¿Cuál fue la relación de Isabel II con sus 15 primeros ministros?

Durante el reinado de Isabel II fueron quince los primeros ministros que ocuparon el número 10 de Downing Street, desde Winston Churchill, que ya gobernaba cuando ella sucedió a su padre, hasta Liz Truss, a la que recibió dos días antes de su muerte
¿Cuál fue la relación de Isabel II con sus 15 primeros ministros?

Desde que en 1952 Isabel se convirtiera en monarca y soberana del Reino Unido y de un ramillete de países, un total de quince primeros ministros y ministras despacharon semanalmente con ella en el palacio de Buckingham. Audiencias privadas llenas de misterio. A pesar de que desde la residencia real, a juicio de los estudiosos, jamás se ha filtrado ningún tipo de información confidencial, otras fuentes expertas en la monarquía británica han desvelado datos sobre la relación de Isabel y ellos.

Isabel II convivió con 15 inquilinos del 10 de Downing Street (en la imagen), residencia oficial del primer ministro del Reino Unido. Foto: Getty. - Dan Kitwood

1. Winston Churchill, casi un padre (1940-1945 y 1951-1955)

El extravagante, provocador, escritor prolífico y brillante orador Winston Churchill es, sin lugar a dudas, el político británico más conocido de todos los tiempos. El primer ministro que, durante la Segunda Guerra Mundial, pidió a sus conciudadanos un sacrificio teñido de «sangre, esfuerzo, sudor y lágrimas», coincidió en su segundo mandato (1951-1955) con una joven Isabel de tan solo veintiséis años. El veterano mandatario, de 78 años de edad, se convirtió en confidente y amigo de la inexperta soberana

La relación entre Churchill e Isabel II ha sido descrita por numerosos historiadores como «paternal». El político admiraba la seguridad y la seriedad de Isabel II. La reina, por su parte, buscaba en Churchill la sabiduría de un hombre curtido en mil batallas. «[Nadie] podrá ocupar jamás el lugar de mi primer ministro, al que mi marido y yo debemos tanto y por cuyos sabios consejos durante los primeros años de mi reinado le estaré siempre profundamente agradecida», escribía la soberana cuando el legendario dirigente abandonó su cargo.

El primer ministro Winston Churchill. Foto: Getty.

2. Anthony Eden, cercano y amigable (1955-1957)

Fue el primer primer ministro nombrado por Isabel II. El político conservador estuvo gobernando desde abril de 1955 hasta enero de 1957. La relación entre ambos fue cercana. Se reunían semanalmente para hablar de temas tan diversos como la crisis del canal de Suez o el amor entre la princesa Margarita y el capitán Peter Townsend. Educado en Eton y Oxford, su labor al frente del Gobierno le procuró grandes alabanzas y en 1955 fue galardonado con el premio Wateler de la paz.

El primer ministro Anthony Eden con el dirigente de la URSS Nikita Kruschev. Foto: Getty.

3. Harold Macmillan, consejero (1957-1963)

Este conservador ostentó el cargo de primer ministro desde 1957 hasta 1963. Educado entre las élites sociales de su país, asumió la amarga tarea de abrir los ojos a los ciudadanos británicos en un momento en el que el Reino Unido había perdido su antiguo esplendor. A lo largo de su mandato fue ganando confianza con la reina Isabel II, con la que se dice que compartía todo tipo de cotilleos y chascarrillos, sabiendo que no se los contaría a nadie. Incluso después de abandonar sus responsabilidades de Gobierno en 1963, la monarca seguía reclamando sus consejos en cuestiones como la construcción del memorial al presidente Kennedy en Runnymede en 1965.

El primer ministro Harold Macmillan durante un discurso en la fiesta de Bromley, al sur de Londres (1963). Foto: Getty. - Antonia Hille

4. Alec Douglas-Home, distanciado (1963-1964)

Fue uno de los primeros ministros con un mandato más corto. Amigo de la familia y miembro de la Cámara de los Lores, el conservador asumió el cargo durante poco más de un año, entre 1963 y 1964. Fue un político impopular y blanco de los ataques de la oposición. Antes de ser elegido, la reina Isabel II decidió distanciarse para evitar sospechas de haber influido en su nombramiento.

El breve primer ministro Alec Douglas-Home. Foto: Getty. - Getty Images

5. Harold Wilson, intimidad y ginebra (1964-1970 y 1974-1976)

Líder del Partido Laborista, oriundo del norte y de clase media, se creía que no encajaría en el ambiente sofisticado de la realeza. Pero fue todo lo contrario. En 1964, tras décadas de Gobiernos conservadores, los ciudadanos del Reino Unido decidieron cambiar de rumbo y Wilson se convertía en el quinto primer ministro del reinado de Isabel. Según afirma el historiador Robert Lacey, el líder laborista fue el primero que trató a la soberana como a una igual. Asiduo de Balmoral, solía asistir a los picnics con toda la familia. Se afirma incluso que ayudaba a limpiar después de las famosas barbacoas del duque de Edimburgo. 

Durante los mandatos de Wilson (1964-1970 y 1974-1976) las audiencias con la reina se prolongaban durante horas, regadas con brandy y ginebra. En medio de un periodo convulso de inestabilidad social y continuas huelgas en los sectores del acero y el carbón, el político supo explicar a la reina cómo funcionaban los sindicatos y el Partido Laborista.

El primer ministro laborista Harold Wilson en el número 10 de Downing Street. Foto: Getty. - Getty Images

6. Edward Heath, frialdad (1970-1974)

Desde junio de 1970 hasta marzo de 1974 el destino del Reino Unido estuvo en sus manos. El conservador tuvo que hacer frente a una de las etapas históricas más difíciles con continuas huelgas de mineros, apagones y el desafío de implantar una semana laboral de tres días para reducir el gasto energético. Reacio a las conversaciones distendidas, el político no se prodigaba en los encuentros con la reina, marcados por un ambiente frío y distante. Sus diferentes opiniones sobre el futuro de la Commonwealth no ayudaron a salvar las barreras entre ambos.

El primer ministro Edward Head junto a la reina Isabel II y el presidente norteamericano Richard Nixon. Foto: Getty.

7. James Callaghan, el lado divertido (1976-1979)

Tras el segundo mandato de Wilson otro laborista, James Callaghan, tomó las riendas del ejecutivo entre 1976 y 1979. Su relación con Isabel II fue fluida y cercana. Callaghan era miembro de la Marina Real, lo que le granjeó sus simpatías. El hombre al que apodaban «Sunny Jim» supo apreciar el lado menos encorsetado de Isabel II. «Una de las mejores cosas que tiene es que siempre es capaz de ver el lado divertido de la vida», dijo. Se afirma que incluso llegó a coquetear con ella: una vez le puso una flor en el ojal en un paseo por los jardines de Buckingham.

El primer ministro laborista James Callaghan (1978). Foto: Getty. - Getty Images

8. Margaret Thatcher, gélida relación (1979-1990)

Fue la primera mujer en Downing Street. Su relación no fue fluida, chocaban con frecuencia: Thatcher tenía fama de aburrida; Isabel destacaba por su ingenio. «Una de estas dos mujeres adoraba la confrontación, la señora Thatcher, y la otra, la reina, haría cualquier cosa por evitar una discusión», sostiene el historiador Robert Lacey. En sus memorias, Margaret Thatcher describió los encuentros semanales con la soberana como «muy profesionales» o como «una relación de trabajo». El peor momento de su relación fue en 1985, cuando Isabel II temió que la oposición de la primera ministra a imponer sanciones al régimen racista de Sudáfrica pudiera provocar una quiebra en la Commonwealth. Tampoco le agradaron sus decisiones durante los graves conflictos con los mineros en los ochenta. 

La suya fue una «relación incómoda» con notorios desencuentros a lo largo de esos once años, lo que no evitó, sin embargo, que la monarca mostrara su malestar por la forma en que la «Dama de Hierro» fue apartada del cargo después de que Michael Heseltine, miembro de su propio partido, desafiara su liderazgo. Tan solo dos semanas después de este suceso Isabel II concedió a la ex primera ministra la Orden del Mérito. Cuando Margaret Thatcher falleció, en abril de 2013, la reina acudió a su funeral. Era la primera vez que asistía a las exequias de un primer ministro desde Churchill.

La primera ministro Margaret Thatcher, conocida como la 'Dama de Hierro', junto a la reina Isabel II. FGoto: Getty.

9. John Major, estrecha relación (1990-1997)

«Uno le puede decir a la reina todo. Incluso pensamientos que no quisieras compartir con el gabinete», dijo el conservador Major, que gobernó desde 1990 hasta 1997. Su relación fue estrecha. Major se convirtió en un apoyo fundamental durante el annus horribilis de la monarca. Tras la muerte de Diana de Gales, Major se convirtió en protector y tutor de los príncipes Guillermo y Harry, por expreso encargo de la corona.

El primer ministro (1990-1997) John Major. Foto: Getty.

10. Tony Blair, aversión (1997-2007)

En 2011, cuando Guillermo y Kate Middleton contrajeron matrimonio, una de las ausencias más sonadas fue la del ex primer ministro británico Tony Blair. El hecho ponía de manifiesto lo que era un secreto a voces: la aversión de la soberana hacia el político laborista que guio el país entre 1997 y 2007. Al parecer la mala relación tuvo su origen en el manejo que este hizo de la difícil situación sobrevenida tras la muerte de Lady Di, con la familia real sumida en un terremoto de enfrentamientos en un país desolado y en shock. El laborista animó a la soberana a hacer una declaración tras su muerte, alegando así que había salvado el futuro de la monarquía. La poca discreción de Blair a la hora de revelar secretos confidenciales en sus memorias empeoró todavía más la situación.

El primer ministro Tony Blair junto a la reina Isabel II. Foto: Getty.

11. Gordon Brown, poca química (2007-2010)

Brown comparte con Tony Blair el dudoso honor de no ser invitado a la boda del príncipe Guillermo con Kate Middleton en 2011. El líder laborista escocés nunca gozó de la estima de los ciudadanos, que le consideraban un tipo rígido y gris. Se rumorea que la relación con la soberana tampoco era fluida. No obstante, cuando en 2010 decidió dimitir y abandonar Downing Street con su esposa e hijos, el gesto, que la soberana contempló por televisión, la conmovió tanto que decidió invitar a toda la familia a una audiencia. Fue la primera vez que un primer ministro acudía al palacio de Buckingham acompañado por sus hijos.

La Reina Isabel II saluda a Gordon Brown en el Palacio de Buckingham con motivo de la audiencia en la que presentó su dimisión como Primer Ministro, el 11 de mayo de 2010 en Londres. Foto: Getty. - WPA Pool

12. David Cameron, indiscreto (2010-2016)

A sus 44 años David Cameron se convertía en 2010 en el primer ministro británico más joven desde principios del siglo XIX. Era primo en quinto grado de la soberana puesto que ambos descendían directamente del rey Guillermo IV. Dos acontecimientos cruciales pusieron al país al borde del precipicio durante su mandato y enturbiaron la comunicación entre ambos: el referéndum sobre la independencia de Escocia en 2014 y el de la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea en 2016

Esta última consulta acabaría derivando en un Brexit que llevó a la reina, según el Sunday Times, a confesar a su círculo más íntimo sentirse «consternada y decepcionada con la clase política por su incapacidad para gobernar correctamente». La indiscreción de Cameron al revelar detalles de conversaciones con la soberana levantó una oleada de críticas en su país. Y aunque declaró sentirse «avergonzado » y prometió no volver a hacerlo, reincidió en sus memorias.

El primer ministro David Cameron junto a la reina Isabel II. Foto: Getty.

13. Theresa May, buena sintonía (2016-2019)

Dos décadas después de la Thatcher, otra mujer, también conservadora, llegaba al poder. Entre 2016 y 2019 May tuvo que hacer frente a uno de los momentos más críticos de la reciente historia británica: gestionar la salida de la Unión Europea. Todo su mandato estuvo marcado por esas duras negociaciones que no logró culminar, si bien sus esfuerzos fueron valorados por la reina. Según diversas fuentes, entre ambas mujeres existió siempre una buena sintonía. Hablaban del campo, de cuestiones religiosas o incluso de sus propias familias.

La primera ministro Theresa May saluda a la reina Isabel II. Foto: Getty.

14. Boris Johnson, con él llegó el escándalo (2019-2022)

En 2019 el escándalo arribaba a la residencia oficial del Gobierno británico. Isabel II se encontró con el político más excéntrico y exagerado que jamás hubiera conocido en su dilatado reinado. El primer escollo en su relación lo supuso la propia situación sentimental de Boris Johnson, quien mantenía una relación extramatrimonial sin haberse divorciado. Eso provocó, según protocolo, la incapacidad del primer ministro para pernoctar bajo el mismo techo que la soberana durante la tradicional invitación en Balmoral. Johnson y su pareja tuvieron que alojarse en un edificio anexo. Isabel II no soportaba el divorcio, y mucho menos el adulterio. Fue el primero de los escándalos protagonizados por el inclasificable primer ministro. 

El excéntrico y polémico primer ministro Boris Johnson. Foto: Getty.

Tras la muerte de Felipe de Edimburgo, en plena desescalada del coronavirus y con las restricciones sociales aún vigentes en el país, Johnson se dedicaba a celebrar fiestas ilegales en su residencia. El Partygate no solo provocó la repulsa del pueblo británico, sino el mayor enfrentamiento personal entre la reina y un primer ministro. La caída en desgracia de Boris Johnson y su dimisión en julio de 2022 supusieron la última gran crisis de Gobierno vivida por la soberana. Al polémico Johnson le sucedió la conservadora Liz Truss (2022), que ocupó el cargo con 47 años.

* Este artículo fue originalmente publicado en la edición impresa de Muy Historia.

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