¿Por qué tener solo algunas células con la mitad de cromosomas es crucial para la vida?

Las células sexuales, también llamadas gametos, sólo tienen la mitad de cromosomas que el resto de células del cuerpo. ¿Por qué sucede esto? ¿Es un error de la naturaleza? O, por el contrario, ¿tiene una función biológica? Sigue leyendo, te lo desvelamos.
Meiosis

La perpetuación de la vida humana se apoya en la reproducción sexual que genéticamente hablando, consiste en la combinación de material genético proveniente de dos progenitores distintos. Este proceso comienza con la formación de gametos, células sexuales especializadas, donde las células reproductoras femeninas (óvulos) y masculinas (espermatozoides) contienen la mitad de la información genética de cada progenitor.

Durante la fecundación, un óvulo es fertilizado por un espermatozoide, dando lugar a la formación de un cigoto. Este cigoto, ahora con la dotación genética completa, inicia un asombroso viaje de desarrollo que dará origen a un nuevo ser humano.

Por qué tener sólo algunas células con la mitad de cromosomas es crucial para la vida. Foto: Istock

La diversidad genética generada por la reproducción sexual no solo contribuye a la singularidad de cada individuo, sino que también proporciona la base para la variabilidad dentro de la población humana, permitiendo la adaptación a entornos cambiantes y contribuyendo a la evolución continua de nuestra especie.

Este intrincado proceso, orquestado por mecanismos biológicos precisos, destaca la importancia de que existan células que precisamente posean la mitad de información genética que las demás para asegurar la perpetuación y evolución de la vida humana.

¿Qué es la mitosis?

Suele ser el más conocido de los procesos de división celular ya que es el proceso que ocurre en la mayoría de células de nuestro organismo, es decir, en las células somáticas que son las células encargadas del crecimiento, desarrollo y reparación de nuestros tejidos.

Como curiosidad, la secuencia de eventos que se producen en la mitosis comprende cuatro fases: profase, metafase, anafase y telofase.

La clave de este proceso es que asegura que cada célula resultante contenga la misma información genética que la célula original, manteniendo así la estabilidad genética y funcional de los tejidos.

Las células embrionarias son células primordiales con un potencial extraordinario para desarrollarse en cualquier tipo de célula en el cuerpo humano. Foto: Istock

Entonces, ¿qué es la meiosis y qué utilidad tiene?

La meiosis es un proceso de división celular reduccional que ocurre solamente en las células sexuales, dando lugar a la formación de gametos (óvulos y espermatozoides). En otras palabras, este proceso sólo se produce en las células sexuales o germinales. Puesto que el objetivo final de estas células es combinarse con las células sexuales de otro individuo para así dar lugar a una nueva generación con características genéticas de ambos progenitores, tiene todo el sentido que estás células solamente dispongan de la mitad de información genética del resto.

Consta de dos divisiones sucesivas: meiosis I y meiosis II.

¿Qué diferencia hay entre ambos procesos?

Aunque ambos procesos comparten similitudes estructurales, sus objetivos y resultados son distintos. La mitosis busca la generación de células genéticamente idénticas para el crecimiento y la reparación, manteniendo la estabilidad genética.

Por el contrario, la meiosis introduce variabilidad genética, esencial para la adaptación evolutiva y la diversidad genética entre las generaciones.

En definitiva, la mitosis asegura la continuidad y estabilidad, mientras que la meiosis introduce la variabilidad genética necesaria para la adaptación y diversidad de las sucesivas generaciones.

La mitosis busca la generación de células genéticamente idénticas para el crecimiento y la reparación. Foto: Istock

¿Cómo pueden las células sexuales sobrevivir con la mitad de información genética?

En la magia de la naturaleza, el truco está en que las células somáticas, las de los diferentes tejidos, son diploides. Esto implica que las células diploides poseen dos copias del mismoc cromosoma, cada una heredada de un progenitor. El ser humano tiene 23 pares de cromosomas, es decir 46 cromosomas en total.

Posteriormente, a través de diferentes mecanismo moleculares, la célula determina cuál de los dos alelos (variantes del mismo gen que se encuentra en un lugar específico del cromosoma) expresará. Es decir, selecciona la información genética específica de uno de los cromosomas homólogos para llevar a cabo las funciones celulares.

En resumen, las células germinales o sexuales son haploides en lugar de diploides. La importancia de que lo sean radica en su papel en la reproducción sexual. Durante la fertilización, un espermatozoide haploide se fusiona con un óvulo haploide para formar un cigoto diploide con el número completo de cromosomas. Esta combinación genética única y completa da origen a un nuevo individuo, asegurando la variabilidad genética dentro de una población.

Referencias:

  • Zickler, D., & Kleckner, N. (2023). Meiosis: dances between homologs. Annual Review of Genetics, 57, 1-63.
  • Bell, A. D., Mello, C. J., Nemesh, J., Brumbaugh, S. A., Wysoker, A., & McCarroll, S. A. (2020). Insights into variation in meiosis from 31,228 human sperm genomes. Nature, 583(7815), 259-264.

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