El motivo de los picores en cicatrices

¿Has sentido alguna vez un molesto picor en una cicatriz antigua o reciente? Descubre qué lo provoca y cómo aliviarlo.
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A todos nos ha pasado. Al cicatrizar, las heridas normalmente causan picores de diversa intensidad. Esto se debe a la presencia de unas células especiales del sistema inmune llamadas mastocitos. Éstas, que intervienen en el proceso de cicatrización, albergan en su citoplasma -el líquido que rellena las células- una especie de saquitos con histamina y otras sustancias químicas que cuando se liberan en la zona herida provocan diversas reacciones, como dilatación de los capilares e inflamación. Los picores en cicatrices constituyen un efecto colateral provocado por la irritación de las terminaciones nerviosas. A veces, la molestia es tan persistente que muchas personas, sobre todo los niños, se rascan la cicatriz, lo que retrasa su curación.

El proceso de cicatrización y sus efectos

Cuando sufrimos una herida, el cuerpo inicia un complejo proceso de cicatrización para reparar el daño. Durante este proceso, es común experimentar picores en la cicatriz. Esta sensación se debe, en gran medida, a la actividad de ciertas células del sistema inmunitario conocidas como mastocitos. Estas células desempeñan un papel crucial en la reparación de tejidos al liberar histamina y otras sustancias químicas que provocan reacciones locales, como la dilatación de los capilares y la inflamación. Aunque estas reacciones son necesarias para la curación, también son responsables de la irritación de las terminaciones nerviosas, lo que resulta en la incómoda sensación de picor.

¿Qué ocurre en una herida cicatrizada?

Cuando una herida comienza a cicatrizar, el cuerpo se embarca en un proceso de regeneración que incluye varias etapas. Inicialmente, se forma una costra que protege la zona mientras las células trabajan debajo para reparar el tejido dañado. A medida que el tejido nuevo se forma, las terminaciones nerviosas en la piel pueden quedar expuestas o irritadas, lo que provoca picores. Esta fase es crucial, ya que el cuerpo está reconstruyendo la barrera protectora de la piel, y cualquier interferencia, como rascarse, puede retrasar la curación.

El papel del sistema inmunitario en la cicatrización

El sistema inmunitario desempeña un papel fundamental en la cicatrización. Los mastocitos, un tipo de célula inmunitaria, son esenciales en este proceso. Estas células liberan histamina, una sustancia que ayuda a regular la inflamación y la respuesta alérgica. La histamina provoca la dilatación de los capilares, facilitando el acceso de más células inmunitarias al área afectada para combatir infecciones y promover la reparación del tejido. Sin embargo, este aumento de la actividad celular también puede irritar las terminaciones nerviosas, causando picores en la cicatriz.

Mastocitos llenos de gránulos (de color violeta) de histamina. Wikimedia Commons.

La histamina y su relación con los picores

La histamina es un componente clave en la respuesta del cuerpo a las heridas. Liberada por los mastocitos, esta sustancia química tiene varias funciones, entre ellas, la regulación de la inflamación y la promoción de la cicatrización. Sin embargo, la presencia de histamina en la zona de la herida también puede desencadenar picores. Esta reacción es parte del proceso natural de curación, pero puede ser incómoda y persistente, especialmente en cicatrices que están en proceso de maduración.

¿Cómo afectan los mastocitos a las cicatrices?

Los mastocitos son células especializadas que juegan un papel crucial en la respuesta inmunitaria. En el contexto de una herida, estas células se activan y liberan histamina, lo que provoca una serie de reacciones en la piel. La histamina no solo contribuye a la inflamación, sino que también puede causar la contracción de los músculos lisos y aumentar la permeabilidad de los vasos sanguíneos. Estas respuestas son esenciales para la curación, pero también pueden irritar las terminaciones nerviosas, lo que explica por qué las cicatrices pueden picar durante el proceso de curación.

La histamina: su función y efectos en una cicatriz

La función principal de la histamina en una cicatriz es mediar en la respuesta inflamatoria y facilitar la reparación del tejido. Al ser liberada, la histamina provoca la dilatación de los capilares, lo que permite un mayor flujo sanguíneo y el transporte de células inmunitarias al área dañada. Aunque este proceso es beneficioso para la curación, la histamina también puede irritar las terminaciones nerviosas cercanas, resultando en picores. Esta es una de las razones por las que muchas personas experimentan picazón en las cicatrices, especialmente cuando están en proceso de cicatrización.

Terminaciones nerviosas y picores: una conexión irritante

Las terminaciones nerviosas en la piel son extremadamente sensibles y pueden reaccionar a cambios en el entorno químico, como la liberación de histamina. Cuando los mastocitos liberan histamina en respuesta a una herida, las terminaciones nerviosas pueden irritarse, provocando la sensación de picor. Esta respuesta es una parte normal del proceso de curación, aunque puede ser molesta. En algunos casos, el picor puede ser lo suficientemente intenso como para llevar a la persona a rascarse, lo que puede dañar la piel en proceso de cicatrización y retrasar la curación.

Rascar la zona cicatrizada puede, además de impedir su curación, dañar al resto de la piel. Pexels/Kaboompics.

Consecuencias de rascarse una cicatriz

Rascarse una cicatriz puede tener varias consecuencias negativas. Aunque el impulso de aliviar el picor es fuerte, rascarse puede interrumpir el proceso de curación y aumentar el riesgo de infección. Cuando se rasca una cicatriz, se pueden dañar las capas superficiales de la piel, lo que no solo retrasa la cicatrización, sino que también puede dejar marcas permanentes o empeorar el aspecto de la cicatriz.

El impacto del rascado en la curación

Rascarse una cicatriz puede tener un impacto significativo en la curación. Al rascarse, se corre el riesgo de abrir la herida nuevamente, lo que puede resultar en una cicatrización más lenta y menos efectiva. Además, el rascado puede introducir bacterias en la herida, aumentando el riesgo de infección. Las infecciones pueden complicar el proceso de cicatrización, provocando inflamación adicional y, en algunos casos, requiriendo tratamiento médico.

Riesgos del rascado en cicatrices, especialmente en niños

Los niños son particularmente propensos a rascarse las cicatrices debido a la incomodidad del picor y su menor capacidad para resistir el impulso. Rascarse puede llevar a complicaciones adicionales en los niños, como aumentar el riesgo de infecciones y provocar cicatrices más pronunciadas. Es importante educar a los niños sobre los riesgos de rascarse y ofrecer alternativas para aliviar el picor, como cremas hidratantes o apósitos protectores, que pueden ayudar a minimizar el daño a la piel en proceso de cicatrización.

Retrato del militar español Vicente de Quesada, quien sufrió numerosas heridas combatiendo en la invasión francesa de España (1808-1814) que le dejarían unas notables cicatrices. Wikimedia Commons.

Preguntas frecuentes sobre picores en cicatrices

Los picores en cicatrices suscitan muchas dudas, sobre todo si hemos tenido una intervención quirúrgica o una herida reciente. Resolvemos estas cuestiones, recomendando siempre que rascarse no es la solución.

¿Por qué las cicatrices antiguas pican?

Las cicatrices antiguas pueden picar debido a varios factores. Con el tiempo, las fibras de colágeno que componen la cicatriz pueden tensarse, lo que puede irritar las terminaciones nerviosas y causar picor. Además, los cambios en el clima o la humedad pueden afectar la piel alrededor de la cicatriz, provocando picazón. En algunos casos, las cicatrices pueden volverse más sensibles con el tiempo, lo que explica por qué algunas personas experimentan picores en cicatrices antiguas.

¿Qué hacer si una cicatriz pica mucho?

Si una cicatriz pica mucho, es importante evitar rascarse para no dañar la piel. Aplicar una crema hidratante o un gel calmante puede ayudar a aliviar el picor. Además, mantener la cicatriz limpia y protegida puede prevenir infecciones y reducir la irritación. Si el picor persiste o se acompaña de otros síntomas, como enrojecimiento o hinchazón, es recomendable consultar a un dermatólogo para recibir un tratamiento adecuado.

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