En el lenguaje cotidiano confundimos habitualmente “peso” con “masa”. Son dos magnitudes físicas relacionadas, pero no son lo mismo. Desde el punto de vista coloquial podemos entendernos bien y no cometemos un error grave, pero desde la perspectiva de la física el error es garrafal. Aunque, siendo precisos, el propio Diccionario de la Real Academia Española le da la razón a la Física. Menos mal.

Entendiendo los conceptos de masa y peso
¿Qué es la masa y cómo se mide?
La masa es una propiedad intrínseca de un objeto que representa la cantidad de materia que contiene. En el Sistema Internacional de Unidades, la masa se mide en kilogramos (kg). Esta magnitud es constante sin importar el lugar en el que se encuentre el objeto, ya que no depende de factores externos como la gravedad. La masa también está relacionada con la inercia, que es la resistencia de un objeto a cambiar su estado de movimiento. Esto significa que un objeto con mayor masa requerirá más fuerza para acelerar o desacelerar. Las balanzas de platillos son instrumentos que miden la masa, ya que comparan la cantidad de materia de un objeto con una referencia conocida.
Aunque la masa es una cantidad escalar, lo que implica que solo tiene magnitud y no dirección, es fundamental para entender otros conceptos físicos como la densidad y la energía cinética. La masa no cambia incluso si el objeto se mueve a diferentes lugares del universo. Por ejemplo, la masa de una persona es la misma en la Tierra que en la Luna, aunque el peso varíe debido a la diferencia en la gravedad. Este concepto es crucial para entender fenómenos físicos y para realizar cálculos precisos en ingeniería y ciencia.
Desde 2019, la definición del kilogramo se basa en la constante de Planck, lo que ha permitido una medida aún más precisa de la masa. Este cambio refleja la importancia de la masa en la ciencia moderna y cómo su comprensión ha evolucionado con el tiempo. La masa no solo es un concepto teórico, sino que también tiene aplicaciones prácticas en la industria, la tecnología y la vida cotidiana.
¿Qué es el peso y cómo se calcula?
El peso es una fuerza que resulta de la atracción gravitatoria que un cuerpo celeste, como la Tierra, ejerce sobre un objeto. A diferencia de la masa, el peso no es constante y varía dependiendo de la gravedad del lugar en el que se encuentre el objeto. Se mide en newtons (N), que es la unidad de fuerza en el Sistema Internacional. Para calcular el peso de un objeto, se utiliza la fórmula P = m · g, donde "P" es el peso, "m" es la masa y "g" es la aceleración debida a la gravedad. En la Tierra, esta aceleración es aproximadamente 9,8 m/s².
El peso es una cantidad vectorial, lo que significa que tiene tanto magnitud como dirección. La dirección del peso siempre apunta hacia el centro del cuerpo celeste que ejerce la fuerza gravitatoria. Por ejemplo, el peso de un objeto en la Tierra está dirigido hacia el centro del planeta. Esta característica es fundamental para comprender cómo funcionan las fuerzas en la física y cómo interactúan los objetos en el espacio.
La variabilidad del peso según la ubicación es un concepto que tiene aplicaciones prácticas en la vida cotidiana y en la ciencia. Por ejemplo, los astronautas experimentan una reducción significativa de su peso cuando están en la Luna, debido a que la gravedad lunar es aproximadamente una sexta parte de la gravedad terrestre. Este fenómeno no afecta a la masa del astronauta, que permanece constante. Entender esta diferencia es esencial para diseñar misiones espaciales y para calcular el consumo de energía en diferentes entornos gravitacionales.

Masa y peso: diferencias claves
Constancia de la masa vs. variabilidad del peso
Una de las diferencias más notables entre masa y peso es que la masa es constante, mientras que el peso puede variar dependiendo de la gravedad del lugar. La masa de un objeto no cambia, independientemente de si está en la Tierra, la Luna o en el espacio exterior. Esto se debe a que la masa es una propiedad intrínseca de la materia. En cambio, el peso es una propiedad extrínseca, ya que depende de la fuerza gravitatoria que actúa sobre el objeto. Por ejemplo, un astronauta en la Tierra puede pesar 700 N, pero en la Luna, donde la gravedad es menor, su peso se reducirá significativamente.
Esta distinción es crucial no solo en física teórica, sino también en aplicaciones prácticas. En ingeniería, por ejemplo, el diseño de estructuras y vehículos debe tener en cuenta cómo varía el peso en diferentes entornos gravitacionales. En la vida cotidiana, aunque no seamos conscientes, esta diferencia afecta cómo percibimos nuestro entorno. La sensación de peso es lo que nos ancla a la superficie de la Tierra y nos permite realizar actividades diarias con normalidad.
La constancia de la masa y la variabilidad del peso también tienen implicaciones en la educación y la comunicación científica. Es común que en el lenguaje cotidiano se confundan estos términos, lo que puede llevar a malentendidos. Por ello, es importante educar sobre estas diferencias para fomentar una comprensión más precisa de los conceptos científicos básicos.
Unidades de medida: kilogramos y newtons
Las unidades de medida para masa y peso son diferentes y reflejan la naturaleza de cada una de estas magnitudes. La masa se mide en kilogramos (kg), que es una unidad de medida del Sistema Internacional. Por otro lado, el peso se mide en newtons (N), que es la unidad de fuerza. Esta distinción es fundamental para evitar confusiones en la comunicación científica y en la vida cotidiana. Cuando decimos que algo pesa "10 kilogramos", en realidad estamos refiriéndonos a su masa, no a su peso.
El uso incorrecto de estas unidades es común y puede llevar a errores en cálculos y experimentos. En el ámbito científico, es esencial utilizar las unidades correctas para garantizar la precisión y la coherencia de los resultados. Por ejemplo, en física, la Segunda Ley de Newton, que relaciona fuerza, masa y aceleración, utiliza newtons para medir la fuerza, lo que destaca la importancia de esta unidad en el estudio de las fuerzas.
Además, comprender las unidades de medida es crucial en el contexto de la educación y la divulgación científica. Enseñar a utilizar correctamente kilogramos y newtons no solo ayuda a evitar errores, sino que también promueve una comprensión más profunda de los conceptos físicos. En última instancia, esta comprensión puede inspirar a futuras generaciones de científicos e ingenieros.
La relación entre masa, peso y gravedad
La relación entre masa, peso y gravedad es un concepto central en la física que ayuda a explicar cómo interactúan los objetos en el universo. La masa es la cantidad de materia en un objeto, mientras que el peso es la fuerza que resulta de la interacción de esa masa con un campo gravitatorio. La gravedad es la fuerza que atrae a los objetos hacia el centro de un cuerpo celeste, como la Tierra. Esta relación se expresa matemáticamente en la fórmula P = m · g, donde "P" es el peso, "m" es la masa y "g" es la aceleración gravitatoria.
La gravedad no solo afecta al peso, sino que también influye en otros fenómenos físicos, como las órbitas de los planetas y el comportamiento de los fluidos. La comprensión de esta relación es fundamental para campos como la astronomía, la ingeniería aeroespacial y la geofísica. Por ejemplo, en la exploración espacial, es crucial calcular cómo la gravedad de diferentes cuerpos celestes afectará a las naves y a los astronautas.
Además, la relación entre masa, peso y gravedad tiene aplicaciones prácticas en la vida diaria. Desde la forma en que experimentamos el peso en diferentes altitudes hasta cómo se diseñan los edificios para soportar cargas, la gravedad desempeña un papel esencial en nuestra percepción del mundo. Comprender esta relación no solo es importante para la ciencia, sino que también nos ayuda a apreciar la complejidad y la belleza del universo.

Errores comunes y su impacto en el lenguaje cotidiano
Confusión entre "kilos" y "kilogramos"
En el lenguaje cotidiano, es común referirse a la masa de un objeto utilizando el término "kilos", cuando en realidad deberíamos decir "kilogramos". Esta confusión se debe a la simplificación del lenguaje, pero puede llevar a malentendidos, especialmente en contextos científicos. El prefijo "kilo" significa mil, y no es una unidad de medida por sí mismo. Por lo tanto, cuando decimos "65 kilos", estamos omitiendo la unidad completa, que es "kilogramos".
La precisión en el uso del lenguaje es importante no solo en la ciencia, sino también en la educación y la comunicación diaria. Utilizar los términos correctos ayuda a evitar confusiones y a fomentar una comprensión más precisa de los conceptos. En la enseñanza de la ciencia, es fundamental educar a los estudiantes sobre la importancia de utilizar las unidades de medida adecuadas para promover una comprensión más profunda de los temas.
Además, en la industria y la tecnología, la precisión en el uso de las unidades de medida es crucial para garantizar la seguridad y la eficacia de los productos y procesos. Por ejemplo, en la fabricación de dispositivos electrónicos, las medidas precisas son esenciales para el funcionamiento correcto de los componentes. Por lo tanto, es importante que tanto los profesionales como el público en general sean conscientes de la importancia de utilizar correctamente los términos "kilogramos" y "kilos".
El uso incorrecto del término "peso" en lugar de "masa"
Otro error común en el lenguaje cotidiano es el uso del término "peso" para referirse a la "masa". Esta confusión se debe a la relación entre ambas magnitudes en la Tierra, donde la gravedad es constante y nos hace percibir el peso como una medida directa de la masa. Sin embargo, en física, es crucial distinguir entre estos términos para evitar errores en cálculos y experimentos. La masa es una propiedad constante de un objeto, mientras que el peso varía según la gravedad.
Este error puede tener implicaciones prácticas en la educación, la ciencia y la ingeniería. En la enseñanza de la física, es esencial educar a los estudiantes sobre la diferencia entre masa y peso para fomentar una comprensión más precisa de los conceptos científicos. En la industria, el uso incorrecto de estos términos puede llevar a errores en el diseño y la producción de productos, lo que puede afectar la seguridad y la eficacia.
Además, en la comunicación científica y la divulgación, es importante utilizar los términos correctos para garantizar la claridad y la precisión de la información. Al educar al público sobre la diferencia entre masa y peso, podemos promover una mayor comprensión de la ciencia y fomentar un mayor interés en el estudio de los fenómenos físicos.

Aplicaciones prácticas y ejemplos
¿Pesas lo mismo en la Tierra que en la Luna?
La diferencia entre peso y masa se hace evidente cuando consideramos el efecto de la gravedad en diferentes cuerpos celestes. En la Tierra, una persona puede pesar 700 N, pero en la Luna, donde la gravedad es aproximadamente una sexta parte de la terrestre, su peso se reduce a unos 116 N. Sin embargo, su masa sigue siendo la misma en ambos lugares. Este fenómeno es un ejemplo claro de cómo el peso varía según la gravedad, mientras que la masa permanece constante.
Este concepto tiene aplicaciones prácticas en la exploración espacial y la ingeniería aeroespacial. Los ingenieros deben tener en cuenta cómo la gravedad de diferentes cuerpos celestes afectará a las naves y a los astronautas. Además, en la educación, este ejemplo se utiliza a menudo para enseñar a los estudiantes sobre la diferencia entre masa y peso y cómo la gravedad influye en estas magnitudes.
En la vida cotidiana, aunque no experimentemos cambios tan drásticos en el peso, la gravedad afecta a nuestra percepción del entorno. Por ejemplo, en altitudes más altas, donde la gravedad es ligeramente menor, el peso de los objetos es un poco menor, aunque la diferencia es casi imperceptible. Comprender cómo la gravedad afecta al peso nos ayuda a apreciar la complejidad de nuestro entorno y a desarrollar una comprensión más profunda de la física.

Instrumentos de medición: balanzas y dinamómetros
Para medir la masa y el peso, se utilizan diferentes instrumentos. Las balanzas son dispositivos que miden la masa de un objeto, generalmente utilizando un sistema de comparación con una referencia conocida. Estas balanzas suelen mostrar el resultado en kilogramos, lo que puede llevar a confusiones si se utiliza incorrectamente el término "peso". Por otro lado, los dinamómetros son instrumentos diseñados para medir la fuerza, y por lo tanto, el peso. Estos dispositivos utilizan la ley de Hooke, que relaciona la fuerza ejercida por un resorte con su alargamiento o compresión.
La precisión en la medición de la masa y el peso es crucial en diversas aplicaciones, desde la investigación científica hasta la industria alimentaria y farmacéutica. En la ciencia, las medidas precisas son esenciales para garantizar la validez de los experimentos y los resultados. En la industria, la precisión es fundamental para garantizar la calidad y la seguridad de los productos.
Además, en la educación, es importante enseñar a los estudiantes a utilizar correctamente estos instrumentos para fomentar una comprensión más profunda de los conceptos científicos. Aprender a medir la masa y el peso de manera precisa no solo es una habilidad útil, sino que también ayuda a desarrollar un pensamiento crítico y analítico.
Ley de Hooke y su relación con el peso
La ley de Hooke es un principio fundamental en la física que describe cómo un resorte u objeto elástico se deforma en respuesta a una fuerza aplicada. Esta ley establece que la fuerza ejercida por un resorte es proporcional a su alargamiento o compresión. En el contexto de la medición del peso, la ley de Hooke se aplica en los dinamómetros, que utilizan resortes para medir la fuerza que representa el peso de un objeto.
La comprensión de la ley de Hooke es esencial para el diseño y la fabricación de dispositivos de medición y otros productos que utilizan principios de elasticidad. En la ingeniería, esta ley se aplica en el diseño de estructuras y materiales que deben soportar fuerzas y deformaciones. Además, en la ciencia, la ley de Hooke es fundamental para el estudio de la mecánica de sólidos y la elasticidad.
En la educación, la ley de Hooke se utiliza a menudo para enseñar a los estudiantes sobre la relación entre fuerza, masa y peso. Al comprender cómo funciona esta ley, los estudiantes pueden desarrollar una comprensión más profunda de los conceptos físicos y cómo se aplican en el mundo real. Además, la ley de Hooke es un ejemplo de cómo las leyes físicas pueden tener aplicaciones prácticas en la vida cotidiana y en la tecnología moderna.
Referencias
- Judson L. Ahern. «International Gravity formula». School of Geology & Geophysics, University of Oklahoma.
- National General Conference on Weights and Measures, Specifications, Tolerances, and Other Technical Requirements for Weighing and Measuring Devices, NIST Handbook 44.