Los glaciares se generan por la acumulación de nieve compacta en zona continental, así que el agua de los icebergs, aunque estos gigantescos pedazos de hielo floten en el mar. Se trata de un agua tan pura y fresca que hasta se comercializa embotellada y en forma de hielo para tomar con vodka. Sólo podemos ver una séptima parte de su tamaño, ya que el resto permanece oculto bajo el agua.
Hay que diferenciar estos bloques de hielo de los que se forman por la congelación del agua del océano que rodea la Antártida, que son salados. Este hielo llega a ocupar un área de más de 20 millones de km2.
El agua pura se congela a 0 ºC, sin embargo, al agregar sal al agua, el punto de congelación se reduce. Cuanta más sal se disuelva en el agua, más baja será la temperatura de congelación. Por ejemplo, una solución salina con una concentración del 10% puede tener un punto de congelación tan bajo como -6 ºC. Esto se debe a que los iones de sal interfieren con la formación de enlaces entre las moléculas de agua, dificultando la cristalización del hielo. Se denomina descenso crioscópico y es una característica que se usa para descongelar la nieve en las calles cuando hay nevadas, usando camiones que esparcen sal.