución biológica condujo a una explosión de vida y a un entorno muy diferente a nuestro planeta a día de hoy. Analizamos la explosión cámbrica.
El contexto de la Tierra hace 500 millones de años
¿Cómo era la Tierra exactamente?
El período Cámbrico comenzó hace unos 541 millones de años y terminó hace unos 485,4 millones de años.
El rol del supercontinente Gondwana
En este período, los continentes de la Tierra estaban unidos principalmente en el hemisferio sur. Ya se había formado el supercontinente Gondwana, integrado por lo que actualmente es África, América del Sur, Australia, la Antártida, el subcontinente indio y la Península Arábiga y el océano cubría una superficie colosal donde los mares cálidos y poco profundos estaban llenos de vida.

Clima y condiciones atmosféricas
La explosión cámbrica, aunque parezca un abrir y cerrar en términos geológicos, duró unos 20-25 millones de años, y también llevaba consigo una gran actividad tectónica, que provocó muchas erupciones volcánicas que ayudaron a que el clima se tornase más cálido gracias a la liberación de grandes cantidades de dióxido de carbono a la atmósfera.
Estas buenas temperaturas posibilitaron un repentino estallido de biodiversidad a menudo se compara con un "big bang biológico".
La explosión cámbrica: un cambio radical en la vida
Organismos pre-cámbricos: los ediacáricos
Antes de la explosión cámbrica, la Tierra estaba habitada por un grupo de enigmáticas formas de vida conocidas como organismos ediacáricos (del Ediacarano), que prosperaron hace entre 635 y 541 millones de años. Estos organismos de cuerpo blando no se parecían a nada de lo que podemos encontrarnos hoy en día, algo que ha desconcertado durante décadas a los científicos.

Evolución rápida: surgimiento de nuevas especies
Lo más destacado, sin duda, es que la Tierra se encontraba en medio de un oleaje evolutivo conocido como Explosión Cámbrica. Este período se caracterizó por una proliferación sin precedentes de diversas formas de vida, muchas de las cuales sentaron las bases de los grupos biológicos modernos.
Organismos emblemáticos: opabinia, anomalocaris y trilobites
Con ejemplares como Opabinia, con sus cinco ojos y su extraña probóscide (sí, era un animal con trompa), Anomalocaris, un gran artrópodo depredador con rasgos físicos muy llamativos y, por supuesto, los conocidos Trilobites, el grupo más diverso de artrópodos primitivos. Estos organismos estuvieron entre los primeros en desarrollar exoesqueletos duros, que proporcionaban protección y soporte estructural. También representan la primera evidencia de ojos de animales, lo que marcaría un antes y un después en los comportamientos depredadores y defensivos de las criaturas de la época.
El surgimiento de los cordados y cnidarios
Los Cordados, el filo al que pertenecemos los humanos, hicieron su primera aparición durante el período Cámbrico. La característica más llamativa que define a estas criaturas es una notocorda, una especie de columna vertebral primitiva, que sostiene el cuerpo y actúa como ancla para los músculos.
Los cnidarios, el grupo que comprende las actuales medusas, corales y anémonas de mar, también tuvieron una presencia significativa durante el período Cámbrico. Ellos formarían los primeros y extensos ecosistemas submarinos que proporcionaron hábitats para otros organismos.
Transición al período ordovícico
Tras el Cámbrico llegó el Ordovícico
El período Ordovícico duró desde hace 485,4 hasta aproximadamente 443,8 millones de años. Durante este período, la biodiversidad siguió aumentando y aparecieron las primeras plantas tal y como las conocemos hoy. La vida en los mares del Ordovícico seguía siendo muy diversa. Junto a los restos de la fauna cámbrica, comenzaron a formarse los primeros arrecifes de coral y los moluscos se hicieron más comunes. Pero, ¿y en tierra firme?
Aparición de arrecifes de coral y primeras plantas
Allí empezaban a aparecer las primeras señales de vida. Plantas primitivas, similares a las hepáticas, comenzaron a colonizar la tierra un tanto árida, preparando el escenario para la evolución de ecosistemas terrestres más complejos.
Durante el Ordovícico, los arrecifes de coral comenzaron a desempeñar un papel crucial en la estructura de los ecosistemas marinos. Estos arrecifes proporcionaban refugio y alimento para una amplia variedad de especies. La aparición de arrecifes de coral marcó un hito en la evolución de los ecosistemas marinos, ya que crearon entornos ricos en biodiversidad que fomentaron la evolución de nuevas formas de vida.
Colonización terrestre: preparando los ecosistemas del futuro
Aunque los dinosaurios y los mamíferos aún no habían aparecido en el escenario de la vida, -de hecho los primeros dinosaurios no aparecieron hasta el Triásico, hace entre 231-243 millones de años-, ya estaban sentadas las bases para su eventual aparición y posterior dominación de la Tierra como especie depredadora, al menos, para los grandes dinosaurios como el conocido Tyrannosaurus rex o Spinosaurus.

Impacto de la explosión cámbrica en la biodiversidad
Duración y consecuencias evolutivas
La Explosión Cámbrica, aunque breve en términos geológicos, tuvo un impacto duradero en la biodiversidad de la Tierra. Durante este período, que duró entre 20 y 25 millones de años, se establecieron las bases para la diversidad biológica que conocemos hoy. La rápida evolución de nuevas especies y la aparición de características innovadoras marcaron un punto de inflexión en la historia de la vida que transformaron los ecosistemas marinos y sentaron las bases para la evolución futura.
Comparación con otros períodos geológicos
La explosión cámbrica se destaca en la historia de la Tierra como un período de innovación evolutiva sin precedentes. Comparado con otros períodos geológicos, el Cámbrico fue un tiempo de cambio rápido y transformación, donde la vida experimentó una diversificación extraordinaria. Aunque otros períodos, como el Ordovícico y el Devónico, también fueron testigos de importantes avances evolutivos, la explosión cámbrica sigue siendo un evento único en la historia de la vida.
Referencias
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- “Exceptional soft tissue preservation reveals a cnidarian affinity for a Cambrian phosphatic tubicolous enigma” by Guangxu Zhang, Luke A. Parry, Jakob Vinther and Xiaoya Ma, 2 November 2022, Proceedings of the Royal Society B Biological Sciences. DOI: 10.1098/rspb.2022.1623
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