La llegada de un nuevo año es un momento de celebración, de esperanza y de ilusión. Es también una ocasión para compartir nuestros mejores deseos con nuestros seres queridos, ya sea en persona o a través de la distancia. Pero, ¿cómo ha evolucionado la forma de comunicarnos en estas fechas tan señaladas? ¿Qué papel ha jugado la tecnología en este proceso?

Los años 80: el auge de las tarjetas postales
En los años 80, la forma más habitual de desear un feliz año nuevo era enviar una tarjeta postal por correo ordinario. Se trataba de un gesto muy personal y cariñoso, que implicaba elegir una tarjeta adecuada, escribir un mensaje a mano y pegar un sello.
Las tarjetas solían tener motivos navideños, como árboles, estrellas, campanas o belenes, y frases genéricas como “Feliz Navidad y próspero Año Nuevo” o “Que el año que comienza te traiga salud, amor y felicidad”.
Algunas personas también incluían una foto familiar o un dibujo hecho por los niños. Las tarjetas se enviaban con antelación, para que llegaran a tiempo a su destino, y se guardaban como recuerdo.

Los años 90: el boom de las llamadas telefónicas
En los años 90, la telefonía fija se extendió por los hogares, y las llamadas telefónicas se convirtieron en el medio preferido para felicitar el año nuevo. Era una forma más directa y rápida de comunicarse, que permitía escuchar la voz del otro y expresar las emociones con más intensidad.
Las llamadas solían hacerse justo después de las campanadas, o al día siguiente, para evitar las saturaciones de la red. Las conversaciones eran breves y cordiales, y se solían repetir las mismas frases que en las tarjetas, pero con un tono más efusivo y personal. Algunas personas también aprovechaban para ponerse al día, contar sus planes o hacer bromas.
Los años 2000: la revolución de los mensajes de texto
En los años 2000, la telefonía móvil se popularizó, y los mensajes de texto (SMS) se impusieron como la forma más cómoda y económica de desear un feliz año nuevo. Se trataba de un medio más práctico y discreto que las llamadas, que no requería de una respuesta inmediata ni de una conexión estable.
Además, era muy común tratar de adelantar el envío de los mensajes de texto a nuestros familiares y amigos antes de las doce campanadas, especialmente para no llegar al momento en el que las líneas se saturaban. Porque se saturaban. Y mucho.

Por otro lado, los mensajes solían ser cortos y sencillos, debido al límite de caracteres y al coste por mensaje. Algunos ejemplos son: “FELIZ 2001”, “Te deseo lo mejor para el nuevo año” o “Que se cumplan todos tus sueños”. También se empezaron a usar emoticonos, como 🙂 o ;), para expresar sentimientos. Los mensajes se enviaban masivamente, a todos los contactos de la agenda, y se recibían con alegría.
Los años 2010: la era de las redes sociales
En los años 2010, las redes sociales se convirtieron en el canal más utilizado para felicitar el año nuevo. Se trataba de un medio más dinámico y creativo, que ofrecía la posibilidad de compartir imágenes, vídeos, audios o gifs, además de textos.
Las redes sociales —que aún siguen vigentes como el primer día—, también permitían llegar a un público más amplio, no solo a los amigos y familiares, sino también a los seguidores o fans. Los mensajes solían ser más originales y variados, y reflejaban la personalidad o el humor de cada uno.
Algunos ejemplos son: “Adiós 2019, hola 2020”, “Brindo por un año lleno de risas, aventuras y amor” o “Que el nuevo año te sorprenda con cosas buenas”. También se usaban hashtags, como #FelizAñoNuevo o #NewYear, para unir las publicaciones en una misma temática.

El presente y el futuro: el metaverso y la realidad extendida
En el presente y el futuro, la tecnología nos ofrece nuevas formas de desearnos feliz año nuevo, que van más allá de los medios tradicionales. Una de ellas es el metaverso, un espacio virtual compartido, donde podemos interactuar con otras personas mediante avatares, y crear y explorar mundos digitales.
El metaverso nos permite celebrar el año nuevo de forma inmersiva y divertida, sin importar la distancia física. Otra forma es la realidad extendida (RX), que engloba la realidad virtual (RV), la realidad aumentada (RA) y la realidad mixta (RM).

La RX nos permite vivir experiencias sensoriales y emocionales, que combinan el mundo real y el mundo virtual. La RX nos permite, por ejemplo, ver las campanadas en directo desde cualquier lugar del mundo, o enviar mensajes holográficos a nuestros seres queridos.
Como hemos visto, la forma de desearnos feliz año nuevo ha cambiado mucho a lo largo de las décadas, y seguirá cambiando en el futuro. La tecnología nos ha facilitado la comunicación, la expresión y la creatividad, pero también nos ha alejado de la calidez y la intimidad de los medios tradicionales.
Lo importante es que no perdamos el sentido de la celebración, y que sigamos compartiendo nuestros mejores deseos con las personas que queremos, sea cual sea el medio que elijamos. Feliz año nuevo.