El pasado mes de noviembre, el Teatro Capitol Gran Vía de Madrid se convirtió en el epicentro de la gran fiesta de las mentes curiosas. Tras el éxito de la primera edición, Muy Interesante celebró de nuevo la gala de Muy Science Fest, un evento que recibió a los mejores divulgadores del año para acercar al público el mundo de la ciencia.
En esta ocasión, más de 1.000 personas abarrotaron las butacas del recinto y tuvieron la oportunidad de disfrutar de más de cuatro horas de inspiradoras ponencias sobre los secretos del universo, los misterios de la mente humana, inteligencia artificial o el futuro.

Sin duda, una de las conferencias más esperadas –y aplaudidas- fue la del mediático Juan Luis Arsuaga (Madrid, 1954), un paleoantropólogo español que no precisa de muchas presentaciones. Su discurso invitó a reflexionar sobre temas que abarcaron desde la esencia de la misma ciencia hasta la inteligencia artificial.
Lo primero que planteó fue que la ciencia no es simplemente un conjunto de hechos y teorías, sino un proceso continuo de indagación y descubrimiento. “La ciencia consiste en hacerse preguntas. Tan sencillo como eso. Es básicamente un método. Un método que nos hace una promesa comparable a los paraísos que prometen las religiones”, afirmó.
Y naturalmente, ese método implica dudar de todo. De hecho, la duda metódica, la comprobación y el escepticismo se presentan como las piedras angulares del método científico, legado de la revolución científica del barroco, tal y como explicó el propio Arsuaga.

“El método consiste en la duda metódica universal, es decir, dudar de todo, comprobarlo todo, no dar por bueno el conocimiento tradicional o transmitido por las generaciones anteriores, sino someterlo todo a prueba, ser escéptico en todo”, apuntó.
Pero la ciencia, según Arsuaga, no se limita solo a los científicos, sino que se extiende a la filosofía misma. Desde los días de Galileo y Newton hasta la era de Darwin, la ciencia ha sido una búsqueda de respuestas, una empresa que desafía los límites del conocimiento establecido. Se nos recuerda que, en esencia, es una forma de filosofía: una exploración de los misterios del universo y una búsqueda de la verdad.

En este sentido, describió el ejercicio intelectual de los científicos como un acto de rebeldía. En sus propias palabras: “Un científico es alguien que primero se hace preguntas y luego las intenta contestar, es decir, es un busca problemas. Lo que más desea un científico es meterse en problemas, pisar todos los charcos. Es un tocapelotas”, sentenció, arrancando la carcajada entre el público.
Por eso, instó a desvanecer la imagen estereotipada del científico como un serio y solemne investigador, dando paso a una idea de este como un “rebelde”, alguien que desafía las normas y cuestiona las verdades tradicionalmente aceptadas.
La inteligencia artificial, en el punto de mira
Pero Arsuaga también dedicó unos minutos a hablar de un tema de rabiosa actualidad: la inteligencia artificial. Aquí intentó dar una respuesta a la inquietante pregunta de si las máquinas podrán llegar a pensar como los humanos.
Para ello hizo un recorrido a través de referencias a obras incombustibles de ciencia ficción como ‘2001: Una odisea del espacio’ o ‘Blade Runner’, donde se exploran los límites de la inteligencia y la conciencia artificial. Arsuaga habló de lo que nos hace humanos, aquello que nos distingue de las máquinas y, por ende, sobre la naturaleza de la identidad y la conciencia.

Quizás, uno de los temas más intrigantes del discurso fuera la exploración de la memoria humana. “Lo que nos hace humanos son los recuerdos. Estos no son reales, son como sueños”, relató. Fue entonces cuando subrayó que los recuerdos no son simplemente imágenes del pasado, sino construcciones complejas y cambiantes. Lo hizo a través de metáforas poéticas y conceptos científicos, y reflexionando sobre la naturaleza de la memoria y su relación con la identidad humana.
Y es que, la memoria, tal y como plantea Arsuaga, es una parte fundamental de lo que somos. No es sino a través de nuestros recuerdos como construimos nuestra identidad y nuestra comprensión del mundo que nos rodea. Sin embargo, matizó que los recuerdos no son simplemente reproducciones exactas del pasado, sino construcciones subjetivas que están sujetas a cambios y distorsiones.
Así fue como la ponencia iba tocando a su fin, no sin antes citar poemas y obras literarias de renombre, como las de Antonio Machado o Jorge Luis Borges donde subyace esa experiencia característicamente humana y la naturaleza de la realidad, la memoria y la percepción.
Comparó nuestra memoria con un paisaje en constante cambio, donde los recuerdos se desvanecen y se transforman con el tiempo. Y precisamente plasmó su conferencia como un recuerdo más que memorable en el Muy Interesante Science Fest de 2023, con la seguridad de haber puesto una vez más sobre la mesa lo frágil, efímero y único del ser humano.

Por el escenario de también desfilaron grandes figuras de la divulgación en España, acercando al público lo más destacado de algunos de los mayores avances de la ciencia y la innovación en nuestro país: Ana Maiques (Neurociencia), Dolores Martín Bermudo (Salud), Miguel Alcubierre (Física cuántica), Clara Grima (Matemáticas), Javier Ramos López (Ingeniería), Luis Quevedo (divulgación científica), Fran Navarro y Santiago Castellanos (Historia).
Además, la gala estuvo amenizada por la presencia de Juan Luis Cano, veterano periodista y humorista que ejerció como maestro de ceremonias y se las ingenió para ir dando paso a los invitados con hilarantes 'sketches'.
Si te perdiste el Muy Interesante Science Fest 2023 o quieres volver a revivirlo, te invitamos a escuchar todas las conferencias (por separado o al completo) en el podcast de Muy al Día (disponible en todas las plataformas):