La Sierra de Atapuerca, en Burgos, cuenta con más de 3000 metros de cuevas y galerías subterráneas que han conservado congelados en el tiempo restos de nuestros antepasados. Los fósiles de al menos cuatro especies humanas, los más antiguos con 1,3 millones de años de antigüedad, los utensilios y herramientas que los paleoantropólogos extraen de este yacimiento, hacen de Atapuerca uno de los mejores lugares del mundo para estudiar la evolución del ser humano. Los investigadores analizan cualquier rastro de vida que haya pasado por estas cuevas durante tantos años. Ahora bien ¿han encontrado algún caso de arte prehistórico? ¿Hay pinturas rupestres en Atapuerca?

Un santuario prehistórico
Sí. En Atapuerca hay pintura prehistórica y también grabados realizados en las paredes de las cuevas. Los expertos creen que es posible que se encuentren más casos. No se pueden comparar artísticamente con los excepcionales bisontes pintados en Altamira, pero Atapuerca alberga testimonios de todos los ámbitos de la vida del ser humano durante la prehistoria: la economía, la sociedad, la alimentación, la religión y, por supuesto, también el arte.
La Sierra de Atapuerca puede dividirse en varios yacimientos. Uno de los más singulares es la Galería del Sílex: un santuario de la Edad del Bronce con más de 400 grabados y pinturas rupestres datadas con unos 4000 años de antigüedad. El espacio fue descubierto en 1972 por la intervención del Grupo Espeleológico Edelweiss. Se trata de 920 metros de galería en los que se han descubierto materiales arqueológicos de los primeros agricultores que poblaron la zona. La entrada quedó sellada hace unos 3000 años y dejó aislado en el interior de la cueva todo cuanto quedó dentro con un nivel de conservación excepcional. Fósiles humanos y de animales, cerámicas, construcciones para almacenar productos y agua, y un conjunto de grabados y pinturas que evidencian la vida y los símbolos de aquellas personas que utilizaron la cueva desde hace 6000 años hasta que quedó cerrada a todo contacto humano. Los descubridores del lugar entraron a una especie de tumba de Tutankamón prehistórica o una Pompeya neolítica, donde la vida de aquellos años quedó congelada en el tiempo para el deleite de los investigadores modernos.
Todo el espacio que conocemos como Galería del Sílex forma parte, a su vez, de una red de cavidades que tuvieron diferentes usos. El Portalón de Cueva Mayor y la Cueva de El Mirador estuvieron habitadas por personas y también hubo un espacio reservado a recoger el ganado. Los pobladores de estas cuevas se dedicarían al cultivo de tierras en el exterior y sus actividades que han dejado algún rastro en el interior incitan a pensar que el lugar tenía una función de santuario.
“La presencia de inhumaciones avala la hipótesis de un uso funerario de la Galería. La distribución de los restos humanos en pequeños grupos muestra una deposición secundaria de los cuerpos; además uno de los cráneos presenta raspados, evidenciando un tratamiento previo antes de su deposición en el interior. Otros elementos sugieren un posible uso ritual. La dispersión espacial de los restos cerámicos de un mismo recipiente por diferentes puntos de la cavidad evidencia una intervención antrópica en la fracturación de las vasijas y su posterior deposición por toda la galería, incluidas grietas, simas y hornacinas”.
Pinturas rupestres excepcionales
Por si fuera poco, las paredes de la galería subterránea están llenas de grabados y pinturas con unos 400 motivos que se pueden ver divididos en 53 paneles. Hicieron retículas, parrillas, puntos, zig-zags, líneas serpenteantes y algunas representaciones esquemáticas de humanos y animales, que los investigadores toman como muestras de la vida cotidiana en relación con la ganadería y la caza. Estas pinturas y grabados destacan, desde el punto de vista de la investigación, por la asociación que se pueden hacer con las mismas y el contexto arqueológico de la Galería con los enterramientos y estructuras como elementos coetáneos. Marcos García, experto en arte rupestre, acentuaba esta condición en El correo de Burgos:
“Es un lugar importante porque lo normal cuando encuentras arte postpaleolítico es que sean pequeñas pinturas, este es monumental, hay cientos de dibujos. También es singular que sea en el interior de una cueva porque estas manifestaciones suelen estar presentes en abrigos de cueva con unas 20 pinturas, pero lo excepcional es que está asociado a un contexto de ocupación en el suelo y de enterramientos, lo que le otorga un grado de simbolismo particularmente interesante”.
Como todas las pinturas rupestres, las interpretaciones abundan y conocer su verdadero significado y objetivo es tan difícil como apasionante procurar acercarnos a la vida prehistórica a través de la investigación del arte más antiguo creado por el ser humano. Además, los expertos consideran factible que aparezcan más muestras de pinturas rupestres conforme se siga excavando en Atapuerca, cuyas cuevas aún nos deparan grandes sorpresas sobre la historia y evolución de nuestros ancestros.
Referencias:
Casado, M. 2023. El arte parietal en Atapuerca: de rito funerario a polémica. elcorreodeburgos.com.
Molina-Almansa, A. et al. 2023. Early Neolithic human remains from Galería del Sílex in Sierra de Atapuerca, Burgos, Spain. Quaternary Science Reviews 315, 108256. DOI: 10.1016/j.quascirev.2023.108256.
2016. El Santuario de la Galería del Sílex. grupoedelweiss.com.