Pelagia noctiluca: La fascinante medusa luminosa de nuestros mares

En ocasiones se producen afloramientos masivos de medusas que obligan a cerrar playas; una de las especies responsables de estos eventos es la medusa clavel.
Pelagia noctiluca, la medusa veraniega del Mediterráneo

La Pelagia noctiluca, conocida como medusa clavel o púrpura, es una especie fascinante y temida en el Mediterráneo. Con un diámetro de hasta 10 centímetros y un color púrpura translúcido, esta medusa carece de fase pólipo, lo que la distingue de otras especies. Su distribución abarca desde el Atlántico norte hasta el mar del Norte, siendo especialmente abundante en el Mediterráneo, donde forma enjambres masivos en verano. El cambio climático y la contaminación han incrementado su proliferación, alterando ecosistemas y actividades humanas.

Ejemplar de ‘Pelagia noctiluca’ - Ejemplar de ‘Pelagia noctiluca’

Su dolorosa picadura, causada por nematocistos que cubren su cuerpo, puede provocar reacciones alérgicas severas. La reproducción de Pelagia noctiluca es continua, adaptándose rápidamente a condiciones cambiantes, lo que contribuye a su éxito como especie. Su presencia, a menudo señal de alerta para bañistas, puede cerrar playas enteras debido al riesgo que representa.

Ejemplares de ‘Pelagia noctiluca’ - Ejemplares de ‘Pelagia noctiluca’

Características y distribución de Pelagia noctiluca

Descripción de la especie

La Pelagia noctiluca es una medusa de tamaño moderado, con un diámetro que puede alcanzar los 10 centímetros. Su cuerpo, llamado umbela, es de un color púrpura translúcido, lo que le otorga su apodo de medusa púrpura. Esta especie carece de una fase pólipo, lo que la distingue de muchas otras medusas. Está cubierta de nematocistos, unas células especializadas que contienen veneno y que se encuentran no solo en sus tentáculos, sino también en su cuerpo, aumentando el riesgo de picaduras para quienes entren en contacto con ella.

Distribución en el Atlántico y Mediterráneo

La distribución de la Pelagia noctiluca es amplia. Se encuentra en el Atlántico norte, desde el ecuador hasta el mar del Norte, y es particularmente abundante en el mar Mediterráneo. Esta medusa también llega a las costas del golfo de México y el mar Cantábrico. Su capacidad para formar enjambres masivos en el Mediterráneo ha sido bien documentada, especialmente durante los meses de verano, cuando las condiciones climáticas favorecen su proliferación. Estos enjambres pueden ser tan extensos que obligan a las autoridades a izar la bandera roja en las playas afectadas.

Un ciclo vital inusual

Duración del ciclo y ausencia de fase pólipo

El ciclo vital de la Pelagia noctiluca es particularmente interesante debido a su corta duración y la ausencia de una fase pólipo. A diferencia de otras medusas, que pasan parte de su vida ancladas al fondo marino en forma de pólipo, la medusa clavel completa su ciclo en el agua. Su vida comienza cuando un huevo es fecundado, convirtiéndose en una larva llamada plánula. Esta larva nada libremente durante aproximadamente una semana antes de transformarse en una efira, y finalmente en una medusa adulta en el transcurso de un mes.

Cinco medusas de las costas españolas
El ciclo vital de la Pelagia noctiluca es particularmente interesante debido a su corta duración y la ausencia de una fase pólipo.

Reproducción a lo largo del año

La reproducción de la Pelagia noctiluca es continua a lo largo del año, con picos en otoño y primavera. Tanto los machos como las hembras liberan sus gametos en el agua, donde ocurre la fecundación. Este método de reproducción asegura una alta tasa de supervivencia de las larvas, que rápidamente se desarrollan en adultos. La ausencia de una fase pólipo permite a esta medusa adaptarse rápidamente a las condiciones cambiantes del entorno marino, lo que contribuye a su éxito como especie.

Las causas de las plagas de medusa clavel

Impacto del cambio climático

El cambio climático ha tenido un impacto significativo en la frecuencia y magnitud de los afloramientos de Pelagia noctiluca. Las temperaturas más cálidas del agua, especialmente en el mar Mediterráneo, proporcionan un entorno ideal para que estas medusas prosperen. A medida que el clima global sigue cambiando, se espera que los enjambres de medusas clavel sean cada vez más comunes, alterando los ecosistemas marinos y afectando las actividades humanas en las costas.

Ejemplar de ‘Pelagia noctiluca’ - Ejemplar de ‘Pelagia noctiluca’

Influencias de las condiciones climáticas

Las condiciones climáticas, como inviernos suaves, bajas precipitaciones y alta presión atmosférica, han sido identificadas como factores que favorecen la proliferación de Pelagia noctiluca. Estas condiciones permiten que las medusas se reproduzcan en grandes cantidades, formando enjambres que pueden durar semanas. Además, la geomorfología del Mediterráneo, con sus aguas cálidas y su limitada circulación, crea un ambiente propicio para el crecimiento de estas poblaciones.

Contaminación y su efecto en la proliferación

La contaminación del agua, especialmente por metales pesados y nitratos, también juega un papel crucial en la proliferación de Pelagia noctiluca. Estos contaminantes no solo fomentan el crecimiento de las medusas, sino que también reducen la competencia al afectar negativamente a otras especies marinas. En lugares como el Mar Menor, donde la contaminación es alta debido a la agricultura y otras actividades humanas, los enjambres de medusa clavel se han vuelto más frecuentes y problemáticos.

La picadura de la medusa clavel

Nematocistos y riesgo de picaduras

La Pelagia noctiluca es conocida por su dolorosa picadura, que es el resultado de los nematocistos que cubren su cuerpo. Estos nematocistos funcionan como pequeños arpones que se activan al contacto, inyectando veneno en la piel de la víctima. El contacto con una medusa clavel puede causar lesiones similares a latigazos, acompañadas de un dolor intenso que puede durar varias semanas. La presencia de nematocistos en toda la superficie de la medusa aumenta el riesgo de picaduras, incluso si el contacto es breve.

Reacciones alérgicas y consecuencias

Aunque la mayoría de las picaduras de Pelagia noctiluca son simplemente dolorosas, algunas personas pueden experimentar reacciones alérgicas severas. Estas reacciones pueden incluir erupciones cutáneas, dificultad para respirar y, en casos extremos, anafilaxia. Incluso años después de una picadura, algunas personas pueden experimentar recaídas de los síntomas, un fenómeno que aún está siendo estudiado por los científicos. Se cree que el veneno de la medusa puede interactuar con el colágeno de la piel, desencadenando una respuesta inmunitaria prolongada. La prevención y el tratamiento adecuado son esenciales para minimizar los riesgos asociados con las picaduras de esta medusa.

Referencias:

Brotz, L. et al. 2012. Jellyfish populations in the Mediterranean Sea. ACTA ADRIATICA, 19.

Canepa, A. et al. 2014. Pelagia noctiluca in the Mediterranean Sea. En K. A. Pitt et al. (Eds.), Jellyfish Blooms (pp. 237-266). Springer Netherlands. DOI: 10.1007/978-94-007-7015-7_11

Goy, J. et al. 1989. Long-term fluctuations of Pelagia noctiluca (Cnidaria, Scyphomedusa) in the western Mediterranean Sea. Prediction by climatic variables. Deep Sea Research Part A. Oceanographic Research Papers, 36(2), 269-279. DOI: 10.1016/0198-0149(89)90138-6

Mariottini, G. et al. 2008. The Mauve Stinger Pelagia noctiluca (Forsskål, 1775). Distribution, Ecology, Toxicity and Epidemiology of Stings. Marine Drugs, 6(3), 496-513. DOI: 10.3390/md6030496

Milisenda, G. et al. 2018. Reproductive and bloom patterns of Pelagia noctiluca in the Strait of Messina, Italy. Estuarine, Coastal and Shelf Science, 201, 29-39. DOI: 10.1016/j.ecss.2016.01.002

Recomendamos en