¿Te gustan estas obras? Son pinturas de Adolf Hitler

El líder nazi fue un artista frustrado. Un pintor mediocre que, sin embargo, tiene obras que se han vendido por cientos de miles de dólares en subastas. Analizamos las dotes artísticas de Adolf Hitler.
¿Te gusta esta obra? Es una pintura de Adolf Hitler

Adolf Hitler no solo fue el líder del Partido Nazi, máximo responsable del Holocausto y azote de los Aliados durante la Segunda Guerra Mundial. También fue pintor. Durante su juventud intentó ganarse la vida vendiendo sus pinturas de una producción que llegó a sumar cientos de obras. No tuvo mucho éxito, sin embargo, algunas de sus obras fueron encontradas tras la Segunda Guerra Mundial. ¿Qué pensaría Hitler al ver que algunos de sus cuadros se han subastado por decenas de miles de dólares?

Adolf Hitler como artista

Aspirar a ser un artista profesional ha sido siempre un objetivo difícil a lo largo de la historia. Hitler ni siquiera pudo acceder a la Academia de Bellas Artes de Viena debido a sus malas notas y falta de talento. Para algunos puede ser difícil imaginar a un joven obstinado y emprendedor Adolf que luchó por su sueño de ser artista vendiendo cuadros y postales durante varios años en Viena. Curiosamente, más tarde se descubriría que la mayoría de sus compradores fueron judíos.

La juventud de Hitler y su pasión por el arte

Durante sus años de juventud, Adolf Hitler soñaba con convertirse en un artista reconocido. Vivió en Viena, donde intentó ganarse la vida vendiendo sus pinturas y postales, un esfuerzo que no le trajo el éxito esperado. A pesar de las dificultades, su pasión por el arte lo mantuvo pintando, y llegó a producir cientos de obras. Curiosamente, muchos de los compradores de las pinturas de Adolf Hitler eran judíos, un hecho que contrasta fuertemente con su posterior ideología antisemita. La dedicación de Hitler al arte durante esta etapa de su vida muestra un lado menos conocido de su personalidad, marcado por la perseverancia y el deseo de reconocimiento artístico.

Rechazo en la Academia de Bellas Artes de Viena

Hitler aspiraba a estudiar en la Academia de Bellas Artes de Viena, pero fue rechazado en dos ocasiones debido a su falta de talento y técnica. Este rechazo fue un golpe duro para él, ya que consideraba el arte como su verdadera vocación. La crítica especializada de la época señalaba que las pinturas de Adolf Hitler carecían de la habilidad necesaria, especialmente en la representación de figuras humanas. Este fracaso en su intento de ingresar a la academia influyó significativamente en su vida, llevándolo a abandonar sus sueños de ser un artista profesional y a buscar otros caminos. A pesar de este revés, continuó pintando paisajes y escenas urbanas, desarrollando un estilo propio que, aunque no reconocido en su tiempo, ha sido objeto de interés en la actualidad.

Acuarela firmada por Adolf Hitler (1912). Wikimedia.

Estilos y técnicas en las pinturas de Hitler

Con el paso del tiempo se puede apreciar un cambio de estilo desde el romanticismo al impresionismo. Y, aunque faltan muchos estudios por hacer sobre las pinturas de Hitler, se puede apuntar que tras su paso por la Primera Guerra Mundial como soldado sus obras se empezaron a mostrar más oscuras y caóticas.

Del romanticismo al impresionismo

Las pinturas de Adolf Hitler evolucionaron a lo largo de los años, reflejando influencias de diferentes corrientes artísticas. Inicialmente, sus obras mostraban un estilo romántico, centrado en paisajes idílicos y edificios históricos. Sin embargo, con el tiempo, su estilo fue adoptando características del impresionismo, lo que se manifiesta en el uso de colores más vivos y una técnica más suelta. Este cambio en su estilo podría interpretarse como un intento de adaptarse a las tendencias artísticas de su época, aunque carecía de la profundidad y la innovación que caracterizaban a los grandes maestros del impresionismo. A pesar de ello, sus pinturas ofrecen una visión única de su perspectiva artística y de la evolución de su técnica.

La técnica de la pintura al óleo utilizada por Hitler

Además de las acuarelas, Adolf Hitler también experimentó con la técnica de la pintura al óleo, un medio que le permitía explorar diferentes texturas y matices de color. Aunque sus habilidades en este ámbito eran limitadas, algunos de sus óleos reflejan un intento de capturar la luz y la atmósfera de los lugares que pintaba. La Virgen María con Jesús es uno de los ejemplos más conocidos de su trabajo en óleo, aunque no logró el reconocimiento que buscaba. La técnica al óleo le ofrecía la posibilidad de realizar obras más detalladas y duraderas, pero su falta de formación académica y de práctica constante limitó su capacidad para dominar este medio.

Contexto histórico y evolución de su obra

Además de reflejar la pulsión artística en la mente de un genocida, las pinturas de Adolf Hitler nos dicen mucho más. Son un reflejo de la Alemania de los años 20: la República de Weimar, el ocaso de su pasado imperial, frustraciones bélicas y una fuerte crisis económica.

Impacto de la Primera Guerra Mundial en su arte

La experiencia de Adolf Hitler en la Primera Guerra Mundial dejó una huella profunda en su vida y en su obra artística. Al regresar del frente, sus pinturas comenzaron a mostrar tonalidades más oscuras y una atmósfera más caótica, reflejando posiblemente el trauma y la desilusión que experimentó durante el conflicto. Este cambio en su obra sugiere una transformación en su perspectiva del mundo, donde los horrores de la guerra se filtraron en su arte. Aunque no se han realizado suficientes estudios sobre esta etapa de su producción, es evidente que la guerra tuvo un impacto significativo en su estilo y en los temas que eligió representar.

Contraste entre su arte y sus acciones históricas

El contraste entre el arte de Adolf Hitler y sus acciones como líder del Tercer Reich es un tema de constante debate. Mientras que sus pinturas intentaban capturar la belleza del entorno, sus decisiones políticas y militares llevaron al mundo a uno de los períodos más oscuros de la historia. Este dualismo entre su faceta de artista y su rol como dictador plantea preguntas sobre la relación entre el arte y la moralidad. Aunque sus obras no tienen un valor artístico significativo, su existencia nos obliga a reflexionar sobre cómo una persona capaz de apreciar la belleza puede también ser responsable de tanta destrucción y sufrimiento.

La Virgen María con Jesús. Óleo sobre lienzo de Hitler (1913). Wikimedia.

El mercado y la ética en la venta de sus obras

El pasado nazi de Alemania y el escaso valor artístico de su obra han hecho que las pinturas de Hitler nunca hayan tenido mucha presencia en el mercado de obras de arte. Sin embargo, sí que ha habido intentos de subastar algunos de sus cuadros, con todas las implicaciones éticas que ello conlleva.

Falsificaciones y autenticidad de las pinturas de Hitler

El mercado de las pinturas de Adolf Hitler está plagado de controversias, especialmente en lo que respecta a la autenticidad de las obras. Se estima que muchas de las pinturas atribuidas a Hitler son falsificaciones, creadas para aprovechar la notoriedad de su nombre. La falta de valor artístico de sus obras ha llevado a que pocos expertos estén dispuestos a autenticar o valorar estas pinturas, lo que complica aún más su venta en subastas. Este problema de autenticidad no solo afecta el mercado, sino que también plantea cuestiones sobre la importancia de verificar el origen de una obra antes de considerarla parte de la historia del arte.

Cuestiones éticas en la compra de sus obras

En febrero de 2019 se levantó cierto revuelo desde la casa de subastas Weidler. Kathrin Weidler se vio obligada a leer una declaración antes de presentar el último lote del día. Le explicó al público que la casa se desmarcaba de toda responsabilidad moral por el objeto que procedían a subastar: “Aldea de un lago junto a las montañas” era una acuarela sin nada reseñable si no fuera por la firma de la esquina inferior derecha: “A. Hitler”. La puja comenzó en 45 000 euros. Nadie levantó la mano.

“Más allá de la cuestión moral de comprar arte mediocre solo porque lo pintó un dictador genocida, también está el problema de verificar si Hitler en realidad creó las obras. Se han fabricado y certificado como auténticas tantas pinturas falsas que nadie sabe cómo lucen las verdaderas pinturas de Hitler. Ya que no tienen ningún valor artístico, hay pocos valuadores profesionales dispuestos a estudiarlas”.

Tras el fracaso de la subasta, un señor entró en la sala de Weidler y preguntó si la obra de Hitler seguía en venta. Unos días después se confirmó que “Aldea en un lago junto a las montañas” se vendió por 30 000 euros a un comprador privado anónimo.

Firma “A. Hitler. Michael Probst/Associated Press.

Valoración y crítica contemporánea

El Ejército de Estados Unidos confiscó algunas pinturas de Adolf Hitler al finalizar la Segunda Guerra Mundial y hasta la fecha siguen ocultas, pues el gobierno se niega a exhibirlas. Sin embargo, en 2009 se vendieron 15 pinturas de Hitler por unos 120 000 dólares, otro lote por 100 000 euros y unos años más tarde una obra alcanzó los 42 300 dólares en una venta en Eslovaquia. La propia casa Weidler vendió “El antiguo ayuntamiento de Múnich” por 161 000 dólares en 2014.

Precios alcanzados en subastas

A pesar de la controversia, las pinturas de Adolf Hitler han alcanzado precios sorprendentes en subastas. En 2009, un conjunto de sus obras se vendió por 120 000 dólares, y en 2014, una pintura titulada "El antiguo ayuntamiento de Múnich" fue subastada por 161 000 dólares. Estos precios reflejan más el interés histórico y la curiosidad morbosa que el valor artístico de las obras. La fluctuación en los precios también depende de la autenticidad de las pinturas y de la disposición de los compradores a asociarse con un legado tan controvertido.

La postura de la casa de subastas Weidler

La casa de subastas Weidler ha estado en el centro de la polémica por la venta de obras atribuidas a Hitler. Antes de subastar una pintura, la casa suele distanciarse moralmente del objeto, afirmando que su responsabilidad es únicamente comercial. Esta postura ha sido criticada por algunos que consideran que las subastas de este tipo de obras glorifican indirectamente a un dictador. Sin embargo, Weidler y otras casas de subastas argumentan que su labor es preservar la historia, independientemente de su contenido moral, dejando la decisión final en manos de los compradores.

Estamos ante un tema complejo en cuanto al mercado del arte y los motivos que lo mueven, pero está claro que las pinturas de Hitler despiertan tanto repudio como atracción según a quien le preguntes. Lo que tampoco deja lugar a dudas es que Adolf Hitler ha pasado a la historia con las manos más manchadas de sangre que de pintura.

Referencias:

  • Fischer, A. 2023. Las pinturas de Adolf Hitler: las obras de arte que demuestran el pasado de fracasos del dictador alemán. ngenespanol.com.
  • Fuentes, H. 2021. Las pinturas de Adolf Hitler: La desconocida faceta artística del líder del Tercer Reich. guiioteca.com.
  • Schuetze, C. 2019. Are These Paintings Really by Hitler? German Authorities Are Investigating. nytimes.com.
  • Jarque, B. R. (2016). Adolf Hitler: el artista frustrado. Clío: Revista de historia, (178), 18-27.

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