Aunque este tema genera controversia, la respuesta es que no, pero sí existen organizaciones, grupos y logias que se autodenominan templarios, como la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salomón actual, que no tiene en realidad ningún vínculo directo con el grupo religioso y militar formado en el siglo XII, sino que simplemente tomó prestados algunos de sus símbolos e ideas.
En 1981, el Vaticano confeccionó una lista de organizaciones que se declaraban sucesoras de los templarios y encontró más de 400.
Algunas asociaciones de esta lista dedican su trabajo a fines altruistas (los Caballeros de la Alianza Templaria, contra la droga, por ejemplo) o a otros menos prácticos pero inocuos (la Orden de los Caballeros del Temple y de la Virgen María, interesada en la alquimia), o simplemente se trata de Hermandades o Maestrazgos que no son de linaje templario, sino más bien proyectos personales de todo tipo.
Algunas corrientes masónicas también dicen descender de los templarios, como el Rito Masónico Templario o la Estricta Observancia Templaria del Barón d’Hund, y algunos ritos masónicos tienen también grados relacionados con ellos.