Schopenhauer y la felicidad: descubre el pensamiento del filósofo sobre el bienestar

El brillante filósofo alemán consideraba que pasamos gran parte de nuestra vida anhelando una “satisfacción duradera”. ¿Pero cómo entendía el concepto de felicidad este pensador misántropo y pesimista?
Frases célebres de Arthur Schopenhauer

A finales de septiembre de 1860 el filósofo Arthur Schopenhauer apareció muerto en su sofá con una sonrisa en la cara. Paradójicamente, los biógrafos siempre han recalcado todas las tragedias de su vida, pero al final, parece que supo ser feliz.

La obra de este filósofo no destaca precisamente por cándidos pensamientos con los que acompañar el paso de los días. Aunque tampoco se reduce a solo una amarga visión de la vida. Lo que transmite su forma de pensar es la convicción de que cada día es un nuevo comienzo.

La vida y filosofía de Arthur Schopenhauer

Un recorrido por su biografía

Arthur Schopenhauer nació en Danzig en 1788, en el seno de una familia acomodada. Su padre, un comerciante, y su madre, una escritora, le brindaron una educación que inicialmente se inclinó hacia el comercio, siguiendo los deseos paternos. Sin embargo, la muerte de su padre, presumiblemente por suicidio, le permitió cambiar su rumbo y dedicarse a los estudios superiores en la Universidad de Gotinga, donde comenzó estudiando medicina antes de volcarse en la filosofía. Schopenhauer se relacionó con figuras prominentes de su tiempo, como Goethe, y se interesó profundamente por las filosofías de Platón y Kant, que moldearon su pensamiento.

A pesar de su talento y dedicación, su carrera académica se vio obstaculizada por su rivalidad con Hegel, quien dominaba el ámbito filosófico de la época. Schopenhauer nunca logró obtener una cátedra universitaria, lo que lo llevó a una vida de relativo aislamiento en Fráncfort, donde continuó desarrollando su obra.

Arthur Schopenhauer - Muy Interesante

El legado de su obra principal: "El mundo como voluntad y representación"

En 1818, Schopenhauer publicó "El mundo como voluntad y representación", su obra cumbre, que articula su filosofía fundamental. En ella, argumenta que la voluntad es la fuerza impulsora detrás de todas las acciones humanas y que el sufrimiento surge de la insatisfacción de los deseos. La obra fue inicialmente ignorada, pero Schopenhauer estaba convencido de que su "querida hija", como la llamaba, estaba destinada a ser apreciada en el futuro.

Con el tiempo, su filosofía ganó reconocimiento, y hoy es considerada una de las más influyentes del siglo XIX. La obra de Schopenhauer ofrece una visión pesimista de la existencia, donde la vida es vista como un ciclo interminable de deseos insatisfechos y sufrimientos inevitables. A pesar de ello, su pensamiento ha resonado con muchas generaciones, ofreciendo una perspectiva única sobre la condición humana.

La felicidad según Schopenhauer

¿Es la felicidad una ilusión inalcanzable?

Para Schopenhauer, la felicidad es una ilusión que rara vez se alcanza, y su búsqueda constante puede llevar al sufrimiento. En su opinión, la mayoría de las personas creen tener derecho a la felicidad y el placer, pero cuando estos no se materializan, sienten que han sido víctimas de una injusticia. Este error innato, según el filósofo, radica en la creencia de que estamos en el mundo para ser felices, cuando en realidad la felicidad terrenal está destinada a ser frustrada o reconocida como una ilusión.

Schopenhauer sostenía que la vida es un fraude continuado, donde las promesas de felicidad no se cumplen, y si alguna vez se logran, solo sirven para mostrar cuán poco deseable era lo deseado. Esta perspectiva pesimista refleja su convicción de que la felicidad verdadera es inalcanzable, y que la vida está llena de decepciones inevitables.

La búsqueda insatisfecha en la juventud

Durante la juventud, según Schopenhauer, las personas están atrapadas en una aspiración insatisfecha hacia la felicidad. Esta etapa de la vida se caracteriza por un deseo ferviente de alcanzar el bienestar y el placer, pero a menudo termina en frustración. La juventud es un período de esperanzas y sueños que rara vez se concretan, lo que lleva a un sentimiento de insatisfacción constante.

Schopenhauer y la felicidad
Arthur Schopenhauer - Getty Images

Schopenhauer veía la juventud como una etapa de ilusiones y expectativas no cumplidas, donde la búsqueda de la felicidad se convierte en una trampa que impide disfrutar del presente. En su opinión, esta búsqueda insaciable es una de las principales fuentes de sufrimiento, ya que las expectativas no se corresponden con la realidad.

Madurez y la búsqueda de la ausencia de dolor

En la madurez, según Schopenhauer, las personas abandonan la búsqueda de la felicidad y se centran en evitar el dolor. La vida, en esta etapa, se convierte en una lucha por alcanzar un estado de tranquilidad y estabilidad, más que de placer y alegría. La ausencia de dolor se convierte en el objetivo principal, ya que la felicidad plena se considera una quimera.

Esta perspectiva refleja la visión pesimista de Schopenhauer sobre la vida, donde el sufrimiento es una constante y la felicidad es efímera. En lugar de buscar el placer, las personas maduras aprenden a valorar los momentos de calma y a aceptar las inevitables adversidades de la vida.

La percepción superficial y engañosa de la felicidad

Schopenhauer argumentaba que la percepción de la felicidad es a menudo superficial y engañosa. Las personas que parecen felices en realidad solo lo son en apariencia, o representan excepciones infrecuentes. La felicidad, según él, es un estado transitorio que rara vez se alcanza, y cuando se logra, a menudo resulta decepcionante.

Para Schopenhauer, la vida es un continuo engaño, donde las promesas de felicidad no se cumplen, y las expectativas rara vez se materializan. Esta visión refleja su creencia de que la felicidad es una construcción ilusoria, que no puede sostenerse en el tiempo y que, en última instancia, contribuye al sufrimiento humano.

Schopenhauer y la felicidad
Arthur Schopenhauer - Getty Images

El papel de la voluntad y el deseo

La voluntad como fuente de insatisfacción constante

Schopenhauer consideraba que la voluntad es la fuente principal de insatisfacción en la vida. Esta fuerza interna impulsa a las personas a desear constantemente más, sin un objetivo claro ni un fin definido. La voluntad, en su opinión, es un deseo perpetuo que nunca se satisface por completo, lo que lleva a un ciclo interminable de frustración y sufrimiento.

La filosofía de Schopenhauer sostiene que la voluntad es una fuerza ciega e irracional que impulsa a las personas a actuar sin considerar las consecuencias. Esta perspectiva resalta la naturaleza insaciable del deseo humano, que siempre busca más y nunca se conforma con lo que tiene.

El optimismo y la distorsión de la realidad

Para Schopenhauer, el optimismo es una distorsión de la realidad que lleva a las personas a creer que la vida es un estado deseable y que la felicidad es su objetivo principal. Este enfoque optimista, según él, crea expectativas irreales y contribuye a la insatisfacción cuando la realidad no cumple con estas expectativas.

Schopenhauer argumentaba que el optimismo es una ilusión que impide ver la vida tal como es, con sus inevitables dificultades y sufrimientos. En su opinión, aceptar la realidad tal como es, sin adornarla con ilusiones optimistas, es fundamental para enfrentar la vida de manera más realista y menos dolorosa.

Schopenhauer y la felicidad
Arthur Schopenhauer - Wikimedia Commons

Estrategias para enfrentar la vida

Valorar lo que se tiene como si se pudiese perder

Schopenhauer aconsejaba valorar lo que se tiene como si se pudiese perder. Esta estrategia implica apreciar el presente y las posesiones actuales, en lugar de centrarse en lo que falta. Según él, la mayoría de las personas solo valoran lo que tienen cuando lo pierden, lo que lleva a un constante sentimiento de carencia e insatisfacción.

Este enfoque invita a las personas a cambiar su perspectiva y a valorar las cosas por su verdadero significado, en lugar de dar por sentado lo que poseen. Al hacerlo, se puede encontrar una mayor satisfacción en la vida cotidiana y reducir el sufrimiento asociado con el deseo insaciable.

La vida: soportarla en lugar de disfrutarla

Schopenhauer veía la vida como algo que debe soportarse en lugar de disfrutarse. Esta perspectiva pesimista sugiere que la vida está llena de sufrimientos inevitables y que el verdadero objetivo es aprender a soportarlos y a encontrar maneras de sobrellevar las dificultades.

En lugar de buscar constantemente el placer y la felicidad, Schopenhauer instaba a las personas a aceptar la realidad tal como es y a encontrar formas de lidiar con el sufrimiento. Esta actitud realista, según él, puede ayudar a reducir el impacto del dolor y a encontrar una paz interior más duradera.

Arthur Schopenhauer Durck auch in: Silber und Salz, S. 61. - Wikimedia Commons - Jacob Seib#Seib

Reconocimiento tardío y su influencia filosófica

A pesar de ser ignorado durante gran parte de su vida, Schopenhauer logró un reconocimiento tardío que consolidó su influencia filosófica. En sus últimos años, atrajo a un pequeño grupo de seguidores que apreciaron su pensamiento único. Hoy, su obra es reconocida como una de las más influyentes del siglo XIX, y su filosofía sigue resonando en el mundo moderno.

Schopenhauer dejó un legado duradero que ha influido en numerosos pensadores y escritores. Su enfoque pesimista y su análisis profundo de la condición humana continúan ofreciendo valiosas perspectivas sobre la vida y el sufrimiento, desafiando las nociones convencionales de felicidad y éxito.

Según Schopenhauer, el optimismo nos presenta la vida como un estado deseable y la felicidad humana como su objetivo principal. “Cada cual cree tener el más legítimo derecho a la felicidad y el placer; ahora bien, si no los logra, como suele ocurrir en realidad, entonces cree que está siendo víctima de una injusticia”, expresaba en uno de sus textos.

Algunas frases de Schopenhauer

Schopenhauer añadía: “Solo hay un error innato y consiste en que creamos que estamos aquí en el mundo para ser felices […] Todo en la vida da testimonio de que la felicidad terrenal está destinada a ser frustrada o reconocida como una ilusión”.

De hecho, este filósofo alemán consideraba que los aparentemente felices lo son por lo general, solo en apariencia, o bien representan infrecuentes excepciones. “La vida se presenta como un fraude continuado, tanto en lo grande como en lo pequeño. Si la vida promete algo, no lo cumple, a no ser para mostrar cuán poco deseable era lo deseado”, aseguraba.

Nadie es feliz, sino que anhela durante toda su vida una supuesta felicidad, que raramente alcanza y, cuando lo hace, es solo para verse decepcionado”, anotaba en uno de sus escritos. Para este filósofo, cuando llegamos a la muerte, “resulta completamente indiferente si fuimos o no felices en una vida que no fue más que un presente fugaz”.

Por eso, Schopenhauer insta a que intentemos conseguir ver lo que poseemos de la misma manera que lo veríamos si nos fuese arrebatado. “Sea lo que sea (propiedad, salud, amigos, amante, mujer, hijo), la mayoría de las veces apreciamos su valor solo cuando lo hemos perdido”. 

Y agrega: “Ante la vista de todo lo que no tenemos, nos preguntamos «¿Cómo sería si lo tuviera?» y así se nos hace evidente nuestra carencia. Pero en lugar de eso, lo que deberíamos hacer es preguntarnos a menudo ante aquello que poseemos «¿Cómo sería si lo perdiera?».

Referencias: 

  • Schopenhauer, A. 'El arte de sobrevivir'. Herder (2011)
  • Fernández, T.; Tamaro, E. 'Biografia de Arthur Schopenhauer'. Biografías y Vidas. (2004)

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