El número de piezas dentales que pueblan la boca de un tiburón depende, esencialmente, de la dieta de la especie a la que pertenezca. En general, suelen tener entre cinco y quince filas de dientes en cada mandíbula; la primera es la principal.
La diversidad en la dentadura de los tiburones es tan fascinante como su propia biología. Estas criaturas marinas han habitado los océanos por millones de años, exhibiendo una estructura dental única, adaptada a sus variadas dietas y estilos de vida. El número de piezas dentales no solo depende de la especie, sino también de la dieta y del entorno donde se desenvuelven. A lo largo de este artículo, se exploran las características de los dientes, centrándose en especies emblemáticas como el gran tiburón blanco y el tiburón tigre, y se analiza cómo estos depredadores utilizan sus mandíbulas para cazar y alimentarse con eficacia.
La impresionante dentadura de los tiburones
Variedad en el número de dientes según la especie
La cantidad de dientes que puede poseer un tiburón varía considerablemente entre unas especies y otras. Esta variación está estrechamente ligada a la dieta específica de cada ejemplar. Por ejemplo, los tiburones que se alimentan de presas más grandes suelen presentar menos dientes, pero de mayor tamaño, mientras que aquellos que cazan presas pequeñas pueden disponer de más piezas para facilitar su captura. Esta diversidad constituye una adaptación evolutiva que responde tanto a los requerimientos alimenticios como a los entornos que cada especie habita. En líneas generales, es posible encontrar tiburones con unas cuantas docenas de dientes, así como otros que suman varios cientos, en función de su talla y hábitos alimenticios.

Filas de dientes: de cinco a quince por mandíbula
Una de las características más sobresalientes de estos animales es la disposición de sus dientes en múltiples filas. Numerosas especies presentan entre cinco y quince filas en cada mandíbula, permitiendo reemplazar con rapidez aquellos dientes dañados o perdidos. Dicha capacidad de regeneración resulta vital para su supervivencia, pues los dientes carecen de raíces y pueden romperse fácilmente al cazar. Las filas adicionales actúan como un suministro inagotable que garantiza que los tiburones conserven su armamento de caza, estando siempre listos para capturar su próxima presa en cualquier momento.
El gran tiburón blanco: un caso espectacular
Número de dientes y longitud
El gran tiburón blanco, identificado científicamente como Carcharodon carcharias, destaca como uno de los depredadores más imponentes de los mares. A lo largo de su vida, este cazador puede llegar a tener hasta 3.000 dientes, distribuidos en diferentes filas. En muchos casos, dichos dientes alcanzan los 7 centímetros de longitud, facilitando con creces la tarea de desgarrar la carne de sus presas. Sus piezas dentales suelen adoptar una forma triangular y afilada, lo que se traduce en una gran eficiencia para capturar y procesar sus fuentes de alimento. Esta formidable estructura dental ejemplifica cómo la naturaleza equipa a los tiburones con las herramientas idóneas para convertirse en depredadores de primer orden.
Anatomía y función de sus dientes
La anatomía dental del gran tiburón blanco se adapta perfectamente a sus necesidades como cazador. En la mandíbula superior, los dientes muestran una forma ancha y triangular, ideales para cortar y desgarrar, mientras que en la inferior se observan piezas más puntiagudas, destinadas a sujetar a la presa. Este equilibrio en la morfología dental permite al tiburón blanco atrapar una amplia gama de presas, que van desde peces hasta mamíferos marinos. La continuidad en la renovación de los dientes asegura que su dentadura permanezca siempre afilada, atributo fundamental para su eficacia como depredador marino.
El tiburón tigre y su producción masiva de dientes
La capacidad de generar hasta 24.000 dientes
El tiburón tigre, conocido científicamente como Galeocerdo cuvier, constituye otro gran ejemplo de la diversidad dental en estos animales. Este depredador puede llegar a producir hasta 24.000 dientes a lo largo de su existencia, lo cual refleja su notable adaptación a distintas zonas del océano. La velocidad de reemplazo de sus piezas confirma el éxito evolutivo del tiburón tigre, pues le permite conservar una dentadura efectiva durante toda su vida. Mantener un juego de dientes siempre afilado es vital para cubrir la amplia variedad de alimentos que integran su dieta, incluyendo peces, crustáceos, aves marinas e incluso mamíferos.

La estructura de los dientes del tiburón tigre
Los dientes del tiburón tigre se distinguen por su forma ancha y borde aserrado, facilitando la penetración en presas con caparazones o tejidos resistentes. Esta característica es ideal para una dieta tan diversa como la suya, que abarca organismos de texturas muy diferentes. La habilidad de generar dientes de forma ininterrumpida implica que, a pesar del desgaste o la rotura, el tiburón tigre mantiene una mandíbula lista para enfrentar cualquier reto en la cadena alimentaria.
Características generales de los dientes de tiburón
Ausencia de raíces y fragilidad
La ausencia de raíces en sus piezas dentales es uno de los rasgos más llamativos en la anatomía de los tiburones. A diferencia de la dentadura humana, los dientes de tiburón no se encuentran fuertemente anclados a la mandíbula, por lo que suelen romperse con facilidad al morder o sacudir presas de gran tamaño. No obstante, esta aparente debilidad se ve compensada por la constante regeneración de los dientes, un proceso que mantiene la capacidad de caza de estos animales sin interrupciones. Este sistema de reemplazo continuo ha sido crucial para la supervivencia de los tiburones a lo largo de millones de años.
Forma bifurcada: semejanza con puntas de flecha
La forma de los dientes de muchos tiburones incluye una estructura superior bifurcada, otorgándoles una apariencia similar a puntas de flecha. Esta peculiaridad va más allá de la estética, ya que permite mejorar su eficacia al desgarrar y penetrar en el tejido de la presa. El diseño bifurcado se convierte así en un factor que refuerza la letalidad de su mordida. Esta adaptación reafirma la habilidad de los tiburones para especializarse como depredadores en entornos marinos, perfeccionando cada aspecto de su dentadura.

Función de los dientes en la dieta de los tiburones
Presión de las mandíbulas para cazar
El rol que cumplen los dientes en la estrategia de caza resulta fundamental. Pese a la elevada cantidad de piezas que presentan, muchos tiburones optan por no triturar la comida, sino que aplican una potente presión con sus mandíbulas para someter a las presas. Esta táctica simplifica la captura, especialmente con animales pequeños o medianos, que pueden ser asesinados de un solo mordisco antes de ser deglutidos. El vigor de la mordedura ha posicionado a los tiburones como entidades temibles en el océano, reforzando su reputación de grandes depredadores.
La alimentación: engullir sin masticar
La manera en que estos peces cartilaginosos se alimentan difiere notablemente de la de muchas otras especies. Por lo general, no realizan un proceso de masticación, sino que engullen a su presa de una sola vez o la dividen en grandes porciones, valiéndose de dientes afilados y mandíbulas poderosas. Este método resulta altamente eficiente, reduciendo el tiempo de exposición y el gasto de energía durante la ingesta. Les permite también acumular suficientes reservas para afrontar periodos de escasez mientras continúan recorriendo vastas áreas en el océano.
Referencias:
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- Petersen, J. (2021). The Role of Sharks’ Jaws in Apex Predatory Behavior. Advanced Marine Sciences, 22(1), 65-80.
- Hernández, M. & Otis, R. (2022). Anatomical Study of Shark Dentition Across Different Habitats. International Journal of Aquatic Biodiversity, 10(4), 134-147.