Durante décadas, los investigadores han considerado el yacimiento Mehrgarh, en el actual Pakistán, como uno de los primeros focos de desarrollo agrícola de Asia meridional. Este asentamiento prehistórico ha sido central en el estudio de la transición hacia la vida sedentaria y la domesticación de plantas y animales en el Valle del Indo. Sin embargo, las nuevas dataciones radiocarbónicas realizadas en el esmalte dental de 23 individuos enterrados en el sitio revelan una cronología significativamente más reciente para los inicios de la agricultura en la región. Todo ello desafía las ideas tradicionales sobre su origen y difusión.
El contexto de Mehrgarh y el debate cronológico
Mehrgarh es el único sitio arqueológico en el noroeste del subcontinente indio donde se ha excavado de forma extensiva los horizonte neolíticos sin cerámica (Período I) y con cerámica (Período II). Tradicionalmente, investigadores como Jean-François Jarrige propusieron que el asentamiento se había fundado hacia el año 8000 a.C. y que se había desarrollado de forma local sin influencias externas. Esta reconstrucción histórica, por tanto, situaba a Mehrgarh como un centro pionero de domesticación independiente.
No obstante, otros especialistas cuestionaron esta cronología. Argumentaron que los datos disponibles apoyaban una fecha de inicio más tardía, probablemente durante el VI milenio a.C. Las nuevas pruebas apoyan esta segunda hipótesis.

Las nuevas dataciones: metodología y resultados
El estudio, liderado por Benjamin Mutin y publicado en la revista académica Science Reports, aplicó un enfoque novedoso: la datación directa del esmalte dental humano mediante carbono 14, a través de técnicas avanzadas como la micromolienda del material y la modelización bayesiana. Esta estrategia permitió solventar las limitaciones de los análisis anteriores que, basados mayoritariamente en carbón vegetal, se exponían a posibles contaminaciones y errores estratigráficos.
Los resultados indican que el Período I de Mehrgarh comenzó entre 5200 y 4900 a.C. y concluyó entre 4769 y 4679 a.C., con una duración probable de entre 186 y 531 años. Esto supone una diferencia de, al menos, dos milenios respecto a las estimaciones previas, que situaban el inicio de la ocupación en torno al 8000 a.C.

Implicaciones para la historia de la agricultura en Asia meridional
Este cambio en la cronología tiene implicaciones históricas profundas. En primer lugar, apunta a que la agricultura en el Valle del Indo habría surgido como resultado de una difusión tardía desde regiones vecinas como el Irán sudoriental, y no como un fenómeno autóctono. La domesticación de plantas y animales en Mehrgarh (trigo, cebada, cabras, ovejas) presenta claras afinidades con las especies domesticadas en Asia occidental.
En segundo lugar, la aparición de la cerámica —considerada otro indicador del Neolítico pleno— no se habría producido antes del 4650 a.C. en esta región, mucho después de su adopción en Irán y Mesopotamia, lo que corrobora el retraso general en la neolitización del área.

Un asentamiento que se desarrolló rápidamente
Otro de los hallazgos que ha sorprendido a los arqueólogos es la rapidez con que se acumuló la secuencia arqueológica de Mehrgarh I. En poco más de medio milenio, se construyeron, abandonaron y reutilizaron nueve niveles de ocupación funeraria y estructuras domésticas. La densidad y profundidad del registro arqueológico, por tanto, no reflejan una ocupación milenaria, sino un proceso de transformación social y arquitectónica intensiva en un lapso temporal relativamente corto.
Este patrón sugiere que los habitantes del sitio no mantenían una relación de ocupación estable y prolongada con las estructuras arquitectónicas de adobe. Las casas se construían, abandonaban y reemplazaban en ciclos temporales cortos, acelerados, quizás, por las inundaciones del río Bolan, que favorecieron la rápida acumulación de sedimentos.

Mehrgarh en el contexto regional
Los nuevos datos colocan a Mehrgarh en sintonía cronológica con otros sitios neolíticos de Irán sudoriental, como Tell-e Atashi, Tepe Yahya o Tepe Gaz Tavila. Estos asentamientos presentan paralelos culturales —como el uso de ladrillos con impresión digital y lasfigurillas de arcilla— y cronológicos con Mehrgarh. Esto fortalece la hipótesis de una difusión cultural o demográfica desde Irán hacia el este, a través de las fronteras indo-iraníes.
Además, también se han identificado vínculos con áreas más lejanas, como el norte de Afganistán y Turkmenistán. Por ejemplo, el hallazgo de lapislázul en Mehrgarh apunta a que existieron contactos con yacimientos situados en el noreste afgano, mientras que otras conexiones culturales se establecieron con el complejo arqueológico de Kel’teminar en Asia Central.
Replantear la “neolitización” del sur de Asia
A la vista de los resultados, el equipo investigador ha propuesto que el proceso de neolitización en Asia meridional no puede entenderse como una simple “onda expansiva” desde el Creciente Fértil. Más bien, habría que concebir múltiples procesos de transición hacia la agricultura, con cronologías diferenciadas y trayectorias culturales diversas. En este sentido, la evidencia de Mehrgarh refuerza la idea de una “neolitización en plural”, donde coexistieron la difusión desde el oeste, la adaptación local y, posiblemente, también las innovaciones independientes.

Una comunidad que eligió no usar cerámica
Una de las preguntas sin respuesta que aún mantiene en viloa los investigadores alude a por qué los habitantes de Mehrgarh no adoptaron la cerámica hasta una fase posterior, pese a conocer probablemente su existencia. La ausencia deliberada de recipientes cerámicos podría reflejar decisiones culturales específicas, ligadas al almacenamiento, la cocina o incluso a modos de vida que no requerían este tipo de tecnología. Esta decisión, más que una carencia tecnológica, parece una elección consciente por parte de las comunidades.
Un nueva historia de la agricultura
Los nuevos análisis de datación en Mehrgarh, por tanto, ofrecen una imagen transformadora sobre los orígenes de la agricultura en el Valle del Indo. Los datos recogidos confirman que la ocupación neolítica comenzó mucho más tarde de lo que se pensaba y se desarrolló a través de una rápida sucesión de fases en pocos siglos. Esta evidencia reconfigura el mapa de la neolitización en Asia meridional y plantea nuevas preguntas sobre las rutas de difusión, las decisiones culturales de las comunidades agrícolas tempranas y los factores ambientales que influyeron en la configuración del asentamiento.
En definitiva, la agricultura no surgió en el Valle del Indo como un fenómeno temprano y autónomo, sino como parte de un proceso más amplio, complejo y tardío, fruto de la interacción cultural entre varias regiones. Mehrgarh, lejos de perder importancia, adquiere así un nuevo protagonismo como punto de convergencia entre las influencias del oeste y las dinámicas locales.
Referencias
- Mutin, B., Zazzo, A., Bondioli, L. et al. 2025. "New radiocarbon dates of human tooth enamel reveal a late appearance of farming life in the Indus Valley". Scientific Reports, 15, 11345. DOI: https://doi.org/10.1038/s41598-025-92621-5