La historia de la manzana de Newton es, posiblemente, una de las historias más conocidas y difundidas en la historia de la ciencia. Según la creencia popular, Newton se encontraba a la sombra de un manzano, reflexionando y pensando en quién sabe qué, cuando una manzana le cayó en la cabeza y le dio la primera idea de su futura ley de la gravedad. El manuscrito que relató originalmente la historia de cómo el científico británico inspiró sus teorías físicas a partir de la famosa manzana, momento conocido como el ‘eureka’ de Newton (1643-1727), forma parte de una biografía del científico escrita por su amigo William Stukeley en 1752.
La historia detrás de la manzana de Newton
El relato de William Stukeley en 1752
La primera mención documentada de la famosa anécdota de la manzana de Newton proviene del manuscrito de William Stukeley, un amigo cercano del científico. En 1752, Stukeley publicó una biografía de Newton titulada "La vida de Sir Isaac Newton", en la que relataba cómo Newton había compartido con él la historia del manzano. Según Stukeley, Newton estaba sentado en actitud contemplativa bajo un manzano cuando una manzana cayó, incitándole a reflexionar sobre la fuerza que atraía los objetos hacia la Tierra. Esta escena se convirtió en un símbolo de la curiosidad científica y el poder de la observación.
Descubrimiento del manuscrito en 2010
Durante más de dos siglos, el manuscrito de Stukeley permaneció oculto en los archivos de la Royal Society de Londres. Fue en enero de 2010, coincidiendo con el 350 aniversario de la sociedad, cuando el documento salió a la luz pública. Este descubrimiento permitió a historiadores y entusiastas de la ciencia examinar de cerca el relato que había permanecido en la sombra durante tanto tiempo. La publicación del manuscrito en línea democratizó el acceso a esta pieza histórica, permitiendo que personas de todo el mundo pudieran explorar el contexto y las circunstancias que rodearon la famosa anécdota de Newton y la manzana.

Importancia histórica según Martin Rees
Martin Rees, presidente de la Royal Society en el momento de la publicación del manuscrito, destacó la relevancia de este documento para los historiadores de la ciencia. Según Rees, la biografía de Stukeley es un recurso invaluable que ofrece una visión íntima de las reflexiones de Newton sobre la gravedad. Rees subrayó que el acceso a este manuscrito no solo enriquece nuestra comprensión de la historia de la ciencia, sino que también ilustra cómo las leyendas científicas pueden perdurar y evolucionar con el tiempo. La historia de la manzana de Newton sigue siendo un ejemplo de cómo las narrativas pueden moldear nuestro entendimiento de los grandes descubrimientos.
Cuestionamientos sobre la anécdota
¿Invención de Newton o metáfora del conocimiento?
A pesar de la popularidad de la historia, existen dudas sobre su veracidad. Algunos historiadores sugieren que la anécdota pudo haber sido una invención de Newton para embellecer su biografía y aumentar su prestigio. Otros consideran que la manzana es una metáfora, simbolizando el conocimiento y la curiosidad científica, similar al simbolismo de la manzana en el relato bíblico del Edén. La falta de evidencia directa en los escritos de Newton sobre el incidente ha llevado a debates sobre la autenticidad de la historia, aunque su impacto en la cultura popular es innegable.
Opiniones de historiadores de la ciencia
Historiadores de la ciencia han debatido la autenticidad de la historia de la manzana durante años. Algunos creen que la anécdota fue exagerada o incluso fabricada por los contemporáneos de Newton, como Robert Green y John Conduitt, para ilustrar la brillantez del científico. Voltaire, por ejemplo, ayudó a popularizar la historia en Europa, aunque nunca mencionó haberla escuchado directamente de Newton. A pesar de las dudas, la historia sigue siendo un relato poderoso sobre cómo una simple observación puede llevar a descubrimientos revolucionarios.

La influencia de la historia en la ciencia
Conexiones con la ley de gravitación universal
La historia de la manzana ha sido interpretada como una representación del proceso científico que llevó a Newton a formular la ley de gravitación universal. Según la narrativa, la caída de la manzana inspiró a Newton a preguntarse por qué los objetos caen hacia la Tierra, lo que finalmente le llevó a desarrollar su teoría sobre la atracción gravitacional. Aunque la anécdota puede no ser literalmente cierta, resalta la importancia de la observación y la curiosidad en el avance del conocimiento científico.
El papel de la observación y la reflexión en la ciencia
El relato de Newton y la manzana enfatiza el valor de la observación y la reflexión en la ciencia. Los científicos, al igual que Newton, a menudo se inspiran en fenómenos cotidianos que otros podrían pasar por alto. La capacidad de formular preguntas y buscar respuestas a través de la observación es fundamental para el progreso científico. La historia de la manzana, verdadera o no, simboliza esta cualidad esencial de la mente científica y su capacidad para transformar una simple observación en una teoría revolucionaria.
Referencias y popularización de la historia
Contribuciones de Robert Green, John Conduitt y Voltaire
La historia de Newton y la manzana fue difundida por varios contemporáneos del científico, como Robert Green y John Conduitt. Estos autores mencionaron la anécdota en sus escritos, contribuyendo a su popularización. Voltaire, el filósofo francés, también jugó un papel crucial en llevar la historia a un público más amplio, aunque él mismo nunca afirmó haberla escuchado directamente de Newton. La participación de estas figuras en la difusión de la historia ayudó a consolidarla como parte del legado cultural de Newton.
El rol de Catherine Barton en la difusión
Catherine Barton, sobrina de Newton, también tuvo un papel en la difusión de la historia de la manzana. Barton, quien era cercana a su tío, compartió la anécdota con varios de sus contemporáneos, lo que ayudó a perpetuar el relato. Su influencia en los círculos sociales de la época contribuyó a que la historia se convirtiera en una parte integral del mito de Newton, reforzando su imagen como un genio inspirado por la naturaleza.

Leonhard Euler y el "manzanazo"
El matemático suizo Leonhard Euler fue uno de los responsables de popularizar la versión del "manzanazo" en el siglo XVIII. Aunque no hay evidencia de que la manzana golpeara realmente a Newton en la cabeza, la idea de un golpe físico como catalizador del pensamiento científico capturó la imaginación del público. La versión de Euler del relato subraya cómo las historias pueden evolucionar y adquirir nuevos significados con el tiempo, reflejando tanto la realidad como la ficción en la construcción de mitos científicos.
El manzano de Woolsthorpe Manor
Conservación y curiosidad histórica
El manzano en Woolsthorpe Manor, el lugar asociado con la famosa anécdota, se ha convertido en un objeto de conservación y curiosidad histórica. Este árbol, que ha sobrevivido durante siglos, es considerado un símbolo de la historia de la ciencia y un recordatorio del legado de Newton. A lo largo de los años, el manzano ha sido protegido y cuidado, atrayendo a visitantes de todo el mundo que desean conectarse con el pasado y la inspiración detrás de uno de los descubrimientos más importantes de la historia.
Retoños del manzano en distintas partes del mundo
El legado del manzano de Woolsthorpe se ha extendido más allá de sus raíces originales. En varias partes del mundo, se han plantado retoños del árbol original, simbolizando la difusión del conocimiento y la inspiración científica. En 1980, por ejemplo, se plantaron retoños en el Instituto Balseiro en Argentina para honrar a Newton y su contribución a la ciencia. Estos retoños no solo celebran el legado de Newton, sino que también sirven como un recordatorio de cómo las ideas científicas pueden trascender fronteras y generaciones.
Referencias
- Sellarés, J. G. (2005). Isaac Newton. Obra y contexto: una introducción. Univ. Nacional de Colombia.
- Fleury, P. (2019). Gravitation from Newton to Einstein. Springer.