Teniendo en cuenta que el ser humano tiene los ojos colocados en posición frontal, de modo que sus áreas de visión se solapan facilitando la visión binocular; que gracias a ello somos capaces de calcular distancias con la vista; y que somos capaces de distinguir un círculo cromático basado en tres colores —salvo daltonismos—, podemos decir que tenemos un sistema visual relativamente bueno.
Comparativa entre la visión humana y la visión animal
La visión es uno de los sentidos más fascinantes y complejos, no solo en los seres humanos sino en todo el reino animal. Aunque los humanos poseen un sistema visual desarrollado que nos permite percibir un amplio espectro de colores y calcular distancias con precisión, no somos la especie con la mejor capacidad visual. Existen animales que han evolucionado para tener habilidades visuales que superan con creces las nuestras, adaptándose a sus necesidades específicas.
La visión tricromática humana
El ser humano cuenta con una visión tricromática basada en tres tipos de conos en la retina: los conos L, M y S, que corresponden a la percepción de los colores rojo, verde y azul, respectivamente. Esta combinación nos permite distinguir una amplia gama de colores, aunque está limitada a este espectro tridimensional. La visión tricromática es un legado de nuestros ancestros arborícolas, quienes dependían de la capacidad de distinguir colores para seleccionar frutos y calcular distancias al saltar de rama en rama. Este sistema visual ha sido fundamental para nuestra supervivencia y desarrollo como especie.
Sin embargo, a pesar de su eficacia, la visión humana tiene limitaciones. Comparada con la de otros animales, nuestra capacidad para percibir colores y detalles puede parecer modesta. Esto se debe a que otros animales han desarrollado sistemas visuales adaptados a sus entornos y necesidades específicas, permitiéndoles ver más allá de lo que nosotros podemos percibir. Por ejemplo, mientras que nuestra visión se limita a tres colores primarios, algunas especies poseen más tipos de conos, lo que les permite ver un espectro de colores mucho más amplio.

Limitaciones de la visión en los humanos
Aunque la visión humana es avanzada, presenta ciertas limitaciones en comparación con otros animales. Una de estas limitaciones es la incapacidad de percibir la luz ultravioleta, un rango del espectro electromagnético que es visible para algunas aves y otros animales. Esta restricción se debe a la estructura de nuestros conos y a la absorción de la luz ultravioleta por el cristalino del ojo humano. Además, nuestra percepción del movimiento es menos sofisticada que la de algunas especies, que han desarrollado receptores especializados para detectar cambios rápidos en su entorno.
Otra limitación es nuestra dependencia de la luz para ver con claridad. En condiciones de baja iluminación, nuestra visión se ve comprometida, ya que los conos requieren una cantidad significativa de luz para activarse. En contraste, algunos animales han desarrollado adaptaciones que les permiten ver en la oscuridad o en condiciones de luz tenue, utilizando diferentes tipos de receptores o estructuras oculares.
Animales con capacidades visuales sorprendentes
El cernícalo, visión ultravioleta
El cernícalo es un ave de presa que posee una capacidad visual extraordinaria gracias a su habilidad para percibir la luz ultravioleta. A diferencia de los humanos, que solo tienen tres tipos de conos, las aves como el cernícalo cuentan con seis tipos de conos, lo que les permite ver un espectro de colores mucho más amplio. Esta capacidad de ver en el rango ultravioleta añade una dimensión adicional a su percepción del entorno, permitiéndoles detectar detalles que para nosotros son invisibles.
La visión ultravioleta en los cernícalos se ha asociado con su habilidad para cazar, ya que se cree que pueden detectar rastros de orina de roedores que reflejan la luz ultravioleta. Aunque esta teoría ha sido debatida, no cabe duda de que la capacidad de percibir este espectro les proporciona una ventaja significativa en la búsqueda de presas. La especialización de sus conos les permite identificar patrones y detalles que escapan a nuestra percepción, haciendo de su visión una herramienta crucial para su supervivencia.
El cernícalo y la detección de presas
La capacidad del cernícalo para detectar presas desde el aire es notable. Además de su visión ultravioleta, estos animales cuentan con una agudeza visual impresionante, que les permite identificar pequeños movimientos en el suelo mientras vuelan a gran altura. Este nivel de precisión es posible gracias a la estructura de sus ojos y a la disposición de sus conos, que están optimizados para captar detalles a largas distancias.
Esta habilidad es especialmente útil cuando los cernícalos cazan en áreas abiertas, donde la detección de presas pequeñas es crucial. La combinación de visión ultravioleta y agudeza visual les permite localizar y capturar roedores con eficacia, aprovechando al máximo las señales visuales que el entorno les ofrece. Esta capacidad para detectar presas a gran distancia es un ejemplo de cómo la evolución ha adaptado la visión de ciertas especies a sus necesidades ecológicas.

El pulpo, visión polarizada
El pulpo es un maestro del camuflaje y la percepción visual, con una habilidad única para percibir la polarización de la luz. Esta capacidad les permite identificar objetos y patrones en el agua que son invisibles para otros animales, incluyéndonos a nosotros. La polarización de la luz se refiere a la orientación de las ondas de luz, y los pulpos pueden detectar variaciones en esta orientación, lo que les otorga una ventaja significativa en su entorno acuático.
Esta habilidad es especialmente útil en el mar, donde la luz se comporta de manera diferente a como lo hace en la superficie. Bajo el agua, la polarización de la luz puede revelar detalles sobre la forma, el tamaño y la textura de los objetos, incluso en condiciones de poca luz. Los pulpos utilizan esta información para navegar, cazar y evitar depredadores, mostrando una capacidad de adaptación visual que es verdaderamente asombrosa.
Cómo los pulpos perciben la luz polarizada
El sistema visual de los pulpos está diseñado para detectar la polarización de la luz con gran precisión. Sus ojos contienen células receptoras especializadas que pueden diferenciar entre la luz polarizada y la no polarizada, permitiéndoles ver contrastes y detalles que otros animales no pueden percibir. Esta capacidad no solo les ayuda a identificar presas, sino que también les permite comunicarse y coordinarse con otros pulpos mediante señales visuales sutiles.
La percepción de la polarización de la luz es una adaptación evolutiva que ha permitido a los pulpos prosperar en sus hábitats submarinos. Al poder detectar cambios en la polarización de la luz, pueden identificar objetos y patrones con una precisión impresionante, incluso en aguas turbias o con poca iluminación. Esta habilidad les proporciona una ventaja competitiva en la búsqueda de alimento y en la protección contra depredadores, demostrando una vez más la diversidad y complejidad de las adaptaciones visuales en el reino animal.

El estomatópodo, la visión del superhéroe
Los estomatópodos, conocidos comúnmente como mantis marinas, poseen el sistema visual más complejo conocido en el reino animal. Con al menos 16 tipos de células fotorreceptoras, superan con creces la capacidad visual de los humanos. Este complejo sistema les permite percibir un espectro de colores extremadamente amplio, incluyendo longitudes de onda que son invisibles para nosotros. Su capacidad para detectar colores y patrones es tan avanzada que se les ha comparado con superhéroes en el mundo animal.
Cada ojo de los estomatópodos está compuesto por tres partes distintas que les permiten tener una visión binocular completa con un solo ojo. Esto significa que pueden calcular distancias y detectar movimientos de manera extremadamente precisa, incluso mirando en dos direcciones diferentes al mismo tiempo. Esta habilidad es crucial para su supervivencia, ya que les permite identificar presas y depredadores con una eficacia sin igual.
El complejo sistema visual del estomatópodo
El sistema visual de los estomatópodos es un prodigio de la evolución. Con 16 tipos de células fotorreceptoras y 33 opsinas diferentes, estos animales pueden percibir un rango de colores y detalles que ningún otro animal puede igualar. Cada receptor está especializado en detectar diferentes longitudes de onda, lo que les permite ver colores desde el ultravioleta hasta el infrarrojo. Esta capacidad les proporciona una ventaja significativa en la identificación de presas y en la comunicación con otros individuos de su especie.
Además, los estomatópodos pueden detectar la polarización de la luz y el movimiento con una precisión impresionante. Sus ojos están diseñados para captar cambios rápidos en el entorno, permitiéndoles reaccionar con rapidez a cualquier amenaza o oportunidad. Esta combinación de habilidades visuales hace que la visión del estomatópodo sea una de las más sofisticadas y efectivas en el reino animal.
Capacidades únicas de movimiento ocular en estomatópodos
Una de las características más sorprendentes de los estomatópodos es su capacidad para mover cada ojo de manera independiente. Esto les permite escanear su entorno de manera eficiente y detectar cualquier cambio en su campo de visión. Cada ojo está compuesto por tres partes diferenciadas: una banda central para la percepción del color y dos hemisferios para detectar formas y movimiento. Esta estructura les permite tener una visión tridimensional completa con cada ojo, lo que es crucial para calcular distancias y localizar presas.
El movimiento ocular independiente es una adaptación que les proporciona una ventaja significativa en la detección de presas y depredadores. Al poder observar en múltiples direcciones a la vez, los estomatópodos pueden reaccionar rápidamente a cualquier amenaza o oportunidad. Esta capacidad, combinada con su sofisticado sistema visual, hace que los estomatópodos sean verdaderos maestros de la percepción en el mundo submarino.

Conclusiones sobre los animales con la mejor vista del mundo
Qué animales ven más colores que el ser humano
En el reino animal, existen varias especies que superan la capacidad de los humanos para percibir colores. Las aves, como el cernícalo, poseen conos adicionales que les permiten ver en el espectro ultravioleta, ampliando significativamente su percepción del color. Los estomatópodos, con su impresionante número de opsinas, pueden ver un espectro aún más amplio, incluyendo colores que son totalmente invisibles para nosotros. Estas adaptaciones les proporcionan una ventaja en la identificación de presas y en la comunicación con otros individuos de su especie.
La diversidad de la visión en el reino animal es un testimonio de la evolución y la adaptación a diferentes entornos y necesidades. Mientras que los humanos han desarrollado una visión tricromática eficiente para nuestras necesidades, otros animales han evolucionado para ver más colores y detalles en su entorno, demostrando la increíble variedad de estrategias visuales en la naturaleza.
El animal con la mejor vista del mundo
Si bien es difícil determinar qué animal tiene la mejor vista del mundo, los estomatópodos son sin duda uno de los principales contendientes. Su sistema visual altamente sofisticado les permite percibir un espectro de colores y detalles que ningún otro animal puede igualar. Con su capacidad para detectar la polarización de la luz y el movimiento, así como su habilidad para mover cada ojo de manera independiente, los estomatópodos poseen una visión que es verdaderamente única y excepcional.
Por otro lado, el cernícalo y el pulpo también destacan por sus habilidades visuales especializadas, adaptadas a sus necesidades ecológicas y de supervivencia. Cada uno de estos animales representa un ejemplo fascinante de cómo la evolución ha moldeado la percepción visual en el reino animal, proporcionando soluciones ingeniosas y efectivas para los desafíos de su entorno.
Referencias
- Kram, Y. A. et al. 2010. Avian Cone Photoreceptors Tile the Retina as Five Independent, Self-Organizing Mosaics. PLoS ONE, 5(2), e8992. DOI: 10.1371/journal.pone.0008992
- Lind, O. et al. 2013. Ultraviolet sensitivity and colour vision in raptor foraging. Journal of Experimental Biology, 216(10), 1819-1826. DOI: 10.1242/jeb.082834
- Portero, M. L. et al. 2020. Exceptional diversity of opsin expression patterns in Neogonodactylus oerstedii (Stomatopoda) retinas. Proceedings of the National Academy of Sciences, 117(16), 8948-8957. DOI: 10.1073/pnas.1917303117
- Shashar, N. et al. 1996. Polarization contrast vision in Octopus. Journal of Experimental Biology, 199(4), 999-1004. DOI: 10.1242/jeb.199.4.999