El pancracio, el deporte de combate más violento de Grecia

Pancracio significa «fuerza total». En esta disciplina de lucha estaban permitidos todo tipo de patadas, golpes y agarres.
Cílica pancracio

El pancracio, considerado el deporte de combate más violento de la antigua Grecia, es el precursor de las artes marciales mixtas modernas. Su origen se atribuye a Teseo y su enfrentamiento con el minotauro. Este deporte, cuyo nombre significa "fuerza total" en griego, permitía casi cualquier técnica, excepto mordeduras y ataques a los ojos, y era conocido por su extrema brutalidad. Desde el siglo VII a.C., fue una disciplina olímpica, y su popularidad se extendió al Imperio Romano, donde se convirtió en parte de los espectáculos públicos.

Ánfora pancracio - Imagen: Wikicommons

Los combates de pancracio combinaban técnicas de boxeo y lucha, y se realizaban al aire libre, con luchadores desvestidos y ungidos en aceite. Sin categorías de peso, los enfrentamientos se organizaban por edad. Este deporte no solo era un espectáculo, sino también una herramienta en el campo de batalla, y su legado perdura en la literatura y el arte antiguos, simbolizando la fuerza y el valor de la civilización grecorromana.

Origen e historia del pancracio

Antecedentes históricos de las artes marciales mixtas

El pancracio es un precursor directo de las artes marciales mixtas que conocemos hoy. Surgió en un contexto donde la lucha y los deportes agonísticos eran parte esencial de la cultura. Aunque los registros históricos son escasos, se cree que fue Teseo quien, tras derrotar al minotauro, enseñó este arte a los humanos. La práctica del pancracio se extendió rápidamente por Grecia y otras civilizaciones antiguas, siendo una disciplina que requería no solo fuerza, sino también una gran habilidad técnica. Los luchadores eran venerados y sus victorias celebradas con loas y recompensas.

El significado de "fuerza total" en griego

La palabra "pancracio" proviene del griego "pankration", que se traduce como "fuerza total". Esta denominación no es casual, ya que el objetivo del combate era desplegar la totalidad de las habilidades físicas para vencer al oponente. A diferencia de otros deportes de la época, en el pancracio se permitía casi todo tipo de técnicas, excepto las mordeduras y los ataques a los ojos. Esta libertad de movimientos hacía del pancracio un deporte extremadamente peligroso, donde las muertes no eran infrecuentes. Los combates terminaban cuando un luchador lograba reducir completamente al otro o este se rendía levantando un dedo.

El pancracio como disciplina olímpica desde el siglo VII a.C.

A partir del siglo VII a.C., el pancracio fue incluido en los Juegos Olímpicos, lo que le otorgó un estatus aún más prestigioso. Los atletas que participaban eran considerados héroes y sus victorias eran motivo de orgullo para sus ciudades. La inclusión del pancracio en las olimpiadas reflejaba su importancia cultural y su aceptación como una forma legítima de competencia. A lo largo de los siglos, este deporte continuó evolucionando, pero siempre mantuvo su esencia de desafío extremo y prueba de habilidades físicas.

Boxeador romano - Imagen: Wikicommons

Adopción y promoción en el Imperio Romano

Con la expansión del Imperio Romano, el pancracio fue adoptado y promovido como parte de los juegos y espectáculos públicos. Los romanos, fascinados por la brutalidad y el espectáculo del pancracio, lo incorporaron a sus propias tradiciones deportivas. Escenas de pancracio comenzaron a aparecer en sarcófagos y cerámicas, y los combates se celebraban incluso durante los funerales de personajes ilustres. A través de estas representaciones artísticas, el pancracio dejó una huella indeleble en la cultura romana, convirtiéndose en un símbolo de fuerza y valor.

Reglas y técnicas del pancracio

Combinación de técnicas de boxeo y lucha

El pancracio combinaba técnicas de boxeo y lucha, creando un estilo único que requería tanto fuerza como estrategia. Los luchadores utilizaban golpes con los puños, patadas y una variedad de llaves y agarres para inmovilizar a sus oponentes. Esta combinación de técnicas permitía a los combatientes adaptarse a diferentes situaciones durante el combate, ya fuera en pie o en el suelo. La habilidad para cambiar de táctica rápidamente era crucial para el éxito en el pancracio, y aquellos que dominaban estas técnicas eran altamente respetados.

Prohibiciones: mordeduras y ataques a los ojos

A pesar de su brutalidad, el pancracio tenía ciertas reglas que los luchadores debían seguir. Las mordeduras y los ataques a los ojos estaban prohibidos, aunque en algunas regiones, como Lacedemonia, estas restricciones eran más laxas. Estas prohibiciones buscaban mantener un mínimo de seguridad para los participantes, aunque las peleas seguían siendo extremadamente peligrosas. Las reglas eran supervisadas por un árbitro, quien tenía la autoridad para detener el combate si se violaban las normas, aunque en la práctica, las infracciones eran comunes y a menudo pasaban desapercibidas.

Modalidades de combate: anō pankration y katō pankration

El pancracio se dividía en dos modalidades principales: anō pankration y katō pankration. La primera se refería a la lucha en posición vertical, donde las patadas y golpes eran fundamentales para desequilibrar al adversario. En cambio, el katō pankration se centraba en la lucha en el suelo, utilizando llaves y agarres para inmovilizar al oponente. Ambas modalidades requerían un alto nivel de habilidad y estrategia, y los luchadores debían ser versátiles para adaptarse a cualquiera de las situaciones durante el combate.

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La organización de los combates de pancracio incluía un sistema de selección aleatoria de parejas mediante fichas.

Selección aleatoria de parejas mediante fichas

La organización de los combates de pancracio incluía un sistema de selección aleatoria de parejas mediante fichas. Según describe Luciano en su obra Hermótimo, los luchadores depositaban fichas o habas marcadas con letras del alfabeto en una urna. Cada contendiente extraía una ficha y el árbitro formaba las parejas basándose en las letras marcadas. Este método aseguraba que las peleas fueran imparciales y que todos los luchadores tuvieran una oportunidad justa de competir. El sistema de sorteo era parte integral de la tradición del pancracio, añadiendo un elemento de sorpresa a cada torneo.

Práctica y características del pancracio

Desarrollo de combates al aire libre y desvestidos

El pancracio se practicaba al aire libre, en espacios de arena donde los luchadores se enfrentaban desvestidos. Esta práctica no solo era una demostración de valor y resistencia, sino que también permitía una mayor libertad de movimiento durante el combate. Los luchadores, expuestos al sol, debían encontrar una posición de lucha que minimizara los destellos y maximizara su efectividad. La falta de vestimenta también hacía que el combate fuera más crudo y visceral, resaltando la naturaleza primitiva y brutal del pancracio.

Uso de aceite en el cuerpo durante las peleas

Antes de los combates, los luchadores ungían sus cuerpos con aceite, una práctica que tenía múltiples propósitos. El aceite no solo resaltaba la musculatura de los atletas, sino que también dificultaba que el oponente pudiera agarrarlos fácilmente. Además, el uso de aceite tenía un componente ritual, simbolizando la preparación y purificación antes del enfrentamiento. Esta tradición era parte del espectáculo del pancracio, añadiendo un elemento estético a la brutalidad del deporte.

Lucha sin categorías, solo por edad

En el pancracio, no existían categorías de peso, lo que significaba que luchadores de diferentes complexiones podían enfrentarse entre sí. La única distinción que se hacía era por edad, dividiendo a los participantes en hombres y muchachos. Esta falta de categorías añadía un nivel adicional de desafío, ya que los luchadores debían adaptarse a oponentes de tamaños y estilos variados. La habilidad y la estrategia eran esenciales para superar estas diferencias y lograr la victoria en el combate.

Registro de luchadores destacados en inscripciones y obras antiguas

Los luchadores de pancracio más destacados dejaron su marca en la historia a través de inscripciones y obras literarias. Autores como Pausanias, Heródoto y Luciano documentaron las hazañas de estos atletas, quienes se convirtieron en leyendas de su tiempo. Nombres como Teágenes de Tasos y Marco Aurelio Demóstrato Dama resuenan en los registros antiguos como ejemplos de habilidad y valentía. Estos luchadores no solo eran celebrados en vida, sino que su legado perduró a través de los siglos, inmortalizado en la literatura y el arte.

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Ánfora ática, Heracles luchando contra Gerión.

Impacto y legado del pancracio

El pancracio en las batallas cuerpo a cuerpo

Más allá de su función como deporte, el pancracio también se utilizaba en el campo de batalla. La habilidad para luchar cuerpo a cuerpo era esencial en tiempos de guerra, especialmente cuando las armas no estaban disponibles. Heródoto menciona en sus Historias cómo los atenienses emplearon el pancracio durante la batalla de Mícala contra los persas. La capacidad de someter al enemigo en combate directo hacía del pancracio una herramienta valiosa para los soldados, demostrando su utilidad más allá de los juegos y espectáculos.

Muertes en combate reportadas en la antigüedad

La brutalidad del pancracio era tal que las muertes en combate no eran infrecuentes. Las fuentes de la antigüedad reportan numerosos casos de luchadores que perdieron la vida durante los enfrentamientos. Esta realidad añadía un elemento de riesgo y peligro que atraía tanto a participantes como a espectadores. Los combates eran una prueba extrema de resistencia y habilidad, donde solo los más fuertes y hábiles sobrevivían. A pesar de su peligrosidad, el pancracio seguía siendo un deporte extremadamente popular, reflejando la fascinación de la sociedad antigua por la violencia y el espectáculo.

Representaciones artísticas en la cultura romana

El impacto del pancracio se extendió más allá del ámbito deportivo, encontrando su lugar en la cultura y el arte romanos. Escenas de combates de pancracio aparecen en sarcófagos, cerámicas y otros objetos de arte, testimoniando su importancia cultural. Estas representaciones no solo celebraban la fuerza y habilidad de los luchadores, sino que también servían como recordatorio del valor y la destreza necesarios para dominar este deporte. A través del arte, el legado del pancracio perduró, convirtiéndose en un símbolo de la antigua civilización grecorromana.

Referencias al pancracio en la literatura y fuentes antiguas

El pancracio ha sido mencionado en numerosas obras literarias y fuentes antiguas, lo que nos permite comprender mejor su importancia en la sociedad de la época. Filósofos como Jenófanes y escritores como Luciano dedicaron comentarios a este deporte, destacando tanto su brutalidad como su atractivo. A través de estas referencias, podemos vislumbrar cómo el pancracio no solo era un espectáculo físico, sino también un fenómeno cultural que capturaba la imaginación de quienes lo presenciaban. La literatura antigua nos ofrece una ventana al mundo del pancracio, revelando su complejidad y su impacto duradero en la historia.

Referencias

Strasser, J.-Y. 2003. La carrière du pancratiaste Markos Aurèlios Dèmostratos Damas. Bulletin de correspondance hellénique, 127(1): 2003. pp. 251-299; doi : https://doi.org/10.3406/bch.2003.7129

Zenou, T. 2022. Millennia before UFC, there was the brutal Olympic sport of pankration. The Washington Post (acceso: 23/02/2022).

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