La vida de Caroline Herschel: la primera mujer que recibió un salario por hacer ciencia

Nacida en la modestia y condicionada por su época, Caroline Herschel rompió moldes y conquistó el cielo, dejando una huella imborrable en la historia de la astronomía.
De asistenta doméstica a exploradora del universo: el asombroso viaje de Caroline Herschel, una pionera de la astronomía. Fuente: ChatGPT / E. F.

Caroline Lucretia Herschel, nacida el 16 de marzo de 1751 en Hannover, Alemania, es recordada como una de las figuras más importantes en la historia de la astronomía. Proveniente de una familia humilde, Caroline tuvo que enfrentarse a las convenciones sociales de su tiempo, dedicando su vida al estudio de los astros y logrando avances que sentaron las bases para generaciones futuras de la astronomía.

Caroline fue la octava hija de Isaac Herschel, un músico militar que trabajaba como director de banda, y Anna Ilse Moritzen. Desde temprana edad, Caroline tuvo que enfrentarse a una serie de dificultades. A los diez años, contrajo tifus, lo que afectó su crecimiento y limitó su estatura a solo 1,30 metros. Además, su madre, desinteresada en la educación de las hijas, la obligó a dedicarse exclusivamente a las tareas domésticas.

Reconocimiento del talento

Sin embargo, su hermano mayor, William Herschel, vio en Caroline un potencial que su madre no supo reconocer. William, quien había emigrado a Inglaterra en 1757 y se había establecido como músico, invitó a Caroline a unirse a él en 1772. Caroline aceptó, abandonando la vida que conocía en Alemania para seguir a su hermano.

En Inglaterra, Caroline comenzó ayudando a William en su carrera musical, pero pronto se vio atraída por su creciente interés en la astronomía. William había comenzado a construir telescopios y a realizar observaciones astronómicas, y Caroline se convirtió en su asistente. A lo largo del tiempo, su rol evolucionó de asistente a colaboradora, realizando cálculos, preparando observaciones y ayudando en la construcción de telescopios.

Caroline Herschel. Fuente: Wikipedia

Su primer descubrimiento

El talento de Caroline pronto se hizo evidente. En 1786, hizo su primer gran descubrimiento, al encontrar un cometa que luego sería conocido como “C/1786 P1 (Herschel)”. Este fue solo el primero de los ocho cometas que descubriría a lo largo de su carrera. Su capacidad para rastrear estos cuerpos celestes fue notable, especialmente en una época en la que el campo de la astronomía estaba dominado por hombres.

Además de sus descubrimientos, Caroline también hizo contribuciones significativas a la catalogación de estrellas. Entre 1798 y 1801, trabajó en la revisión y corrección del “Catálogo de estrellas de Flamsteed”, un trabajo exhaustivo que contribuyó enormemente al progreso de la astronomía. Su minuciosa labor fue fundamental para el desarrollo de mapas estelares más precisos.

A pesar de sus logros, Caroline tuvo que lidiar con la discriminación de género, un dinámica tristemente común para las mujeres científicas de su época. Sin embargo, su trabajo no pasó desapercibido. En 1787, el rey Jorge III le otorgó un salario anual, algo que la convertiría en la primera mujer en la historia en recibir un salario por su trabajo en la ciencia.

El cometa 35P/Herschel–Rigollet, descubierto originalmente por Caroline Herschel en 1788, fotografiado en su reaparición de 1939 desde el Observatorio Flammarion, en Juvisy. Fuente: Wikipedia

Reconocimientos

En 1828, la Royal Astronomical Society la honró con su Medalla de Oro, siendo la primera mujer en recibir este prestigioso reconocimiento. En 1835, se convirtió en una de las primeras mujeres en ser elegidas miembro honorario de la misma sociedad, junto con Mary Somerville.

Caroline continuó trabajando en astronomía hasta una edad avanzada. En 1822, tras la muerte de William, regresó a Hannover, donde continuó con su trabajo en colaboración con su sobrino John Herschel, quien también se convertiría en un renombrado astrónomo.

Caroline Herschel falleció el 9 de enero de 1848, a la edad de 97 años, en su ciudad natal de Hannover. Fue enterrada con honores, y en su epitafio, escrito por ella misma, se lee: “Los ojos de ella, en la gloria, están vueltos hacia los cielos estrellados”.

El impacto de Caroline Herschel en la astronomía no se mide solo por los cometas y estrellas que descubrió, sino también por el hecho de que abrió la puerta a una nueva generación de mujeres científicas. En reconocimiento a su trabajo, varios cráteres en la Luna y Marte llevan su nombre, al igual que un asteroide, el 281 Lucretia, en honor a su segundo nombre. Estos homenajes celestiales son un testamento duradero de la influencia que Caroline tuvo en la ciencia.

Fuente: ChatGPT / E. F.

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