La palabra "mojigato" describe a personas que aparentan humildad o virtud, pero ocultan intenciones menos nobles. ¿Sabes de dónde procede este curioso término? Te lo contamos aquí.
Definición y significado de mojigato
¿Qué significa ser mojigato?
Se llama mojigato a quien se hace el humilde a la espera de que le llegue el momento para cumplir sus propósitos; al que se escandaliza con facilidad por las costumbres o los actos ajenos; o al que da muestras de una moralidad o virtud exageradas, que está lejos de tener.
¿Es mojigata un insulto?
El término "mojigata" puede considerarse peyorativo, ya que señala una incongruencia entre la apariencia y la realidad de una persona. Al describir a alguien como mojigato, se sugiere que esta persona es hipócrita o que su moralidad es superficial. En muchos contextos, pone en duda la integridad y autenticidad de la persona. Sin embargo, el uso del término varía según el contexto y, en algunos casos, puede ser empleado de manera más ligera o humorística.
Etimología de mojigato
Origen del término y evolución histórica
En algunas zonas, mojo era una forma castiza de nombrar al gato. Este felino es conocido por su naturaleza ambivalente: por un lado, dócil y cariñoso, y por otro, capaz de actuar de manera inesperada.
Relación con la dualidad del carácter del gato
Mojigato equivale a llamar a alguien gato por partida doble, en alusión a las dos caras opuestas del carácter del felino: por un lado, sus maneras suaves, modosas y temerosas, y por otro, su carácter taimado y traicionero, capaz de atacar cuando nadie lo espera.
De 'mojo' a 'mojigato': un viaje lingüístico
Probablemente al que fingía los mimos y arrumacos del minino para soltar luego el zarpazo a la mano que lo acaricia le llamarían mojo. Pero al dejar de entenderse esta palabra como sinónimo de gato, fue preciso añadirle la más común y así pudo formarse mojigato.

Moralidad y virtud en el término mojigato
Implicaciones de una moralidad exagerada
El término "mojigato" lleva consigo una crítica implícita a la moralidad exagerada. Las personas descritas como mojigatas suelen mostrar una fachada de virtud que no siempre corresponde con sus acciones reales. Esta incongruencia puede llevar a una percepción de hipocresía, ya que la moralidad que exhiben no es auténtica. En la sociedad, por tanto, el mojigato se convierte en un símbolo de la disonancia entre apariencia y realidad.
Comportamiento mojigato en la sociedad
El comportamiento mojigato es común en diversos contextos sociales, donde las apariencias a menudo juegan un papel crucial. En muchos casos, las personas adoptan actitudes mojigatas para encajar en ciertos entornos o para evitar el juicio de los demás. Sin embargo, esta fachada puede ser contraproducente, ya que la falta de autenticidad es fácilmente percibida y criticada. En la sociedad actual, donde la transparencia y la honestidad son cada vez más valoradas, el comportamiento mojigato puede ser visto como una barrera para establecer relaciones genuinas y significativas.
El uso del término en diferentes contextos
Inflexiones y variaciones del sustantivo y adjetivo
El término "mojigato" se utiliza tanto como sustantivo como adjetivo, y su significado puede variar según el contexto. Como sustantivo, describe a una persona que finge humildad o virtud, mientras que como adjetivo, se emplea para calificar comportamientos o actitudes que reflejan esta hipocresía moral.
Ejemplos de uso en la cultura popular
En la cultura popular, el término "mojigato" ha sido utilizado para caracterizar a personajes que encarnan la dualidad entre apariencia y realidad. Ejemplos de personajes mojigatos incluyen a Ned Flanders de Los Simpson. Aunque Flanders muestra una fachada de bondad y religiosidad, a menudo es objeto de sátira por su moralismo exagerado. Asimismo, Charlotte York de Sexo en Nueva York representa a una persona cuya búsqueda de la perfección moral es motivo de humor y crítica.

Palabra relacionada: pitiminí
Origen y significado de pitiminí
La palabra pitiminí procede de los términos franceses petit –pequeño– y menu –menudo–, y es una voz que se emplea en la locución adverbial “de pitiminí” con el significado de poca importancia.
Uso en la descripción de conductas afectadas
También se suele utilizar esta construcción para hacer referencia a las personas sumamente delicadas, afectadas, melindrosas o directamente ñoñas. Por otra parte, en botánica existe una variedad de rosal de tallos trepadores que florece formando ramilletes de rosas diminutas, y que precisamente es conocida como rosa o flor de pitiminí, por su tamaño y delicadeza.

Referencias botánicas: la rosa pitiminí
En el ámbito de la botánica, "pitiminí" también se refiere a una variedad de rosal conocido por su tamaño reducido y delicadeza. La rosa pitiminí es una planta de tallos trepadores que florece en ramilletes de pequeñas rosas, apreciadas por su belleza y fragilidad. Esta referencia botánica añade una dimensión adicional al término, conectando su significado lingüístico con una imagen física de delicadeza y belleza efímera. La rosa pitiminí simboliza la combinación de lo pequeño y lo exquisito.
Referencias
- García-Borrón, J. C. 1995. "Recurrencias etimológicas: Los nombres de animales (1)". Anuario de estudios filológicos, 18: 165-176. URL: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=58842
- García-Seco, David Prieto. 2023. "Monjigata y otras etimologías populares". Centro Virtual Cervantes. URL: https://cvc.cervantes.es/el_rinconete/anteriores/junio_23/15062023_01.htm
- Ruiz, M. J. A. 2020. "Sobre la configuración formal de galicismos léxicos como palabras idiomáticas en estructuras locucionales en español". RILEX. Revista sobre investigaciones léxicas, 3(2): 7-31. DOI: https://doi.org/10.17561/rilex.3.2.5600