El sendero parece cada vez más estrecho, descuidado e inseguro si no se tiene cuidado de dónde se pisa. Las paredes de piedra resbaladiza no terminan de proporcionar los puntos de apoyo necesarios y el agotamiento pesa más y más debido a la travesía de varios días y la aparente falta de oxígeno propia de esas alturas. Las últimas fuerzas que el cuerpo puede reunir están huyendo en el preciso momento en que el camino acaba y el paisaje se abre: un impresionante valle de esmeralda con los restos de una civilización antigua y sabia. Machu Picchu, la ‘Montaña vieja’.

Redescubierta al mundo por el profesor de Yale Hiram Burngham en 1911, la ciudadela inca es uno de los complejos arquitectónicos más impresionantes que se conservan y un foco de miradas y turistas que la visitan cada día. Próxima a la ciudad de Cuzco y al Valle Sagrado, Machu Picchu se encuentra a casi 2.500 metros de altura en un paraje natural único caracterizado por las montañas que rodean y protegen la ciudad. En 1983, la UNESCO declaró al ‘Santuario histórico de Machu Picchu’ lugar Patrimonio de la Humanidad.
Los historiadores sitúan la construcción del recinto en el siglo XV, cuando el primer líder inca del periodo Tahuantinsuyo (1438-1470) ocupó la quebrada de Picchu. Pachacútec ordenó la construcción de un asentamiento civil y religioso que probablemente ocupó la élite de la sociedad inca y que trajo un aumento considerable de la explotación agrícola y la ocupación de las zonas cercanas tras la construcción de Machu Picchu. Diferentes teorías también apuntan a que podría haber actuado como residencia de descanso del líder inca, santuario e incluso fortaleza.
La toma de Cuzco por parte de los españoles y el hecho de que el gran grueso de los agricultores de Machu Picchu fueran colonos procedentes de otros lugares obligados a ir allí causaron una gran despoblación y la pérdida de relevancia del asentamiento, que siguió poblada y controlada por tropas españolas, aunque no hay pruebas de que estas ocuparan la ciudad o permanecieran allí. Desde entonces, y aunque las secciones agrícolas del complejo siguieron siendo utilizadas, la zona urbana debió ser abandonada poco a poco e invadida por la vegetación de la zona.
El lugar donde se construyó la ciudad y el ambiente misterioso que la envuelve hicieron que las leyendas y sobrenombres del tipo ‘la ciudad perdida’ fueran muy comunes y utilizados para aumentar la fama del asentamiento inca. Sean verdad o no, parece obvio que Machu Picchu es uno de esos lugares en los que la historia antigua cobra vida, la imaginación se dispara y ve fantasmas y tesoros por los rincones y los ojos se fascinan por la belleza de un lugar tan vivo y exuberante.
Sus edificios, plazas y templos se alinean con eventos astronómicos, como los solsticios, lo que muestra la sofisticada comprensión de la astronomía de los incas. La ciudad se divide en dos áreas principales: el sector agrícola, con sus amplias terrazas que no sólo servían como tierras de cultivo sino que también estabilizaban el terreno montañoso, y el sector urbano, donde se encuentran la famosa piedra del Intihuatana, el Templo del Sol y el Templo de las Tres Ventanas.
Los incas utilizaban una técnica de construcción llamada "sillar", en la que las piedras se cortaban para encajar sin mortero. Este método hizo que sus estructuras fueran notablemente resistentes a los terremotos, ya que las piedras pueden moverse ligeramente y reasentarse sin colapsar. La precisión de la mampostería inca, con uniones tan estrechas que ni siquiera la hoja de un cuchillo puede caber entre ellas, sigue siendo una maravilla perdurable para los ingenieros y arqueólogos modernos.
Hoy, Machu Picchu es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y una de las Siete Nuevas Maravillas del Mundo. Es un poderoso símbolo del patrimonio histórico de los pueblos indígenas de América y uno de los destinos turísticos más importantes del mundo. Se están realizando esfuerzos para preservar el sitio contra las presiones del turismo y la degradación ambiental, asegurando que las generaciones futuras puedan seguir inspirándose en esta ciudad en las nubes.
Referencias:
- Larson, L., & Poudyal, N. (2012). Developing sustainable tourism through adaptive resource management: a case study of Machu Picchu, Peru. Journal of Sustainable Tourism, 20, 917 - 938. https://doi.org/10.1080/09669582.2012.667217.
- Magli, G. (2009). At the Other End of the Sun’s Path: A New Interpretation of Machu Picchu. Nexus Network Journal, 12, 321-341. https://doi.org/10.1007/S00004-010-0028-2.
- Burger, R., Salazar, L., Nesbitt, J., Washburn, E., & Fehren-Schmitz, L. (2021). New AMS dates for Machu Picchu: results and implications. Antiquity, 95, 1265 - 1279. https://doi.org/10.15184/aqy.2021.99.