Los misterios del pasado peninsular vuelven a resurgir gracias a una serie de recientes investigaciones. Un nuevo estudio ha revelado la existencia de un santuario ibérico de carácter singular. El estudio, desarrollado por un equipo interdisciplinar formado por arqueólogos de la Universidad de Jaén, especialistas en arqueoastronomía del Instituto de Astrofísica de Canarias y colaboradores locales, se centra en dos enclaves complementarios: el heroon de El Pajarillo (Huelma) y el monumento pétreo de El Fontanar (Jódar). Según han hipotetizado los investigadores, ambos puntos, integrados en el valle del río Jandulilla, habrían conformado un territorio sacral donde convergen el mito, el paisaje y la liturgia íbera.
Los resultados muestran que estos espacios funcionaron tanto como escenarios de rituales heroicos como de puntos de observación de fenómenos solares y estelares. La orientación de las estructuras y las alineaciones con el solsticio de invierno y la constelación de Orión revelan una intención astronómica tras el diseño de la arquitectura sacra ibérica, un aspecto apenas explorado hasta ahora.

El heroon de El Pajarillo: culto heroico y escenografía cósmica
Un santuario monumental en el valle del Jandulilla
El heroon (un santuario en el que se rendía culto a la figura de un héroe) de El Pajarillo es un yacimiento de la primera mitad del siglo IV a. C. que se erigía en una posición estratégica, en el acceso al territorio de Iltiraka (Úbeda la Vieja). El complejo arquitectónico estaba dominado por una torre monumental, acompañada de espacios de culto, almacenes y escaleras flanqueadas por las esculturas de leones y grifos.
El hallazgo más llamativo procedente de El Pajarillo, sin embargo, fue un conjunto escultórico de ocho piezas que representaba una escena de lupomaquia. En ella, un príncipe ibérico acompañado de otras figuras secundarias y armado con una falcata, se enfrentaba a un enorme lobo. Según los estudiosos, esta iconografía sitúa al personaje en el rol del héroe fundador que se enfrenta a las fuerzas liminales del inframundo.

Rituales y astronomía en el horizonte
Los análisis químicos del suelo confirmaron una intensa actividad ritual en el área delantera de la torre, con relación al cercano río Jandulilla. Por otro lado, los estudios arqueoastronómicos confirmaron que, durante el solsticio de invierno, el sol se oculta por la ladera del Cerro de las Canteras y crea, así, un efecto visual que simbolizaría el descenso solar al inframundo.
Por otro lado, y según los datos manejados por el estudio, la orientación del monumento hacia el oeste, con un acimut de 260°±2°, se aproxima al ocaso del Cinturón de Orión, una constelación asociada a los héroes cazadores y guerreros en diversas culturas. El aparente vínculo que existe entre la iconografía heroica del yacimiento y la constelación de Orión podría, por tanto, reforzar la lectura astronómica del santuario.

El Fontanar de Jódar: un posible santuario hierogámico
¿Un falo de piedra frente a un útero rocoso?
El Fontanar, que se sitúa a pocos kilómetros de El Pajarillo, presenta una secuencia de ocupación que va desde la cultura argárica hasta el periodo ibérico pleno. Su ubicación, en un afloramiento calcáreo con manantiales, se explica por un valor tanto estratégico como ritual. El yacimiento sobresale, en especial, por la presencia de un monumento pétreo único en la cultura ibérica.
En una de sus terrazas, los investigadores identificaron un monolito cónico de unos 5,3 metros de altura con apariencia fálica, acompañado de dos rocas que, según los investigadores, podrían representar los testículos. Justo detrás, una oquedad triangular en la roca sugiere la representación de una vulva y una cavidad uterina. Según los investigadores, la disposición intencionada de ambos elementos conformaría una escenografía hierogámica excepcional, donde el principio masculino y el femenino se conjugarían en el paisaje.

El sol como protagonista de la unión sagrada
Los estudios de campo con teodolito demostraron que, durante el orto del solsticio de invierno, el sol aparece por la acanaladura superior del falo pétreo, mientras la sombra proyectada avanza hacia el útero rocoso hasta alcanzar simbólicamente la vulva. Se trataría, según los estudios, de una representación litúrgica de la hierogamia, la unión sagrada entre la divinidad masculina y femenina que, en este caso, se vincula al ciclo solar.
Esta escena no solo completaría el simbolismo de la katábasis (el descenso al inframundo) observada en El Pajarillo, sino que también representaría la fase de resurrección y fertilidad del héroe en su unión con la divinidad. De este modo, ambos santuarios del valle habrían funcionado como estaciones complementarias en el mito del héroe de Iltiraka.

Mito y astronomía: el héroe de Iltiraka
El análisis comparativo con otros santuarios ibéricos, como Puente Tablas, permite enmarcar estas evidencias dentro de un ciclo mítico más amplio. En él, el héroe desciende al inframundo durante el solsticio de invierno, para luego resucitar y unirse con la divinidad femenina en un acto hierogámico que aseguraba la regeneración del linaje y el orden cósmico.
El valle del Jandulilla se revela, así, como un espacio sagrado articulado en estaciones rituales, donde mito, paisaje y cosmos se fundirían en una misma narrativa. El descubrimiento del santuario de El Fontanar, junto con la reinterpretación del heroon de El Pajarillo, representa un hito en el conocimiento de la religión ibérica. La integración de arqueología, astronomía y paisaje apunta a que los íberos inscribieron los monumentos dedicados a sus héroes en prácticas rituales que operaban a escala cósmica.
Referencias
- Ruiz, Arturo, et al. 2025. "Paisaje, camino y liturgia en el mito del héroe de Iltiraka." Complutum, 36.1. DOI: http://doi.org/10.5209/cmpl.102416