Desde la participación de mujeres en las contiendas hasta la 'moneda de las cruzadas', muchas son las curiosidades de este periodo de la Historia que enfrentó a cristianos y musulmanes por el trono de Jerusalén durante casi dos siglos.
Marco Polo y su familiares Niccolò y Maffeo, en el desarrollo de sus viajes por Oriente, entablaron relaciones estratégicas en el desarrollo de las cruzadas de la época
En la época medieval, hubo un movimiento religioso muy enigmático y atractivo: el de los cátaros. Entrevistamos en exclusiva a Manuel P. Villatoro, coordinador de 'Cátaros. Un mundo por descubrir', publicado recientemente por la editorial Pinolia (2023).
El legendario monarca inglés nació el 8 de septiembre de 1157 y se caracterizó por su afición a las guerras y su participación en la Tercera Cruzada (1189-1192).
En la Edad Media existió movilidad fluvial y marítima, comercio y desarrollo de ejes terrestres, siendo su mayor exponente la Ruta de la Seda y Marco Polo el viajero más destacado.
Cada época de la historia suele ser identificada popularmente por determinados iconos y símbolos. La Edad Media se asocia con un castillo, una dama y un caballero. Guiados por unos códigos estrictos, estos últimos llegaron a ser considerados el escalafón más alto de la sociedad, y sus valores –coraje, piedad, cortesía– conformaron un ideal caballeresco al que apelaron constantemente las Cruzadas.
Es una de las ciudades más antiguas del mundo, generadora de historia por sí misma y única por su condición de ‘sagrada’ para tres religiones: judíos, cristianos y musulmanes. Jerusalén ha sido durante siglos una urbe acosada y fascinante, cuya densa trayectoria sigue marcando su presente.
El intento de la cristiandad de recuperar militarmente los Santos Lugares se inscribe en un marco temporal e histórico de cambios decisivos, que sentaron algunas de las bases del mundo moderno: el resurgir de Europa en torno al año 1000 tras siglos de decaimiento, abandono e inestabilidad.
El sultán Saladino supo unir a las fuerzas musulmanas y, tras la batalla de Hattin, reconquistó Jerusalén en 1187. El fin del dominio cristiano en Tierra Santa parecía próximo pero ahí estaba Ricardo Corazón de León, dispuesto a liberar la ciudad sagrada. En la Tercera Cruzada, quizá la más conocida de todas, el mítico rey inglés derrotó, por primera vez, a los hasta entonces invencibles soldados de Saladino.
Resulta difícil, por no decir imposible, citar una materia en la que el mundo oriental −reunido bajo la religión islámica desde la rápida expansión de esta en el siglo VII− no superase al cristiano occidental en la Edad Media: ocurría en la medicina, pero también en las matemáticas, la astronomía, la química, las letras, las humanidades y su floreciente arte.
El ejército cristiano y el sarraceno aprendían de cada uno de sus enfrentamientos observando al adversario, e incluso asimilando algunas de sus formas de guerrear. Para ello, se ayudaron de la tecnología armamentística disponible en la época, basada en el acero.
Las instituciones eclesiásticas altomedievales dominaban por completo a una sociedad temerosa de la condena eterna a los horrores del infierno. Ese fue andando los siglos, el caldo de cultivo de las Cruzadas.
En tiempos de las Cruzadas, la sexualidad solo era lícita si se practicaba dentro del matrimonio, con fines reproductivos y limitada a lo que autorizase la Iglesia. Esta era, al menos, la teoría. En la realidad, el placer sexual se abría paso como siempre pese a todos los riesgos y amenazas.
El análisis del ADN de los restos de nueve cruzados revela que, al contrario de lo que se pensaba, en las Cruzadas combatieron juntos europeos, orientales y mestizos.
Fue una orden medieval religioso-militar fundada en Palestina en las Cruzadas. Desde el siglo XX, pervive como organización cristiana de carácter caritativo.
El ritmo de la vida de los cruzados en Palestina estaba marcado por la religión. Compaginaban la defensa de los lugares sagrados con los quehaceres de la sociedad cristiana.