Los delfines son mamíferos marinos pertenecientes a la familia Delphinidae, dentro del orden Cetacea y del parvorden Odontoceti, es decir, cetáceos con dientes. Con aproximadamente 90 especies diferentes, estos animales se distinguen por su inteligencia avanzada, por su comportamiento social complejo y por sus grandes habilidades acrobáticas.
Tienen cuerpos hidrodinámicos, musculatura y aletas pectorales y dorsales bien desarrolladas, y un hocico prominente que les confiere una expresión amistosa. Poseen una piel lisa y una capa de grasa subcutánea que les ayuda a mantener la flotabilidad y la temperatura corporal. La ecolocación, una forma de sonar biológico similar al que usan los barcos, les permite navegar, cazar y comunicarse en el agua. Los delfines habitan en todos los océanos del mundo e incluso también en algunos ríos.
Aún sabiendo que la mayoría son animales marinos, que pueden moverse libremente por mares y océanos, vamos a centrarnos solamente en aquellas especies que se pueden encontrar en las aguas bajo jurisdicción española, aunque lógicamente también puedan estar en otros sitios.
¿Qué especies de delfines podemos ver en España?
Así pues, las especies más comunes que podemos observar en nuestro litoral y nuestros mares son:
Delfín común (Delphinus delphis): Presenta una longitud de hasta 2,4 metros y puede llegar a pesar más de 100 kg. Son inconfundibles puesto que tiene unas manchas de color crema y blanco en los costados que lo hacen inconfundible. También se le llama delfín de aletas cortas, precisamente por tener aletas más pequeñas que las de otras especies, pero su hocico es fino y alargado. Esta especie ha sido representa a menudo en el arte y la cultura de la Antigua Grecia y Roma

Delfín listado (Stenella coeruloalba): Es ligeramente más pequeño que el delfín común, Para reconocerlo también hay que fijarse en su aspecto, del que nos da una pista su nombre vulgar, ya que presenta una línea negra o azul oscuro lateral que va desde los ojos hasta casi la cola. La parte inferior del cuerpo es de color blanco o rosado. Presentan también otras dos franjas azules que van desde detrás de los oídos hasta la zona superior de las aletas pectorales. La parte trasera, la aleta dorsal, la cabeza y el hocico son de color azul oscuro. Otra característica es que se mueve en grandes grupos de hasta más de 100 individuos.
Delfín mular (Tursiops truncatus): Es el delfín típico que se suele encontrar en parques acuáticos y exhibiciones, por lo que su imagen es la que más rápido se nos viene a la mente cuando pensamos en un delfín. Es la especie de mayor tamaño de las que llevamos listadas, alcanzando hasta los 4 metros. Su color es gris uniforme.

Delfín moteado (Stenella frontalis): Es un delfín de tamaño más pequeño que los anteriores (llegando a medir algo más de 2 metros). Su aleta dorsal es curvada, siendo esta una de las características más reconocibles de esta especie. Su hocico es fino y alargado y cuenta con una zona oscura en su parte superior. Su nombre vulgar se debe a las motas blancas que presenta sobre su lomo gris que se tornan negras sobre el vientre blanco. Las crías e individuos más jóvenes carecen de ellas y van apareciendo conforme el delfín va alcanzando su madurez, momento en que están distribuidas densamente por todo el cuerpo.
Delfín de dientes rugosos (Steno bredanensis): Este delfín puede medir hasta 2,5 m y pesar unos 150 kg. Los rasgos más característicos de esta especie son su cabeza cónica y su nariz alargada y esbelta. También es muy pronunciada su aleta dorsal. En cuanto a su coloración, su hocico, su garganta y su vientre son de color blanco-rosado, mientras que sus flancos son de un gris claro. La espalda y la aleta dorsal son de color gris oscuro. Posee entre 20 y 27 dientes en cada fila que cuentan con arrugas y crestas verticales, tenues pero detectables, que han dado lugar al nombre vulgar por el que se le conoce.

También se pueden encontrar otras especies de la misma familia (odontocetos) como son las conocidas orcas (Orcinus orca), los calderones. el gris (Grampus griseus) y el negro (Globicephala melas), la marsopa (Phocoena phocoena), el zifio de Cuvier (Ziphius cavirostris), el cachalote (Physeter macrocephalus), el cachalote pigmeo (Kogia breviceps) y el cachalote enano (Kogia sima).
¿Y dónde podemos verlos?
Normalmente estos mamíferos marinos son un espectáculo que maravilla a niños y adultos por igual. España, con su extensa costa y diversos ecosistemas marinos, ofrece múltiples oportunidades para observar a la mayoría de cetáceos que hemos nombrado en su hábitat natural. Los principales son:
Las Islas Canarias. Por su situación en el Océano Atlántico, son uno de los destinos más destacados para el avistamiento de delfines en España. Gracias a su clima templado y sus aguas ricas en nutrientes, estas islas albergan una gran diversidad de especies marinas, incluidas varias especies de delfines.
Tenerife, en particular, es famosa por sus excursiones en barco para observarlos. Las aguas alrededor de la isla son hogar de delfines mulares y delfines de dientes rugosos, entre otros. Empresas especializadas en ecoturismo ofrecen salidas diarias, proporcionando una experiencia educativa que promueve la conservación y el respeto por estos animales.
El Estrecho de Gibraltar es otro lugar privilegiado para el avistamiento de delfines en España. Esta franja de agua, que separa Europa de África, es una ruta de migración principal para muchas especies marinas. Aquí es posible ver delfines comunes, delfines listados y delfines mulares.
Las salidas en barco desde Tarifa y Algeciras son bastante populares y las aguas relativamente tranquilas del estrecho ofrecen excelentes condiciones para la observación. Además de delfines, no es raro avistar calderones y orcas, lo que hace de esta región un paraíso para los entusiastas de la vida marina.
Galicia, con su accidentada costa atlántica y rías profundas, es otro excelente destino para el avistamiento de delfines en nuestro país. Las rías de Vigo y Arousa son particularmente conocidas por su abundancia de vida marina.
En estas aguas, se pueden ver delfines mulares y, ocasionalmente, delfines comunes. Allí son llamados arroaces. Las excursiones en barco suelen partir de los puertos de O Grove y Vigo, donde guías experimentados brindan información sobre el comportamiento y la ecología de los delfines, así como sobre la importancia de la conservación de sus hábitats.

La Costa del Sol y la Costa Brava, en el sur y en el noreste de España, respectivamente, también ofrecen oportunidades para ver delfines en el mar Mediterráneo. En la Costa del Sol, las excursiones suelen salir de localidades como Marbella y Estepona. Aquí, es común ver delfines mulares y, con algo de suerte, delfines listados.
En la Costa Brava, localidades como Roses y L'Estartit son puntos de partida para este tipo de excursiones. Los delfines listados son frecuentes en esta región, y las aguas cristalinas del Mediterráneo proporcionan una excelente visibilidad para la observación.
Observar delfines en su entorno natural es una experiencia muy emocionante, gratificante y educativa, pero es vital hacerlo de manera responsable. La creciente popularidad del turismo de avistamiento de delfines puede tener un impacto negativo en estas especies si no se gestiona adecuadamente. Por ello, las excursiones deben seguir un código de conducta estricto para minimizar el estrés de los delfines y la perturbación de su hábitat.
Observar delfines en su entorno natural es una experiencia muy emocionante, gratificante y educativa, pero es vital hacerlo de manera responsable.
Esto incluye mantener una distancia segura, no perseguir a los animales, y evitar hacer ruidos fuertes o movimientos bruscos. Además, es fundamental elegir operadores turísticos que tengan un compromiso claro con la conservación y que trabajen en estrecha colaboración con biólogos marinos y organizaciones de protección de la vida silvestre.
Para ir terminando, podemos decir que España ofrece una amplia variedad de lugares para observar delfines en su hábitat natural, desde las cálidas aguas del Atlántico en las Islas Canarias, Galicia y la cornisa cantábrica, hasta el estrecho de Gibraltar y la Costa del Sol y la Costa Brava en el Mediterráneo.
Cada uno de estos destinos proporciona una oportunidad única para conectarse con la naturaleza y aprender sobre la vida marina. Sin embargo, debemos recordar que este tipo de actividades conlleva una gran responsabilidad. Es crucial que todos los curiosos y entusiastas de los delfines apoyen prácticas de avistamiento sostenibles y trabajen juntos para asegurar que las futuras generaciones puedan disfrutar de estos asombrosos mamíferos marinos.
Por cierto, y como conclusión, hoy 23 de julio se celebra el Día Mundial de las ballenas y delfines, que tiene como finalidad proteger a estos animales que son vitales para mantener el equilibrio natural de los océanos.