El ser humano es una de las especies con mayor capacidad de memoria. Nuestra habilidad para recordar nos distingue del resto de animales. Sin embargo, aunque podemos almacenar información a corto y largo plazo y retenerla en nuestro subconsciente, en ocasiones también olvidamos dónde hemos dejado las llaves de casa o el nombre de la calle en el que hemos aparcado el coche.
¿Qué es la memoria en los animales?
Memoria episódica vs. memoria asociativa
En el mundo animal, la memoria no se limita a una única forma. La memoria episódica, similar a la de los humanos, permite recordar eventos específicos y detalles contextuales. Sin embargo, muchos animales operan principalmente con memoria asociativa, que se basa en la conexión entre estímulos y respuestas. Por ejemplo, un perro puede asociar el sonido de una campana con la hora de comer, sin recordar un evento particular. Esta diferencia es crucial para entender cómo los animales procesan la información y se adaptan a su entorno.
La memoria asociativa es especialmente útil en el aprendizaje de normas y comportamientos. Los animales que dependen de esta forma de memoria son capaces de aprender rápidamente mediante la repetición y la asociación de estímulos. Esta habilidad les permite sobrevivir y prosperar en ambientes cambiantes, aunque carezcan de la capacidad de recordar eventos específicos como lo hacemos los humanos.
A pesar de estas diferencias, algunos animales muestran habilidades memorísticas que se asemejan a las humanas. Las investigaciones han demostrado que ciertas especies son capaces de recordar a sus congéneres durante largos periodos, incluso después de años sin contacto. Este tipo de memoria a largo plazo es fundamental para la cohesión social y la supervivencia en muchas especies.
Comparativa con el ser humano
La memoria humana es compleja y multifacética, permitiéndonos recordar desde eventos pasados hasta detalles triviales del día a día. Sin embargo, no somos los únicos con esta habilidad. Animales como los elefantes y los delfines poseen memorias que rivalizan con la nuestra en ciertos aspectos. Los elefantes, por ejemplo, tienen cerebros grandes que les permiten crear mapas mentales detallados y recordar rutas migratorias durante años.
Mientras que los humanos a menudo olvidamos detalles cotidianos, como dónde dejamos las llaves, algunos animales tienen una memoria a corto plazo más eficiente. Los gatos, por ejemplo, pueden retener información durante al menos diez minutos, superando los 30 segundos que típicamente se asocian con la memoria a corto plazo humana. Esta capacidad les ayuda a aprender y adaptarse rápidamente a su entorno.
Por otro lado, la memoria visual de los chimpancés es notable, permitiéndoles recordar imágenes con una rapidez y precisión asombrosas. Esta habilidad es comparable a la memoria fotográfica humana, que es rara pero poderosa. Estos ejemplos ilustran que, aunque la memoria humana es avanzada, no somos los únicos en el reino animal con capacidades memorísticas impresionantes.

El top 10 de los animales con mejor memoria
10. Pez: desmintiendo mitos sobre su memoria
El término "memoria de pez" se ha utilizado durante mucho tiempo para describir una mala capacidad de recordar, pero investigaciones recientes han demostrado que esto es un mito. Estudios realizados con cíclidos africanos han revelado que estos peces poseen habilidades memorísticas complejas. Pueden recordar la ubicación exacta de un área del acuario donde recibieron una recompensa, incluso después de varios días sin entrenamiento.
Estos descubrimientos desafían la percepción común de que los peces tienen una memoria limitada. La capacidad de recordar ubicaciones específicas es crucial para su supervivencia, permitiéndoles encontrar comida y evitar depredadores. Este tipo de memoria espacial es más sofisticado de lo que se pensaba, y muestra que los peces son más inteligentes de lo que se les ha dado crédito.
Además de su memoria espacial, algunos peces muestran comportamientos sociales complejos que sugieren una capacidad de memoria más avanzada. Pueden reconocer a otros individuos y recordar interacciones pasadas, lo que es fundamental para mantener jerarquías sociales y establecer relaciones dentro de su grupo.
9. Perro: la memoria asociativa en acción
Los perros, conocidos por su lealtad y habilidades de entrenamiento, poseen una memoria asociativa altamente desarrollada. Esta forma de memoria les permite aprender y recordar comandos a través de la asociación de palabras con acciones específicas. Aunque su memoria a corto plazo puede ser limitada, su capacidad para formar asociaciones es notable.
La memoria asociativa es la base de la mayoría de los entrenamientos caninos. A través de la repetición y la recompensa, los perros aprenden a responder a comandos como "sentado" o "quieto". Esta habilidad no solo es útil para el entrenamiento, sino que también les permite recordar a sus dueños por el sonido de su voz o el olor, incluso después de largos periodos de separación.
Además, los perros son capaces de recordar experiencias emocionales, lo que influye en su comportamiento futuro. Un perro que ha tenido una experiencia negativa en el veterinario puede mostrar signos de ansiedad en visitas posteriores, demostrando que su memoria va más allá de la simple asociación de comandos.

8. Abeja: maestras del vuelo y la memoria espacial
Las abejas son insectos fascinantes que poseen una memoria espacial impresionante. Son capaces de orientarse en entornos complejos y recordar la ruta hacia su colmena, lo que es esencial para su supervivencia. Esta habilidad les permite encontrar y recordar la ubicación de flores ricas en néctar, optimizando su recolección de alimento.
La memoria de las abejas no se limita a la orientación; también pueden aprender y memorizar rápidamente el color y el olor de las flores que les proporcionan néctar o polen. Esta capacidad de aprender y recordar detalles sensoriales es crucial para su eficiencia como polinizadoras, ya que les permite identificar rápidamente las mejores fuentes de alimento.
Además, las abejas utilizan el "baile de las abejas" para comunicar información sobre la ubicación de las flores a otras abejas en la colmena. Esta forma de comunicación compleja requiere una memoria precisa para transmitir detalles sobre la distancia y la dirección, lo que demuestra que las abejas son mucho más inteligentes de lo que parecen a simple vista.
7. Pájaro cascanueces: el guardián de las nueces
El pájaro cascanueces es un ejemplo extraordinario de memoria espacial en el reino animal. Estos pájaros son capaces de recordar la ubicación exacta de miles de nueces enterradas, incluso meses después de haberlas escondido. Esta habilidad es vital para su supervivencia, especialmente durante el invierno, cuando el alimento escasea.
La memoria del pájaro cascanueces no se deteriora con la edad, lo que es inusual en el reino animal. Esta capacidad de retener información precisa durante largos periodos les permite planificar y almacenar recursos de manera efectiva. Su habilidad para recordar ubicaciones específicas es comparable a la de los elefantes, que también son conocidos por su memoria espacial.
Además de su memoria espacial, estos pájaros muestran una notable capacidad de aprendizaje. Pueden adaptarse a nuevas situaciones y resolver problemas complejos, lo que indica que su memoria no solo es precisa, sino también flexible. Esta combinación de habilidades les permite prosperar en entornos desafiantes y cambiar su comportamiento en respuesta a nuevas condiciones.
6. Gato: memoria a corto plazo y aprendizaje por observación
Los gatos son conocidos por su independencia y curiosidad, pero también poseen una memoria a corto plazo notablemente eficiente. Pueden retener información durante al menos diez minutos, lo que les permite recordar detalles importantes sobre su entorno inmediato. Esta capacidad es especialmente útil para aprender y adaptarse a situaciones nuevas.
El aprendizaje por observación es otra habilidad clave en los gatos. Al observar a sus madres, los gatitos aprenden habilidades esenciales como cazar, asearse y alimentarse. Esta forma de aprendizaje es rápida y eficiente, permitiendo a los gatos adquirir habilidades complejas sin necesidad de ensayo y error.
Además, los gatos son capaces de recordar interacciones pasadas con humanos y otros animales, lo que influye en su comportamiento social. Pueden recordar cómo abrir un mueble o una puerta después de observar a un humano hacerlo, lo que demuestra una capacidad de aprendizaje y memoria más avanzada de lo que se suele suponer.

5. Pulpo: dos tipos de memoria interconectadas
El pulpo es un invertebrado fascinante con una memoria excepcionalmente avanzada. Posee dos tipos de memoria: a corto y largo plazo, que están interconectadas. Esta conexión permite al pulpo mejorar su memoria a largo plazo en situaciones de supervivencia, lo que es crucial para su adaptación a ambientes cambiantes.
Los pulpos tienen entre 100 y 500 millones de células cerebrales, lo que les convierte en uno de los invertebrados más inteligentes. Su capacidad para aprender y recordar información es comparable a la de algunos mamíferos, y les permite resolver problemas complejos y adaptarse rápidamente a nuevas situaciones.
Además de su memoria, los pulpos son conocidos por su habilidad para cambiar de color y textura, lo que utilizan tanto para camuflarse como para comunicarse. Esta capacidad de adaptación rápida es un testimonio de su inteligencia y memoria, permitiéndoles prosperar en entornos diversos y desafiantes.
4. León marino: recordando lo aprendido con el tiempo
Los leones marinos son animales marinos con una notable capacidad de memoria a largo plazo. Un estudio realizado por la Universidad de California demostró que un león marino llamado Río podía recordar un juego que le habían enseñado diez años antes. Esta capacidad de retención a largo plazo es inusual entre los mamíferos marinos y sugiere una memoria más avanzada de lo que se pensaba.
La memoria de los leones marinos no se limita a tareas simples; también pueden recordar números y letras, lo que indica una capacidad cognitiva compleja. Esta habilidad es crucial para su entrenamiento en cautiverio, donde se les enseña a realizar tareas específicas y responder a comandos.
Además de su memoria, los leones marinos son conocidos por su inteligencia social. Pueden reconocer a otros individuos y recordar interacciones pasadas, lo que es fundamental para mantener la cohesión social dentro de sus grupos. Esta combinación de habilidades cognitivas y sociales les permite adaptarse y prosperar en su entorno natural.
3. Chimpancé: memoria fotográfica y reconocimiento visual
Los chimpancés son nuestros parientes más cercanos en el reino animal y poseen una memoria visual impresionante. Son capaces de recordar imágenes con una rapidez y precisión que rivaliza con la memoria fotográfica humana. Esta habilidad les permite reconocer detalles específicos en su entorno, lo que es crucial para su supervivencia.
La memoria fotográfica de los chimpancés ha sido documentada en estudios que muestran su capacidad para recordar imágenes brevemente observadas. Esta habilidad es especialmente útil para identificar alimentos, reconocer peligros y mantener relaciones sociales complejas dentro de sus grupos.
Además de su memoria visual, los chimpancés son conocidos por su capacidad de aprendizaje y resolución de problemas. Pueden utilizar herramientas, comunicarse mediante gestos y aprender nuevas habilidades a través de la observación, lo que demuestra una inteligencia y memoria avanzadas.

2. Elefante: mapas mentales y olfato como guía
Los elefantes son conocidos por su gran memoria, que les permite crear mapas mentales detallados de su entorno. Esta habilidad es fundamental para su supervivencia, ya que les permite recordar rutas migratorias y localizar fuentes de agua durante largos periodos. Su capacidad para recordar detalles espaciales es comparable a la de los pájaros cascanueces.
El olfato es otra herramienta clave en la memoria de los elefantes. Pueden identificar a otros elefantes por el olor de su orina y determinar su dirección y estado de salud. Esta habilidad les permite mantener la cohesión social dentro de sus manadas y evitar conflictos con grupos rivales.
Además de su memoria espacial y olfativa, los elefantes son conocidos por su inteligencia emocional. Pueden recordar interacciones pasadas con otros elefantes y humanos, lo que influye en su comportamiento social. Esta combinación de habilidades cognitivas y emocionales les convierte en uno de los animales más inteligentes del planeta.
1. Delfín: reconocimiento de silbidos a largo plazo
Los delfines son considerados los animales con mejor memoria del reino animal, especialmente en lo que respecta al reconocimiento sonoro. Un estudio de la Universidad de Chicago demostró que los delfines pueden reconocer el silbido de un antiguo compañero incluso veinte años después de haber estado separados. Esta habilidad es crucial para su comunicación y cohesión social.
La memoria sonora de los delfines no se limita al reconocimiento de silbidos; también pueden recordar y reproducir secuencias complejas de sonidos. Esta capacidad es fundamental para su comunicación en el océano, donde utilizan una variedad de clics y silbidos para transmitir información.
Además de su memoria sonora, los delfines son conocidos por su inteligencia social. Pueden aprender y recordar comandos, resolver problemas complejos y mostrar empatía hacia otros individuos. Esta combinación de habilidades cognitivas y sociales les convierte en uno de los animales más inteligentes y fascinantes del planeta.

Animales sorprendentes con memoria destacada
Los cíclidos africanos: más que simples peces
Los cíclidos africanos son un ejemplo de cómo la percepción de la memoria en los animales puede ser engañosa. Aunque tradicionalmente se pensaba que los peces tenían una memoria limitada, estos cíclidos han demostrado habilidades memorísticas complejas. Pueden recordar la ubicación de áreas específicas dentro de su entorno, lo que es crucial para su supervivencia.
Además de su memoria espacial, los cíclidos muestran comportamientos sociales complejos que sugieren una capacidad de memoria más avanzada. Pueden reconocer a otros individuos y recordar interacciones pasadas, lo que es fundamental para mantener jerarquías sociales y establecer relaciones dentro de su grupo.
Estos descubrimientos desafían la percepción común de que los peces tienen una memoria limitada y muestran que son más inteligentes de lo que se les ha dado crédito. Su capacidad para recordar detalles específicos y adaptarse a su entorno demuestra que la memoria en los animales es más diversa y compleja de lo que se pensaba.
Delfines: comunicación y memoria sonora
Los delfines son conocidos por su inteligencia y habilidades de comunicación avanzadas, pero su memoria sonora es lo que realmente los distingue. Pueden reconocer el silbido de un antiguo compañero incluso después de décadas de separación, lo que es crucial para su cohesión social y comunicación en el océano.
La memoria sonora de los delfines no se limita al reconocimiento de silbidos; también pueden recordar y reproducir secuencias complejas de sonidos. Esta capacidad es fundamental para su comunicación, ya que utilizan una variedad de clics y silbidos para transmitir información sobre su entorno y coordinar actividades de grupo.
Además de su memoria sonora, los delfines son conocidos por su inteligencia social. Pueden aprender y recordar comandos, resolver problemas complejos y mostrar empatía hacia otros individuos. Esta combinación de habilidades cognitivas y sociales les convierte en uno de los animales más inteligentes y fascinantes del planeta.

Curiosidades del mundo animal sobre la memoria
El efecto de la edad en la memoria de los animales
La memoria de los animales, al igual que la de los humanos, puede verse afectada por el envejecimiento. Sin embargo, no todas las especies experimentan el deterioro de la memoria de la misma manera. Por ejemplo, el pájaro cascanueces es capaz de recordar la ubicación de miles de nueces durante años, sin que su memoria se deteriore con la edad, lo que es inusual en el reino animal.
En contraste, algunas especies pueden experimentar una disminución de la memoria con el tiempo, lo que puede afectar su capacidad para recordar rutas, reconocer a otros individuos o realizar tareas aprendidas. Este deterioro puede influir en su comportamiento social y capacidad de supervivencia, especialmente en ambientes cambiantes.
Sin embargo, algunas especies han desarrollado estrategias para mitigar los efectos del envejecimiento en la memoria. Los elefantes, por ejemplo, utilizan su memoria colectiva para transmitir conocimientos entre generaciones, asegurando que la información crucial sobre rutas migratorias y fuentes de agua se conserve dentro de la manada.
Cómo los elefantes utilizan la orina para recordar
La capacidad de los elefantes para utilizar el olfato como herramienta de memoria es fascinante. Pueden identificar a otros elefantes por el olor de su orina, lo que les permite determinar la dirección y el estado de salud de otros miembros de su manada. Esta habilidad es crucial para mantener la cohesión social y evitar conflictos con grupos rivales.
El uso del olfato para recordar no se limita a la identificación de individuos; también les permite crear mapas mentales detallados de su entorno. Pueden recordar la ubicación de fuentes de agua y rutas migratorias, lo que es fundamental para su supervivencia en entornos cambiantes.
Además, los elefantes son conocidos por su capacidad de recordar interacciones pasadas con otros elefantes y humanos, lo que influye en su comportamiento social. Esta combinación de habilidades cognitivas y emocionales les convierte en uno de los animales más inteligentes del planeta.
Referencias
- Pouydebat, E. (2018). Inteligencia animal: Cabeza de chorlitos y memoria de elefantes. Plataforma.
- Aguado-Aguilar, L. (2001). Aprendizaje y memoria. Revista de neurología, 32(4), 373-381.
- Corda, G., & Marte, F. (2024). Afecciones que persisten: memoria episódica y ética animal. Astrolabio. Nueva Época, (33), 134-158.