Curiosidades sobre la muerte de Alejandro Magno

El 13 de junio del año 323 a.C., Alejandro III de Macedonia fallecía en Babilonia un mes antes de cumplir 33 años. Su muerte dejó unas cuantas incógnitas.
Alejandro Magno mosaico

La muerte de Alejandro Magno, en 323 a.C., es un misterio histórico que ha fascinado a generaciones. A los 32 años, Alejandro falleció en Babilonia, un lugar simbólico donde había comenzado a forjar su visión de un imperio unificado. Las circunstancias de su muerte son objeto de debate, con teorías que van desde el envenenamiento hasta enfermedades como la malaria o el síndrome de Guillain-Barré. Sin un heredero claro, su muerte desencadenó la fragmentación de su imperio en los Estados Helenísticos, marcando el fin de la dinastía argéada. Además, el paradero de su tumba sigue siendo un enigma, alimentando especulaciones y búsquedas arqueológicas. El legado de Alejandro perdura a través de la difusión de la cultura helenística, que impactó profundamente en la ciencia, el arte y la filosofía del mundo antiguo

La fecha y las circunstancias de la muerte de Alejandro Magno

El primer desacuerdo sobre la muerte de Alejandro el Grande es en torno a la fecha en que se produjo: unos autores –la mayoría– dan el 13 de junio y otros el 10. En cualquier caso, fue en el palacio de Nabucodonosor II, en Babilonia, cuando al rey macedonio le faltaba poco más de un mes para cumplir 33 años. Se sabe que el 2 de junio había participado en un banquete organizado por su amigo Medio de Larisa y que, tras beber copiosamente, lo metieron en cama por encontrarse gravemente enfermo. Ya no se recuperó.

El enigma de su fallecimiento en Babilonia

El hecho de que Alejandro muriera en Babilonia, una ciudad que había conquistado y donde había comenzado a implementar sus planes de expansión y fusión cultural, añade un elemento de misterio a su muerte. Babilonia era un crisol de culturas y un centro neurálgico de poder en el mundo antiguo, y su elección como residencia refleja la visión de Alejandro de un imperio unificado bajo su mando. Sin embargo, su repentina enfermedad y posterior fallecimiento truncaron estos planes, dejando a sus generales y sucesores en una situación de incertidumbre.

Las circunstancias de su muerte han sido objeto de numerosas teorías, desde conspiraciones políticas hasta enfermedades naturales. La falta de un relato unificado y la desaparición de documentos contemporáneos han contribuido a que el fallecimiento de Alejandro siga siendo un tema de debate y especulación. La atmósfera de intriga que rodeaba a la corte macedonia en Babilonia ha llevado a algunos a sugerir que su muerte pudo haber sido el resultado de un complot.

Busto de Alejandro Magno del siglo II a. C. - Jastrow / Wikimedia

Teorías sobre las causas de la muerte de Alejandro Magno

Tan misteriosas siguen siendo las pesquisas sobre el paradero de la muerte de Alejandro Magno como las teorías sobre las causas que le llevaron a su trágico desenlace.

¿Envenenamiento o enfermedad?

Existen varias teorías sobre el motivo de dicha enfermedad mortal. La más extendida en la Antigüedad –sostenida por Justino y Curcio y recogida por Plutarco– fue la del envenenamiento con heléboro o estricnina, administrado por los hijos de Antípatro (regente de Grecia), Casandro y Yolas; este último, copero real de Alejandro. Esta teoría ha sido puesta en duda por historiadores modernos, ya que pasaron diez días entre el banquete y la muerte y en el mundo antiguo no había venenos de efecto tan lento. Por los síntomas, se apunta a una pancreatitis aguda o a una recaída en la malaria que Alejandro contrajo en 336 a.C.

Según la hipótesis de la enfermedad natural, todo apunta a la pancreatitis aguda. una enfermedad que puede ser desencadenada por el consumo excesivo de alcohol. Asimismo, se ha planteado la hipótesis de que Alejandro sufrió una recaída de la malaria, una enfermedad que había contraído previamente en el año 336 a.C. Ambas teorías ofrecen explicaciones plausibles basadas en los registros históricos y el conocimiento médico actual.

Malaria, pancreatitis y otras hipótesis médicas

Además de la malaria y la pancreatitis, se han propuesto otras causas médicas para explicar la muerte de Alejandro Magno. Algunos investigadores han sugerido que pudo haber padecido fiebre tifoidea, una enfermedad bacteriana que era común en la antigüedad y que podría explicar los síntomas de fiebre alta y dolor abdominal que experimentó. Otra posibilidad es una infección bacteriana severa, que habría debilitado su sistema inmunológico y llevado a un desenlace fatal.

La variedad de teorías médicas refleja la dificultad de diagnosticar una enfermedad a partir de descripciones históricas, que a menudo son fragmentarias y poco precisas. Sin embargo, el interés por determinar las causas exactas de su muerte continúa siendo un tema de investigación activa, tanto por la fascinación que despierta la figura de Alejandro Magno como por el impacto histórico de su desaparición.

Alejandro Magno en su lecho de muerte - Christoffer Wilhelm Eckersberg / Wikimedia

La teoría del síndrome de Guillain-Barré

En tiempos más recientes, se ha propuesto una teoría innovadora que sugiere que Alejandro Magno pudo haber muerto a causa del síndrome de Guillain-Barré, una rara enfermedad autoinmune que afecta al sistema nervioso. Esta hipótesis fue planteada por la médica Katherine Hall, quien argumenta que los síntomas descritos en los relatos históricos, como la parálisis progresiva, son consistentes con esta condición.

El síndrome de Guillain-Barré es una enfermedad que puede ser desencadenada por infecciones virales o bacterianas, y se caracteriza por una debilidad muscular que puede llevar a la parálisis. Según Hall, la lentitud del proceso de muerte de Alejandro y la falta de descomposición de su cuerpo durante varios días podrían explicarse por esta teoría, sugiriendo que el rey macedonio pudo haber estado en un estado de "falsa muerte" debido a la parálisis.

Las últimas palabras de Alejandro Magno

Según el consenso de los historiadores, las últimas palabras de Alejandro Magno en su lecho de muerte podrían alimentar algunas de las hipótesis sobre su fallecimiento.

¿Al más fuerte o a Crátero?

Estando Alejandro en su lecho de muerte, sus generales le preguntaron a quién quería legar su Imperio. Se debate mucho lo que respondió: Krat'eroi ("Al más fuerte") o Krater'oi ("A Crátero"). La mayoría de historiadores cree que, de elegir a uno de sus generales como sucesor, obviamente habría sido a Crátero, comandante de la parte más grande del ejército, la infantería, excelente estratega y macedonio ejemplar. Pero Crátero no estaba presente y los otros candidatos decidieron que había dicho "Al más fuerte".

El misterio de su testamento no escrito

Otra incógnita en torno a la muerte de Alejandro Magno es la existencia de un posible testamento. Según Diodoro, un historiador griego, Alejandro habría dictado un detallado testamento a Crátero poco antes de morir. Sin embargo, no se ha encontrado ningún documento que confirme esta afirmación, lo que ha llevado a muchos a considerar que el testamento es una invención posterior.

La ausencia de un testamento claro y la falta de un heredero legítimo complicaron aún más la situación tras la muerte de Alejandro. Su hijo con Roxana, Alejandro IV, nació después de su muerte, y su otro hijo, Heracles, era hijo de una concubina, lo que dejó el camino abierto para las luchas de poder entre sus generales. La incertidumbre sobre sus últimas voluntades contribuyó a la fragmentación del imperio.

Catafalco de Alejandro, según la descripción de Diodoro - Wikimedia

Testamento y disputas sucesorias

El imperio y los territorios conquistados que dejó Alejandro magno tras su muerte se convirtieron en todo un botín al que sus posibles sucesores no estaban dispuestos a rechazar.

La fragmentación del imperio

La muerte de Alejandro Magno desencadenó una serie de disputas sucesorias que llevaron a la fragmentación de su vasto imperio. Sin un heredero claro y con sus generales compitiendo por el poder, el imperio se dividió en varios reinos, conocidos como los Estados Helenísticos. Esta división marcó el fin de la unidad política que Alejandro había logrado y dio lugar a un periodo de conflictos y guerras entre sus sucesores.

Los diádocos, como se conocía a los generales de Alejandro, se enfrentaron en una serie de guerras por el control del imperio. Pérdicas, uno de los generales más cercanos a Alejandro, fue nombrado regente, pero su liderazgo fue rápidamente cuestionado, y fue asesinado por sus propios hombres. Este evento fue solo el comienzo de una serie de intrigas y traiciones que caracterizaron el periodo posterior a la muerte de Alejandro.

El fin de la dinastía argéada

La falta de un heredero legítimo (Alejandro, el hijo que esperaba de Roxana, nacería tras su muerte, y su otro hijo, Heracles, era de una concubina) desató una guerra sucesoria entre los generales que acabó partiendo el Imperio en varios reinos. Además, los sucesivos asesinatos de sus dos hijos, de su madre, Olimpia, su viuda, Roxana, y su medio hermano, Filipo Arrideo, extinguieron la dinastía argéada. Y eso que, según Diodoro, Alejandro habría dictado un detallado testamento a Crátero poco antes de morir: otra incógnita sin resolver, pues de dicho documento no ha quedado ningún rastro.

La desaparición de la dinastía argéada significó el fin de una era en la historia de Macedonia y del mundo helenístico. Alejandro había sido el último gran rey de esta dinastía, y su muerte dejó un vacío que sus sucesores no pudieron llenar. La fragmentación del imperio y el surgimiento de nuevas dinastías marcaron el comienzo de un nuevo capítulo en la historia del mundo antiguo.

Mapa que muestra las divisiones del Imperio de Alejandro Magno tras su muerte - Luigi Chiesa / Wikimedia

Misterio sobre la tumba de Alejandro Magno

Otra de las incógnitas que dejó la muerte de Alejandro Magno fue la ubicación de sus restos mortales. A día de hoy, las hipótesis son muy difíciles de comprobar y se da por seguro que la mayoría de sus restos han desaparecido.

¿Dónde reposan sus restos?

Tal vez el mayor misterio sea el del emplazamiento actual de los restos mortales del macedonio. Según las fuentes antiguas, el cuerpo se conservó en un recipiente de arcilla lleno de miel, que a su vez se introdujo en un ataúd de oro. Ptolomeo I lo llevó a Alejandría (Egipto), donde la tumba fue visitada –y a veces saqueada– hasta el siglo III por fascinados personajes de Roma como Julio César, Octavio Augusto, Calígula o Caracalla. Y después desapareció. Algunas de las teorías que se barajan son que está en el santuario de Siwa (Egipto), todavía en Alejandría o en Macedonia.

El saqueo de su sepulcro

El sepulcro de Alejandro Magno fue objeto de saqueos y profanaciones a lo largo de los siglos. Personajes históricos como Julio César, Octavio Augusto, Calígula y Caracalla visitaron la tumba en Alejandría, y algunos de ellos se llevaron objetos de valor como recuerdos. Estos saqueos contribuyeron a la desaparición de la tumba y al misterio que la rodea.

La pérdida de la tumba de Alejandro ha dado lugar a numerosas teorías y especulaciones sobre su paradero. Algunos investigadores creen que podría haber sido destruida durante los disturbios que afectaron a Alejandría en la antigüedad tardía, mientras que otros sugieren que podría haber sido trasladada a un lugar más seguro. La búsqueda de la tumba sigue siendo un desafío para los arqueólogos modernos.

Impacto histórico de la muerte de Alejandro Magno

Con el fin de Alejandro Magno, llegó el fin de uno de los imperios jamás conocidos hasta entonces. Las sucesivas divisiones de los territorios que llegó a haber bajo su dominio conformaron los sucesivos órdenes territoriales de Grecia y Oriente Próximo.

La creación de los Estados Helenísticos

La muerte de Alejandro Magno tuvo un profundo impacto en la historia del mundo antiguo. La fragmentación de su imperio llevó a la creación de los Estados Helenísticos, reinos independientes que surgieron de las cenizas del imperio de Alejandro. Estos estados, como el Imperio Seléucida, el Reino Ptolemaico y el Reino de Macedonia, fueron gobernados por los diádocos y sus descendientes.

Los Estados Helenísticos jugaron un papel crucial en la difusión de la cultura griega en todo el mundo antiguo. Bajo su gobierno, se produjeron importantes avances en la ciencia, la filosofía, el arte y la arquitectura. La influencia de la cultura helenística se extendió a través de Asia y el Mediterráneo, dejando un legado duradero que perduró mucho después de la caída de estos reinos.

Alejandro como Zeus-Amón. Foto: World History Encyclopedia.

Su legado en las civilizaciones antiguas

El legado de Alejandro Magno en las civilizaciones antiguas es innegable. Su visión de un mundo unificado bajo la cultura griega transformó las sociedades que conquistó y dejó una huella indeleble en la historia. Alejandro fundó numerosas ciudades, como Alejandría en Egipto, que se convirtieron en importantes centros culturales y comerciales.

Además, la figura de Alejandro Magno inspiró a generaciones de líderes y conquistadores, desde los emperadores romanos hasta Napoleón Bonaparte. Su vida y sus hazañas han sido objeto de leyendas y mitos, y su influencia se ha sentido en la literatura, el arte y la política de las civilizaciones posteriores. La muerte de Alejandro marcó el fin de una era, pero su legado perdura hasta nuestros días.

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