El pasado mes de noviembre, el Teatro Capitol Gran Vía de Madrid se convirtió en el epicentro de la ciencia en nuestro país. Muy Interesante celebró la segunda edición de Science Fest, un evento que consiguió reunir a los mejores divulgadores del año para acercar al público el fascinante mundo de la ciencia.
En esta ocasión, alrededor de 1.000 personas pudieron disfrutar de más de cuatro horas de motivadoras charlas sobre los secretos del universo, los misterios de la mente humana, la ciencia y la tecnología más novedosa o nuestro futuro. La gala contó con la presencia del periodista Juan Luis Cano como maestro de ceremonias, que se las ingenió de forma sublime para dar la bienvenida a los ponentes con hilarantes 'sketches'.

La primera en subir al escenario fue Ana Maiques (Valencia, 1972), economista, investigadora y emprendedora, que como no podía ser de otra manera, se encargó de inaugurar la velada explicando cómo funciona el cerebro. Entre otras cosas, contó a grandes rasgos cómo ayudan con su trabajo a personas con enfermedades neurológicas.
Para comenzar, dejó escuchar a los asistentes lo que parecía ser una canción triste. Pero nada más lejos de la realidad: se trataba del sonido del cerebro de una persona con depresión.
Y es que, según esta científica, “en el cerebro hay 100 billones de neuronas que se están comunicando constantemente a una velocidad increíble”. Así pues, explicó que, por ejemplo, en el caso de un cerebro con depresión, lo que sucede es que, “la parte derecha del lóbulo prefrontal tiene menos actividad que la parte izquierda, lo que se conoce como asimetría prefrontal”.

Pero naturalmente, no es fácil explicar –ni tratar- el funcionamiento del órgano más complejo del cuerpo humano. Así pues, se colocó en la cabeza un gorro para electroencefalograma, una herramienta no invasiva que permite recoger señales eléctricas e inyectar corrientes en el cerebro para lidiar con el dolor.
“Llevamos años con tecnologías de neuromodelación basadas en el cerebro como el DBS (Deep Brain Stimulation, -estimulación cerebral profunda-)”, explicó. Unas técnicas que, según esta científica, no solo pueden servir para mitigar los efectos del Parkinson o la depresión, sino que hoy en día “siguen salvando un montón de vidas”.

De hecho, esos electrodos inyectan corrientes que pueden usarse tanto para estimular como para inhibir ciertos comportamientos del cerebro. Así, puso como ejemplo que para abordar casos de epilepsia o Alzheimer se podrían usar distintos tipos de estas descargas.
Y es que, la importancia de estos innovadores tratamientos radica en que se pueden convertir en una nueva terapia para millones de pacientes, según la investigadora. De hecho, en Estados Unidos ya se utiliza la estimulación cerebral, por ejemplo, con la música como terapia para problemas motores, o con luces infrarrojas para tratar el Alzheimer.
“En epilepsia lo que estamos haciendo es estimular a niños y adultos que no responden a la medicación. A partir de una resonancia magnética y un electroencefalograma, creamos un modelo 3D del cerebro del paciente y modelamos cuántas corrientes por cada electrodo tenemos que inyectar al cerebro para inhibir esa zona”, señaló.

“Después de 20 minutos de estimulación durante 10 días, conseguimos reducir las crisis epilépticas un 47 % respecto al periodo en el que no lo hacíamos”, en palabras de Maiques. Estos hallazgos han permitido que actualmente Neuroelectrics ya esté trabajando con 190 pacientes en un total de 40 hospitales de países como España, Estados Unidos, Alemania o Bélgica.
“Ahora vamos a lanzar un estudio mundial clínico de 300 pacientes también para reducir la sintomatología de la depresión”, adelantó a todos los asistentes. Y precisamente esa es una de las mayores motivaciones de su proyecto: ayudar al mayor número posible de personas en los próximos años.
Un futuro prometedor
Pero Ana Maiques y sus colegas también concentran sus esfuerzos actualmente en una metodología basada en neurotwin, es decir, una copia digital del cerebro en la nube. Mediante estas técnicas los expertos podrían saber de antemano, qué tratamiento podría ser el más adecuado para un paciente, un ámbito donde “la inteligencia artificial y los modelos matemáticos serán más que importantes”, según la investigadora.
Con la mirada puesta en el futuro, Maiques espera que cualquiera de estas enfermedades se pueda tratar con dichas innovaciones: “En el futuro, en vez de prescribir a alguien un fármaco cuando tenga epilepsia, depresión o cualquier patología neuronal, se podrá prescribir una sesión de estimulación. Creo que esto va a revolucionar el futuro de la neurotecnología”, aseveró.

“Vamos a seguir trabajando hasta que consigamos que todos los cerebros de esos pacientes que están enfermos ya no suenen tristes, sino que estén sanos y su música sea así”, concluyó antes de que sonase una alegre melodía y recibiese un caluroso aplauso por parte del público.
La neurociencia es una disciplina científica que se enfoca en el estudio del sistema nervioso, abarcando desde la estructura y función de las células nerviosas hasta la comprensión de procesos cognitivos y comportamentales.
Por el escenario de Muy Interesante Science Fest también pasaron algunas de las figuras más destacadas de la divulgación en España, acercando al público algunos de los mayores avances de la ciencia y la innovación.
Nombres como Juan Luis Arsuaga (Antropología), Dolores Martín Bermudo (Salud), Miguel Alcubierre (Física cuántica), Clara Grima (Matemáticas), Javier Ramos López (Ingeniería), Luis Quevedo (divulgación científica), Santiago Castellanos y Fran Navarro (Historia) brillaron con sus ponencias desde las tablas del escenario.
Si te perdiste el Muy Interesante Science Fest o quieres volver a revivirlo, te invitamos a escucharlo al completo en el podcast de Muy al Día (disponible en todas las plataformas):