El año luz es una unidad de distancia (no mide tiempos)

Es una definición bastante intuitiva, pero que puede confundirse debido al nombre que recibe.
Año luz

Un año luz no es una unidad de tiempo, a pesar de que el nombre pueda llevar a confusión. De hecho a veces usamos mal “años luz” en nuestro lenguaje cotidiano. Expresiones del tipo “Hace años luz que nos conocemos” no tienen consistencia alguna. En este artículo vamos a dejar claro de una vez qué es un año luz, qué mide y desde cuándo lo usamos.

¡Nunca digas que un año luz es una unidad de tiempo! Apréndetelo: una año luz es la distancia que recorre la luz en un año. Créditos: Charles McQuillan/Getty Images - Charles McQuillan

Comprendiendo el año luz: definición y uso

¿Qué es un año luz?

El año luz es una medida de distancia que se utiliza en astronomía para describir distancias astronómicas a una escala cósmica. Como se ha dicho, aunque su nombre contiene la palabra "año", no se refiere al tiempo, sino a la distancia que la luz recorre en un año.

¿Y cómo calculamos la distancia a la que equivale un año luz? Pues para ello echamos mano de una de las poquitas fórmulas que todos conocemos: la velocidad es la distancia partido del tiempo (v=d/t). Es decir, para calcular la distancia solo tendremos que multiplicar la velocidad de la luz por el tiempo (un año, en segundos).

La velocidad de la luz en el vacío es de aproximadamente 299 792 kilómetros por segundo. Por otra parte, la cantidad de segundos en un año es 31 557 600 (suponiendo que un año hay 365,25 días). Si multiplicamos ambas cantidades (v·t) obtenemos la distancia que recorre la luz en un año, es decir, habremos conseguido al calcular qué distancia es un año luz. Pues bien, un año luz es una distancia de aproximadamente 9,5 billones de kilómetros.

Un año luz es una distancia de aproximadamente 9,5 billones de kilómetros. Créditos: NASA/ESA - Handout

Por lo tanto, cuando decimos que una estrella está a, por ejemplo, 10 años luz de distancia, estamos hablando de la distancia que la luz de esa estrella recorrería en 10 años. Es una manera práctica de expresar distancias enormes en el universo de una manera más comprensible. De hecho, una estrella que está a 10 años luz se encontraría a 95 billones de km de distancia, un número inabordable para nosotros.

¿Cómo se calcula un año luz?

Calcular un año luz implica multiplicar la velocidad de la luz por el número de segundos en un año. La velocidad de la luz en el vacío es de aproximadamente 299,792 kilómetros por segundo. Un año se compone de 31,557,600 segundos, considerando los 365.25 días que incluye un año bisiesto. Al realizar esta multiplicación, obtenemos que un año luz equivale a aproximadamente 9.5 billones de kilómetros.

Este cálculo es fundamental para la astronomía, ya que permite traducir las enormes velocidades y distancias del universo en términos comprensibles. La precisión en la medición de la velocidad de la luz ha sido un logro clave en la ciencia, y su aplicación en la definición de un año luz ha facilitado el avance de nuestro conocimiento sobre el cosmos. Sin embargo, es importante recordar que estas cifras son aproximaciones, ya que las condiciones exactas pueden variar ligeramente.

El uso del año luz no solo es útil para medir distancias entre estrellas, sino también para comprender el tiempo que la luz de eventos astronómicos tarda en llegar a la Tierra. Esto significa que al observar objetos lejanos, estamos viendo el pasado, ya que la luz que llega a nosotros fue emitida hace años, incluso milenios. Este fenómeno subraya la naturaleza fascinante y compleja del universo, donde el tiempo y la distancia están intrínsecamente conectados.

¿A qué distancia está el Sol en años luz?

La distancia promedio entre la Tierra y el Sol es de aproximadamente 150 millones de kilómetros. Ahora tenemos como dato la distancia en kilómetros y la queremos pasar a años luz. Para hacerlo usamos el factor de conversión 1 a.l. = 9,5 billones de kilómetros. Solo tendremos que dividir los 150 millones de kilómetros entre los 9,5 billones de kilómetros. 

La luz del Sol no llega de forma instantánea a la Tierra. Créditos:Christopher Furlong/Getty Images - Christopher Furlong

Realizando el cálculo, obtenemos que la distancia entre la Tierra y el Sol es de aproximadamente 0,0000158 años luz. Llegados a este punto hay que decir que hemos tomado aproximaciones, así que es probable que el último decimal varíe según la fuente consultada. Al fin y al cabo nos vale para lo que queremos, para demostrar que el Sol está a un suspiro si lo medimos en años luz. Era de esperar, la luz del Sol tarda muy poco en llegar a la Tierra, estamos demasiado cerca.

¿Y cuánto tarda la luz del Sol en llegar a la Tierra?

Ya hemos visto que mucho menos de un año. Para convertir la distancia entre la Tierra y el Sol de años luz a minutos, podemos usar la siguiente información: 1 año tiene 525 600 minutos. Para convertir 0,0000158 años luz a minutos, multiplicamos por la cantidad de minutos en un año:

0,0000158 años luz × 525 600 minutos ≈ 8,3 minutos

Por lo tanto, la distancia promedio entre la Tierra y el Sol es de aproximadamente 8,3 minutos luz. Dicho de otro modo, si el Sol se apagase ahora mismo no nos enteraríamos hasta dentro de 8 minutos y 20 segundos. En ese momento dejaríamos de ver su luz y de sentir su fuerza gravitatoria

El Sol está a 8,3 minutos luz de la Tierra. Es decir, su luz tarda 8,3 minutos en alcanzarnos. Créditos: Andy Lyons - Andy Lyons

Distancia de algunos objetos celestes

  • La Estrella Polar está a 320 años luz.
  • Próxima Centauri, la estrella más cercana al Sol, está a 4,3 años luz.
  • Estamos a 26 000 años luz del centro de la Vía Láctea.
  • La galaxia grande más cercana es Andrómeda y está a 2,5 millones de años luz.
  • La galaxia GN-z11, una de las más antiguas descubiertas, está a 13 400 millones de años luz.
GN-z11, a 13 400 millonesaños luz. Créditos: NASA, ESA - NASA, ESA

El origen y evolución del término "año luz"

¿Quién usó por primera vez la unidad año luz?

La unidad "año luz" fue introducida por primera vez en el siglo XIX, en un contexto donde la astronomía comenzaba a explorar las distancias estelares. Friedrich Bessel, un astrónomo alemán, fue pionero en medir la distancia a una estrella diferente al Sol en 1838. Utilizando un heliómetro, Bessel logró calcular la distancia a la estrella 61 Cygni, aunque no utilizó el término "año luz" en su trabajo.

El término "año luz" apareció por primera vez en un artículo de divulgación astronómica alemán escrito por Otto Ule en 1851. En ese momento, la velocidad de la luz no era conocida con precisión, lo que hizo que la idea de utilizar la luz como una constante fundamental fuera innovadora pero no exenta de controversia. La adopción del término "año luz" fue un paso importante para la astronomía, ya que permitió expresar distancias cósmicas de manera más comprensible.

A pesar de sus orígenes humildes, el "año luz" ha perdurado como una unidad de medida popular en la divulgación científica y la cultura popular. Su capacidad para simplificar la comunicación de conceptos astronómicos complejos ha asegurado su lugar en el vocabulario científico y cotidiano, ayudando a generaciones a visualizar y entender el vasto universo que nos rodea.

La transición del uso de "año luz" a otras unidades como el pársec

Con el avance de la astronomía, surgieron nuevas unidades de medida para describir las distancias cósmicas. Una de estas unidades es el pársec, que se basa en el paralaje estelar y es equivalente a aproximadamente 3.26 años luz. El pársec se ha convertido en una unidad preferida por muchos astrónomos debido a su relación directa con las observaciones astronómicas.

El uso del pársec en lugar del año luz refleja el deseo de los astrónomos de emplear unidades que se alineen más estrechamente con las técnicas de medición utilizadas en la investigación astronómica. Sin embargo, el año luz sigue siendo una herramienta valiosa en la divulgación científica, ya que es más comprensible para el público general. Esta dualidad en el uso de unidades destaca la necesidad de equilibrar la precisión científica con la accesibilidad.

A pesar de la preferencia por el pársec en entornos profesionales, el año luz continúa siendo una unidad ampliamente utilizada en la literatura y medios de comunicación. Su capacidad para evocar imágenes de vastas distancias y su simplicidad hacen que siga siendo relevante, demostrando que en la ciencia, la claridad y la comprensión son tan importantes como la precisión técnica.

Con el avance de la astronomía, surgieron nuevas unidades de medida para describir las distancias cósmicas. Imagen: Pixabay

Ejemplos de distancias en años luz en el universo

Distancia de algunos objetos celestes

El universo está lleno de objetos celestes cuyas distancias se miden en años luz. La Estrella Polar, por ejemplo, se encuentra a 320 años luz de la Tierra. Esta estrella, utilizada históricamente para la navegación, destaca por su posición casi fija en el cielo nocturno, lo que la convierte en un punto de referencia importante para los observadores del cielo.

Próxima Centauri, la estrella más cercana a nuestro sistema solar, está a 4.3 años luz. Esta proximidad relativa ha hecho de Próxima Centauri un objeto de interés para la búsqueda de planetas habitables y la exploración espacial. A pesar de su cercanía, la distancia sigue siendo un desafío insuperable con la tecnología actual, subrayando la inmensidad del espacio.

El centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea, está a unos 26,000 años luz de distancia. Esta distancia nos separa del agujero negro supermasivo que reside en el núcleo galáctico, un objeto de estudio fascinante para los astrónomos. Estas medidas destacan cómo el año luz nos ayuda a conceptualizar las distancias dentro de nuestra propia galaxia y más allá.

Próxima Centauri y otras estrellas cercanas

Próxima Centauri es parte del sistema estelar Alfa Centauri y es la estrella más cercana a nuestro Sol. Su distancia de 4.3 años luz la convierte en un objetivo principal para la investigación de exoplanetas y potenciales futuras misiones interestelares. La posibilidad de encontrar planetas similares a la Tierra en su órbita ha capturado la imaginación de científicos y entusiastas del espacio.

Otras estrellas cercanas, como Barnard's Star y Wolf 359, también se encuentran a pocos años luz de distancia. Estas estrellas, aunque menos conocidas, son objeto de estudio debido a su proximidad, lo que permite observaciones detalladas y la búsqueda de planetas en sus órbitas. La cercanía de estas estrellas subraya la diversidad y riqueza del vecindario estelar de nuestro sistema solar.

La exploración de estas estrellas cercanas no solo nos ayuda a entender mejor nuestro entorno cósmico, sino que también plantea preguntas sobre la posibilidad de vida en otros sistemas estelares. La búsqueda de exoplanetas habitables es un campo de investigación en rápida expansión, y las estrellas cercanas son la primera parada en este emocionante viaje de descubrimiento.

Galaxias lejanas como Andrómeda y GN-z11

La galaxia de Andrómeda, la gran galaxia más cercana a la Vía Láctea, se encuentra a 2.5 millones de años luz de distancia. Esta proximidad relativa la convierte en un objeto de estudio importante, ya que ofrece una visión de una galaxia similar a la nuestra. Además, la colisión prevista entre Andrómeda y la Vía Láctea en miles de millones de años añade un interés adicional a su estudio.

Más allá de Andrómeda, encontramos galaxias como GN-z11, una de las más antiguas y distantes conocidas, situada a 13,400 millones de años luz. Esta galaxia nos ofrece una visión del universo primitivo, poco después del Big Bang. Su estudio proporciona información valiosa sobre la formación y evolución de las primeras galaxias y el universo en sus etapas iniciales.

La observación de galaxias tan distantes como GN-z11 subraya la capacidad de la astronomía para mirar hacia el pasado y explorar los confines del universo. Las distancias en años luz nos permiten no solo medir el espacio, sino también el tiempo, revelando la historia del cosmos y nuestra posición en él.

La galaxia de Andrómeda es la gran galaxia más cercana a la Vía Láctea. Imagen: Pixabay

Referencias

  • El Universo, D. (2013). El universo. Obtenido de https://www. eluniverso. com/noticias/2019/04/12/nota/7281038/1560-millones-litros-bebidas-se-toman-ano.
  • Novotny, H. Luz, Gravedad y Tiempo. Monografía. Www. parquecarcarana. org.
  • Casas, A. (2015). La luz del origen del universo. Arbor, 191(775), a267-a267.

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