Hay varios tipos de medicinas con las que curaremos las enfermedades de nuestros peludos. Cada una de ellas servirá para tratar una patología diferente pero normalmente con todas tendremos algún problema para que nuestro perro las ingiera. Hoy vamos a repasar los fármacos que tenemos a nuestra disposición para recuperar la buena salud de nuestro animal y las maneras en las que podemos administrárselos. ¡Mucha suerte!
Los medicamentos por vía oral son los que tendrás que administrarle tú mismo
Son los fármacos que se consumen por la boca y los que mayor dificultad nos van a dar. Entre ellos encontramos:
Las pastillas o cápsulas. Podemos intentar dárselas de diferentes maneras:
• De manera firme. Introduciendo el comprimido en la boca del animal, lo más cerca a la garganta que podamos y obligarle a cerrar la boca hasta que se lo trague. Es una forma brusca, podemos llevarnos algún mordisco si no sujetamos bien u observar cómo expulsa la pastilla cuando le soltemos pero es la más utilizada y normalmente surte efecto. Para conseguir que trague puedes hacerle un masaje en la garganta o darle unos golpecitos en la nariz.
• Con premio. Camufla la pastilla en una chuche para perros o en una porción de pienso húmedo. El problema es que algunos animales se aprenden el método y consiguen comerse el manjar y expulsar la pastilla.
• Podemos deshacer la pastilla y mezclarla con agua. Esta sustancia la meteremos en una jeringuilla y se la administraremos a presión por un lado del labio mientras intentamos que no habrá la boca.
• Tal vez no haga falta que busques ninguna de estas bruscas maneras porque tu animal confía tanto en ti que se comerá cualquier cosa que le ofrezcas. Eres afortunado así que prémiaselo después.
Jarabes o gotas. Normalmente estas sustancias son más fáciles de administrar porque se diluyen y el animal no tiene tanta opción de expulsarlo, aunque también puede pasar que si nota un extraño olor en su comida no quiera probar el plato… Hay que tener cuidado si ocurre esto con animales muy enfermos que no se pueden permitir no comer.
Una buena opción es la de administrar con el método de la jeringuilla. No le des el jarabe con una cucharilla como a los niños porque el contenido se derramará cuando lo chupe y no podremos darle la dosis correcta.
Polvos. Los polvos podremos dárselos diluyéndolos en agua y a través de la jeringuilla o echando el contenido del sobre directamente en su boca. Es difícil que expulse este tipo de fármaco porque las partículas quedarán adheridas a su lengua, la parte interior de su boca y su saliva.
Medicamentos inyectables
Son aquellos que se introducen directamente en el cuerpo de nuestra mascota, llevado a cabo por un profesional y nunca por el propietario salvo prescripción del veterinario porque sea un tratamiento largo o la clínica veterinaria esté muy lejos.
Los tres tipos de inyección que existen son:
• Intramuscular: es decir que se pincha en el músculo, generalmente en los miembros posteriores. Puede hacer daño al animal dependiendo de la fuerza de la sustancia introducida.
• Subcutánea: se inyecta en la zona del cuerpo que hay entre el lomo y la cadera, debajo de la piel del animal. Lo mejor es realizar un masaje rápido en la parte donde se ha pinchado para que el fármaco se propague mejor y se reduzca el porcentaje de que se cree un bulto.
• Intravenosa: el fármaco se administra después de la punción de una vena, así que se llega al área dañada en muy poco tiempo. Es el tratamiento que se sigue cuando se necesita ser rápido. Solo puede realizarlo un profesional.