Los principios de la filosofía zen para una vida plena

El budismo zen y su filosofía tiene como objetivo entender la naturaleza de la vida y la existencia a través de la sabiduría que tenemos en nuestro interior. Pero, ¿qué significa?
Persona meditando en un parque durante el amanecer

El budismo zen es una escuela de budismo Mahayana que se centra en el corazón de la cultura japonesa. Según la filosofía budista, el zen se trata de una práctica que se ha transmitido de maestro a discípulo, e incluso sus raíces se encuentran en el despertar espiritual de Siddhārtha Gautama, conocido como Buda, hace más de 2500 años. La filosofía zen implica un enfoque directo y experiencial para comprender la naturaleza de la existencia.

¿Qué es la filosofía zen?

Según las enseñanzas del budismo zen y a diferencia de las teorías o de los conocimientos, el zen no puede entenderse intelectualmente a través de creencias o dogmas. Por lo contrario, esta forma de conocimiento se centra en animar a las personas a cuestionar sus propias creencias o a descubrir verdades sobre la realidad a través de la meditación o la atención plena.

Monje en el monasterio arco en Myanmar. iStock/Milenny

La esencia del zen es tratar de comprender el significado de la vida directamente, intentando dejar de ser engañados o influenciados por nuestros pensamientos o lógica.

Otro de los principios fundamentales de la filosofía zen es que todos los seres humanos son Buda, lo que implica que tenemos la capacidad de descubrir la verdad de la realidad y de nuestra existencia por nosotros mismos. Es decir, el zen nos envía a buscar la iluminación dentro de nosotros. Por lo que, no existe la necesidad de acudir a fuentes externas, según esta filosofía las respuestas están en el mismo lugar donde encontramos las preguntas.

Primer plano de una figura de Buda frente el mar. iStock/DianaHirsch

Para conseguir dar con estas respuestas, el budismo zen propone que practiquemos la meditación así como otras técnicas que involucren la mente y el cuerpo, todo con el objetivo de renunciar a nuestra lógica y evitar quedar atrapados en nuestros pensamientos.

¿De dónde surgió el budismo zen?

El budismo zen, así como toda su filosofía de vida, es una forma única de budismo que se originó en China en el siglo VI d.C. Se trata de una mezcla del budismo Mahayana indio con el taoísmo y el confucianismo chinos.

Persona meditando en un parque durante el amanecer. iStock/Isbjorn

Principalmente, el zen enfatiza la experiencia directa de la iluminación así como conseguir un estado de profunda paz interior y sabiduría a través de la meditación y la atención plena.

Con el tiempo, el budismo zen se convirtió en uno de los fundamentos de la cultura y la sociedad japonesa. En la actualidad, su influencia sigue estando presente tanto en las artes como en la arquitectura así como en las artes marciales o en la mentalidad de los japonesas.

Principios clave del budismo zen

El budismo zen hace mucho hincapié en que aprendamos a través de nuestras experiencias directas, en lugar de depender de una autoridad o un dogma externo. Su objetivo es conseguir un estado de profunda paz y sabiduría interior. Todo ello, se basa en una serie de principios.

Estatua de Buda en un tronco de un árbol en la naturaleza. iStock/Bela Art

Iluminación. Es el concepto central del budismo zen. Hace referencia a la profunda comprensión de la naturaleza de la realidad y la auténtica naturaleza de uno mismo. La iluminación no se puede lograr a través de la comprensión intelectual, requiere de una experiencia directa de la realidad trascendiendo a las palabras y a los conceptos.

Meditación y atención plena. Estas son dos de las prácticas centrales en el budismo zen. La práctica del Zazen, la meditación sentada, se trata del medio principal para cultivar la atención plena y desarrollar nuestras capacidades para tener una experiencia directa. Esta meditación implica calmar la mente, observar los pensamientos y sentimientos sin juzgar, y desarrollar una conciencia profunda del momento presente.

Intuición y experiencia directa. El budismo zen enfatiza la importancia del no dualismo y el no apego. Por un lado, el no dualismo hace referencia a que todas las cosas están interconectadas debido a que no existe, según estas creencias, una separación fundamental entre el yo y el universo. El no apego, por su lado, hace referencia a la práctica de dejar de lado todos los apegos a los conceptos, creencias que tenemos para cultivar un estado de paz interior y tranquilidad.

Estatua de El Gran Buda. iStock/Nick-Ferreira

Simplicidad y espontaneidad. En lugar de adherirnos a las reglas o a los conceptos rígidos, el zen nos anima a responder a través de la apertura y la flexibilidad, intentando afrontar las situaciones de manera espontánea y natural.

El budismo zen y sus principios enfatizan la importancia de nuestras experiencias directas, siempre desde la atención plena y el no apego. Al desarrollar estas cualidades, podemos desarrollar una profunda conciencia del momento presente, lo que nos lleva a alcanzar paz y sabiduría interior.

Los aprendizajes del zen

El zen tiene como objetivo deshacerse de la manera de pensar intelectual que suele dominar en la cultura occidental. De hecho, los budistas zen tienen como meta sacar sus mentes racionales e intelectuales del círculo mental, para que las personas puedan ser conscientes de la naturaleza de Buda que existe en ellos. Es decir, para conseguir la Iluminación, debemos acercarnos a la verdad sin usar los pensamientos o esfuerzos intelectuales.

Referencias:

  • Han, Byung-Chul (2022). La filosofía del budismo zen. Madrid. Herder.
  • Nhat Hahn, T (2022). Silencio: El poder de la quietud en un mundo ruidoso. Barcelona. Urbano.

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