El lado oculto de las estrellas: la mirada de un médico sobre las fobias más inusuales de los famosos

Algunos tienen miedo al agua y otros a las mariposas, pero también hay famosos que sufren ansiedad ante la presencia de payasos.
El lado oculto de las estrellas: la mirada de un médico sobre las fobias más inusuales de los famosos

El término fobia procede de Fobos, el dios del temor y el horror. Según la mitología grecolatina era hijo de Ares, el dios de la guerra, y Afrodita, diosa el amor. El papel de Fobos dentro del panteón griego era infundir miedo, pánico, confusión y consternación en los campos de batalla.

En el campo de la psiquiatría una fobia es un temor intenso e irracional frente a situaciones que no son peligrosas y que a la mayoría de las personas no les parecen molestas. Se calcula que hasta el 8% de los adultos tienen alguna fobia, siendo las más comunes el miedo a los animales, lo que en términos médicos se llama zoofobia, y a las alturas (acrofobia).

Las personas que sufren una fobia específica evitan las situaciones o el contacto con el objeto que les genera el miedo y la ansiedad, y, además, suelen reconocer que su miedo es desproporcionado.

En función de la fobia y el lugar en el que viva la persona se pueden producir interferencias más o menos graves en el desarrollo de las actividades diarias, es lo que sucede, por ejemplo, con una persona que tiene fobia a los ascensores y vive en una gran ciudad.

Las personas que sufren una fobia específica evitan las situaciones o el contacto con el objeto que les genera el miedo. Foto: Istock

El presidente que no soportaba ver el 666

Hay fobias verdaderamente curiosas como la amaxofobia, que es el miedo a conducir un vehículo, la botanofobia, el temor a las plantas; la catagelofobia, que consiste en un terror irracional a hacer el ridículo o la caliginefobia, que consiste en el miedo a las mujeres hermosas.

Entre los personajes históricos nos encontramos con algunas fobias verdaderamente curiosas así, por ejemplo, Julio César y Napoleón tenían miedo a los gatos (ailurofobia) y Ronald Reagan era hexakosioihexekontahexafóbico, es decir, tenía miedo al número 666 –el número del diablo-. Se cuenta que cuando en 1989 el matrimonio Reagan se mudó a una casa en Bel Air (Los Ángeles) cambiaron su dirección de 666 St. Cloud Road, por 668 para no tener que ver el número todos los días.

El miedo a los huevos existe

Los famosos, como el resto de los mortales también tienen sus fobias, algunas confesables y otras no. Entre los fóbicos más conocidos por el gran público se encuentra el director Woody Allen que tiene fobia a los insectos, a las arañas, al sol, a los perros, a las multitudes, a la muerte, a los gérmenes y al cáncer. Tal es así, que en alguna ocasión ha reconocido que las dos palabras más bonitas que te puede decir otra persona no es “te quiero”, sino “es benigno”.

Y ya que hablamos de directores, el genial Alfred Hitchcock retrató como nadie en sus películas algunos de los miedos más irracionales, pero quizás lo que no todo el mundo sepa es que él sufría un miedo desmesurado al huevo (ovofobia). En cierta ocasión afirmó que “los huevos me dan miedo, algo más que miedo, me repugnan. Esas cosas blancas, redondas, sin agujeros… ¿Alguna vez han visto algo más asqueroso que la yema rota de un huevo rebosando?”.

Desde la oscuridad hasta las mariposas

Una de las fobias más frecuentes durante la infancia es la nictofobia –el miedo a la oscuridad- que obliga a los padres a dejar la luz encendida. Este tipo de fobia suele desaparecer durante la etapa adulta, aunque algunas personas, como Katy Perry, la siguen sufriendo. Y es que, como dice la cantante, “muchas cosas malignas pueden suceder cuando no hay luz”.

En varias entrevistas la actriz Uma Thurman ha reconocido sufrir claustrofobia, lo cual no impidió que rodara a las órdenes de Quentin Tarantino una escena en la que atrapada en un ataúd notaba como caía tierra sobre ella. Un poco más específica y extravagante es la fobia de Matthew McConaughey que tiene miedo a quedarse atapado en una puerta giratoria, lo que se conoce en términos científicos como entafobia.

Tampoco son habituales las fobias de Daniel Radcliffe, el actor que interpreta en la gran pantalla a Harry Potter, y Johnny Deep, y es que ambos sufren coulrofobia. En Román paladino, miedo a los payasos. Y es que la cara pintada y la sonrisa falsa producen en algunas personas un temor incontrolable.

El director Woody Allen tiene fobia a los insectos. Foto: Istock

Dentro del temor a los animales, el miedo a las arañas y serpientes –como la que tiene Matt Damon- se llevan la palma. Pero la actriz Scarlett Johansson y la cantante Adele lo que sufren es fobia a las aves, la conocida como ornitofobia. Nicole Kidman tampoco se queda atrás con su lepidoterofobia, y es que la actriz australiana sufre miedo a las mariposas. En algunas entrevistas ha declarado que el movimiento de sus alas le producen ansiedad.

Miedo al agua

Entre las fobias más frecuentes de los famosos está, sin duda, la hidrofobia, el temor al agua. En la nómina de hidrofóbicos tenemos a Snoop Dog, Winona Ryder, Will Smith o Carmen Electra, entre otros.

Como vemos, los famosos son una fuente interminable de fobias. Pero si tuviéramos que conceder un premio a la fobia más extravagante muy posiblemente se lo llevaría Megan Fox, la cual ha admitido tener fobia al papel seco, un temor conocido como papirofobia. Por ese motivo, cada vez que tiene que leer un guion, necesita pertrecharse de agua a su lado, para poder mojarse los dedos antes de pasar página.

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