En 1589, las murallas de La Coruña, una ciudad estratégica en la costa noroeste de España, se convirtieron en el escenario de un asedio feroz. Esta batalla fue parte de un conflicto más amplio entre Isabel I de Inglaterra y Felipe II de España, una respuesta a la infame Armada Invencible. En la resistencia española surgió una figura inesperada: María Pita, una mujer que se convertiría en un símbolo de valentía y desafío ante una de las flotas más grandes jamás reunidas por Inglaterra. Su acción demostró un heroísmo extraordinario y redefinió el papel de las mujeres en los conflictos bélicos de su tiempo.

Guerra entre España e Inglaterra
A finales del siglo XVI, las tensiones entre Inglaterra y España alcanzaron su punto álgido, en gran parte debido a las diferencias religiosas y la competencia imperial. Isabel I de Inglaterra, decidida a debilitar el poder de la monarquía española de Felipe II, buscaba afirmar su autoridad protestante y desestabilizar la influencia española en Europa y ultramar. Tras el fracaso de la Armada Invencible española en 1588, Isabel vio una oportunidad de contraataque y organizó una expedición punitiva conocida como la Contraarmada. Esta flota, liderada por Sir Francis Drake y John Norris, tenía el doble objetivo de devastar las costas españolas y apoyar la rebelión en Portugal, buscando así mermar las fuerzas de Felipe II y cambiar el equilibrio de poder en Europa.

Asedio a La Coruña
En 1589, La Coruña, una pequeña ciudad con fortificaciones medievales obsoletas y zonas aún en construcción, como el Castillo de San Antón, se enfrentó a una amenaza monumental. Con apenas cuatro mil habitantes y una guarnición de no más de seiscientos hombres, las defensas de la ciudad no estaban preparadas para repeler un ataque de la magnitud de la Contraarmada inglesa, que contaba con más de cien barcos y veinte mil hombres.
El asedio comenzó en mayo, cuando las fuerzas inglesas, lideradas por Francis Drake, desembarcaron con la intención de capturar la ciudad antes de marchar hacia Portugal. A pesar de la superioridad numérica y tecnológica de los ingleses, los ciudadanos de La Coruña mostraron una resistencia feroz. La población local, incluidas muchas mujeres, se volcó en la defensa de la ciudad: mientras algunos luchaban codo a codo con los soldados, otros trabajaban arduamente reparando brechas en las murallas y suministrando víveres y munición.
María Pita emergió como una figura heroica durante el asedio, especialmente en un momento crítico cuando lideró a los defensores para repeler un asalto tras la caída de su esposo. Con un acto de valentía excepcional, enfrentó al abanderado inglés, matándolo y capturando su bandera, lo que reavivó el espíritu combativo de los asediados y marcó un punto de inflexión en la batalla. Este acto no solo subrayó su liderazgo sino también el papel crucial de las mujeres en la defensa de la ciudad, desafiando los roles tradicionales de género y mostrando una resistencia sin precedentes frente a un enemigo formidable.

Una heroína española
El 14 de mayo de 1589 se convirtió en un día decisivo durante el asedio de La Coruña. En un momento crítico, cuando los defensores parecían perder el aliento ante el embate inglés, María Pita apareció para darle la vuelta a la situación. Los ingleses habían logrado abrir una brecha en las murallas, y a través de ella, un alférez inglés avanzaba portando su bandera, simbolizando la inminente victoria de las fuerzas invasoras.
Con un acto de coraje inusitado, María Pita, que acababa de quedar viuda por el conflicto, se enfrentó directamente al abanderado. En un enfrentamiento cargado de simbolismo, ella logró matarlo y arrebatar su bandera, un gesto que se entendería como un llamado a la resistencia. Su grito, "¡Quien tenga honra, que me siga!", se escuchó entre los muros asediados, galvanizando a los defensores para renovar su lucha con vigor.
Este acto frenó el avance inglés y elevó el ánimo de los ciudadanos, quienes vieron en María Pita un símbolo de resistencia y valor. Su liderazgo ayudó a salvar la ciudad y dejó un legado de heroísmo femenino que forma parte de la historia y la leyenda del pueblo español.
La memoria (selectiva) de la historia
Tras el asedio de 1589, La Coruña, aunque devastada, resistió con éxito gracias en parte a actos como el de María Pita. Personalmente, María pasó a ser considerada una heroína local y, posteriormente, un símbolo nacional de resistencia contra la opresión. Recibió reconocimientos y una pensión del rey Felipe II, que aliviaron las adversidades de su vida posterior, marcada por continuos pleitos legales y los desafíos personales propios de las mujeres viudas de la época.
El legado de María Pita ha perdurado en La Coruña y más allá. Su valentía es celebrada anualmente y su estatua en la plaza principal de la ciudad sirve como un recordatorio constante de su acto heroico. A pesar de esto, muchas otras mujeres que lucharon valientemente como Inés de Ben, quien también jugó un papel crucial durante el asedio y sufrió grandes pérdidas, no han recibido el mismo reconocimiento histórico. La historia de María Pita no solo subraya su propio heroísmo, sino que también resalta la necesidad de reconocer y valorar la contribución de muchas mujeres anónimas en los conflictos históricos.

Revisitar las historias de figuras como María Pita es esencial para comprender la complejidad de los eventos históricos y el papel intrínseco que las mujeres han jugado en ellos.
Referencias:
Cabaleiro Mazanedo, J. 1990. María Pita, a xénese dun mito. Festa da palabra sileciada 7, 99-100.
García Oro, J. 1997. María Pita vista por sí misma. Memoriales a los Reyes Felipe II y Felipe III. Anuario brigantino 20, 23-34.