Hace aproximadamente 10.000 años, según algunas leyendas, un vasto continente que se extendía desde la India hasta Madagascar se hundió en el océano debido a un cataclismo de proporciones épicas. Este continente, conocido como Lemuria, habría albergado a millones de personas y una civilización avanzada tanto tecnológica como socialmente.
Los supervivientes de esta catástrofe, según los relatos, se dispersaron por diversas partes del mundo, llevando consigo su conocimiento y cultura, especialmente a las Américas, donde sus enseñanzas habrían perdurado en las culturas precolombinas.

¿Cuál es el origen del mito?
El mito de Lemuria tiene sus raíces en el siglo XIX, cuando el zoólogo británico Philip Lutley Sclater propuso la existencia de un continente perdido para explicar la presencia de fósiles similares en la India y Madagascar.
Sclater observó que ciertos fósiles de lémures y otras especies eran muy parecidos en ambos lugares, lo que le llevó a sugerir que debió haber existido una masa de tierra que conectaba estos dos puntos. Este continente hipotético fue bautizado como “Lemuria”.
La influencia de la teosofía
La idea de Lemuria fue adoptada y expandida por Helena Blavatsky, una de las fundadoras de la Sociedad Teosófica. En su obra “La Doctrina Secreta”, Blavatsky describió a Lemuria como el hogar de una raza de seres espiritualmente avanzados.
Según Blavatsky, estos lemurianos eran gigantes con habilidades psíquicas y una conexión profunda con el mundo espiritual. La teosofía, con su mezcla de misticismo y ciencia, ayudó a popularizar la idea de Lemuria entre los círculos esotéricos y ocultistas.

La ciencia y la deriva continental
Con el avance de la ciencia y el descubrimiento de la teoría de la deriva continental, la necesidad de un continente perdido como Lemuria para explicar la distribución de fósiles desapareció.
La teoría de la deriva continental, propuesta por Alfred Wegener a principios del siglo XX, explicó cómo los continentes se mueven y cambian de posición a lo largo del tiempo.
Esta teoría proporcionó una explicación más plausible para la presencia de fósiles similares en continentes separados.
La persistencia del mito
A pesar de la falta de evidencia científica, el mito de Lemuria ha perdurado en la cultura popular y en los círculos esotéricos.
Algunos defensores de la existencia de Lemuria argumentan que la falta de pruebas se debe a la destrucción total del continente y a la imposibilidad de encontrar restos arqueológicos bajo el océano.
Otros creen que Lemuria no era un continente físico, sino una civilización avanzada que existió en un plano espiritual o en una dimensión paralela.

Lemuria en la cultura popular
El mito de Lemuria ha encontrado su lugar en la literatura, el cine y la música. Desde novelas de ciencia ficción hasta teorías de conspiración, Lemuria sigue siendo una fuente de fascinación y especulación.
En la literatura, autores como H.P. Lovecraft y Robert E. Howard han incorporado elementos de Lemuria en sus obras, creando mundos llenos de misterio y antiguas civilizaciones perdidas.
La historia de Lemuria es un recordatorio de cómo los mitos y las leyendas pueden capturar la imaginación humana y persistir a lo largo del tiempo, incluso frente a la evidencia científica.
Aunque no hay pruebas concretas de la existencia de Lemuria, la idea de un continente perdido sigue siendo una metáfora poderosa para la búsqueda de conocimiento y la exploración de lo desconocido.
En última instancia, Lemuria representa el deseo humano de entender nuestro pasado y de encontrar conexiones entre las culturas y civilizaciones que han existido en nuestro planeta. Ya sea como un mito o como una realidad, continúa siendo un símbolo de la curiosidad y la imaginación humanas.