En Madrid está la cúpula más grande de España y cuarta del mundo (después del Vaticano, el Panteón y Santa María del Fiore)

San Francisco el Grande es una basílica casi olvidada y, sin embargo, está a la altura artística de algunos de los templos más importantes del mundo.
El impresionante legado arquitectónico de Madrid: descubre la cuarta cúpula más grande del mundo

En la capital de España se construyó en estilo neoclásico una basílica monumental con una riqueza artística sublime que, a pesar de no ser tan conocida, la coloca al mismo nivel que algunos de los templos más importantes del mundo. La Real Basílica de San Francisco el Grande, además de atesorar lienzos de Goya o Zurbarán en su interior, está coronada por la cúpula más grande de España, la tercera de la Cristiandad en cuanto a planta circular se refiere, bajaría un puesto en la lista sin incluimos la cúpula de Santa María del Fiore, en Florencia, de planta octogonal. Una exuberancia artística que adquiere aún más valor por los vaivenes históricos del edificio, cuyos orígenes se remontan al siglo XIII y ha pasado por usos como caballerizas, cuartel de infantería, hospital, Panteón Nacional y refugio de obras de arte durante la Guerra Civil.

Interior de la cúpula más grande de España. José Luis Filpo Cabana / Wikimedia

Una joya olvidada

San Francisco el Grande es uno de los monumentos más icónicos de la capital de España y, sin embargo, no es tan famoso entre el gran público ni encabeza las listas dedicadas al turismo sobre qué ver en Madrid. En este artículo queremos repasar algunas curiosidades sobre su historia y poner en valor su arte, sobre todo en el apartado arquitectónico con su destacada cúpula.

El origen de esta basílica se sitúa en el año 1217 cuando, según una leyenda, San Francisco de Asís fundó una ermita en el lugar que hoy ocupa la basílica. Pero no sería hasta el siglo XVIII, concretamente en 1761, cuando se construyó un nuevo templo que constituiría la base actual sobre el que se han realizado varias remodelaciones y restauraciones. Francisco Cabezas y José de Hermosilla fueron los encargados de levantar el edificio, estructurado con una planta circular como eje desde el que ordenar distintas capillas. Sin embargo, la cúpula que se necesitaba para cerrar la amplia rotonda produjo unas complicaciones técnicas que no fueron superadas hasta 1770, cuando el arquitecto Antonio Plo concluyó el cierre del edificio y en 1776 Francisco Sabatini, mismo autor de la Puerta de Alcalá, diseñó la fachada principal y las torres que la flanquean. La construcción de la basílica que conocemos hoy quedó finalizada en 1784.

Fachada de San Francisco el Grande. Sanva1959 / Wikimedia

La cúpula más grande es España

El amplio espacio circular que supone la planta del edificio aparece cubierto por una cúpula de 33 metros de diámetro y 58 metros de altura (72 metros si medimos desde el suelo). Se trata de la cúpula más grande de España y la tercera de Europa si atendemos solo a las cúpulas de planta circular. Por delante de San Francisco el Grande tenemos dos obras ubicadas en Roma: la majestuosa cúpula de San Pedro del Vaticano, con 42,5 metros de diámetro, y la del Panteón, con 43,4 metros, un edificio que sirvió de clara inspiración para San Francisco el Grande y otras tantas basílicas cristianas de planta circular.

Si tenemos en cuenta todas las cúpulas, aunque no mantengan una planta circular, Santa María del Fiore, en Florencia, supera también en tamaño a la basílica española, con una cúpula de 42 metros de diámetro. De esta manera, San Francisco el Grande tiene una impresionante cubierta que supera en tamaño a cúpulas tan célebres como la de Santa Sofía (31,8 m), la catedral de San Pablo de Londres (30,8 m) o los Inválidos en París (24 m).

Si excepcional es su arquitectura no lo es menos la decoración interior, con pinturas de Alonso Cano y Zurbarán, situadas en la sacristía, así como el cuadro “San Bernardino de Siena predicando ante Alfonso V de Aragón”, obra de Goya.

La obra de Francisco de Goya que puede verse en una de las capillas de San Francisco el Grande. Wikimedia

Más que una iglesia

Entre las curiosidades más destacadas de la basílica cabe mencionar que su nombre oficial es Santa María de los Ángeles, pero es conocida por los madrileños como San Francisco el Grande debido a la existencia previa en el lugar del convento San Francisco de Paula. Y, sin duda, resulta curioso recorrer los distintos usos que ha tenido el edificio, tanto llevados a la práctica como proyectos fracasados.

Bajo el dominio de José I, hermano mayor de Napoleón Bonaparte, se intentó que el templo funcionara como Salón de Cortes. Sin embargo, no llegó a convertirse en tal y un Decreto de 3 de marzo de 1812 hizo del edificio un hospital. Con la desamortización de Mendizábal, la basílica pasó a manos del Estado y en 1836 se planteó que fuera utilizada como Panteón Nacional de Hombres Ilustres. Tampoco llegó a buen puerto el proyecto y en 1838 se utilizó como cuartel de infantería. Treinta años después retomaron la idea del Panteón Nacional y llegó albergar los restos de personajes ilustres de la historia de España como Calderón de la Barca, Garcilaso de la Vega, Francisco de Quevedo o Gonzalo Fernández de Córdoba, conocido como el Gran Capitán. Pero el proyecto volvió a fracasar y, unos años después, los restos fueron llevados a otros lugares.

Alfonso XIII devolvió el templo a los franciscanos en 1926 y todavía tendría un uso importante antes de mantenerse únicamente como basílica, declarada así por el papa Juan XXIII. Durante la Guerra Civil se utilizó San Francisco el Grande como refugio de obras de arte. El edificio contaba con una protección pactada por la que no podía ser bombardeado, así que en su rotonda central se agruparon carrozas y mobiliario del Palacio Real y más de 50 000 objetos entre enseres valiosos y obras de arte.

Por último, no podemos dejar de recomendar su visita, pues, a pesar de que fue declarado Monumento Nacional en 1980, San Francisco el Grande ha estado cerrado al público durante 27 años. Fue necesario un bosque de andamios para las obras de restauración y en noviembre de 2001, por fin, volvió a abrirse al público. Su suntuosa armonía se puede disfrutar libre de todo andamiaje desde 2006, una visita obligada a una de las joyas del siglo XVIII español.

Referencias:

  • Real Basílica de San Francisco el Grande. Página oficial de Turismo de la ciudad de Madrid.
  • Vallecilo Martín, M. 2016. San Francisco el Grande de Madrid en su historia reciente (1835-2015). Archivo Iberoamericano 76, nº 283, 429-537. ISSN: 0004-0452.

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