Somos una casualidad ínfima en la historia de la vida. Más del 95% de las especies que han existido alguna vez en la Tierra se han extinguido. La mayoría sucumbieron en alguna de las cinco extinciones masivas que han tenido lugar en nuestro planeta en los últimos 500 millones de años. La última de ellas sucedió hace 66 millones de años, cuando el impacto de un asteroide generó una serie de eventos y causas que acabaron con la era de los dinosaurios. ¿Qué ocurrió para que se extinguieran los dinosaurios y cómo se recuperó la vida tras la catástrofe?

La extinción de los dinosaurios
Al final de la era de los dinosaurios, el supercontinente Pangea hacía mucho que se había separado y los continentes empezaban a tomar una ubicación que nos resulta más familiar en la actualidad. El nivel del mar era más alto y las temperaturas medias más cálidas. La vegetación tenía a las plantas con flores expandiendo sus olores y atrayendo a polinizadores que propiciaban su reproducción y tanto en el mar como en la tierra y el cielo, dominaban los grandes reptiles. Escondidos en madrigueras, árboles y cuevas, pequeños mamíferos aprovechaban la oscuridad de la noche para salir en busca de alimento con la precaución necesaria para intentar no acabar en la boca de algún dinosaurio. Un cataclismo acabó con este orden y reconfiguró la vida en el planeta Tierra.
La causa que acabó con los dinosaurios sigue siendo un tema debatido por los científicos. De manera que sería más correcto hablar de causas, ya que contamos con diversas teorías que, además, no tienen por qué ser incompatibles entre sí. La hipótesis más extendida para explicar la extinción del Cretácico-Paleógeno habla de las consecuencias catastróficas que generó el impacto de un asteroide o meteorito contra el planeta Tierra. Sin embargo, otros científicos explican que esta crisis biológica se produjo por una gran actividad volcánica, erupciones masivas que cambiaron todos los ecosistemas que existían en el momento.
En ambos escenarios se sucedieron desastres similares con un mismo resultado: la extinción del 75% de las especies que vivían por entonces. No sobrevivió ningún animal que superara los 25 kilos. Bien por el humo y restos expulsados por los volcanes o, como se tiende a creer más, por las rocas y el polvo esparcidos por el impacto del meteorito, el planeta Tierra quedó con los cielos cubiertos al punto de que la luz y energía del sol no llegaban a la superficie. Las plantas fueron las primeras en caer, incapaces de realizar la fotosíntesis y, lógicamente, toda la cadena alimenticia se fue al traste con la paulatina desaparición de los herbívoros y los carnívoros. La escasez de rayos de sol incidiendo en la superficie terrestre hizo que la temperatura descendiera y, una vez el polvo se asentó en el suelo de nuevo y los cielos se despejaron, los gases emanados crearon un efecto invernadero que disparó la temperatura en un nuevo cambio climático drástico, lo cual terminó por extinguir a las especies que incluso se habían adaptado y lograron sobrevivir en la oscuridad de aquellos años.
Teoría alternativa
Con todo, y a pesar de las evidencias que parecen desprenderse del hallazgo del lugar donde impactó el asteroide, hay científicos que opinan que los dinosaurios ya estaban en declive antes de la llegada de la enorme roca extraterrestre, que solo aceleró la extinción. Fabien L. Condamine encabezó un equipo de investigación que se encargó de explicar esta teoría:
“La cuestión de por qué los dinosaurios no aviares se extinguieron hace 66 millones de años sigue sin resolverse debido a la tosquedad del registro fósil. Una extinción repentina provocada por un asteroide es la hipótesis más aceptada, pero se debate si los dinosaurios estaban en declive o no antes del impacto”.

El resurgir de la vida
La Tierra necesitó millones de años para recuperar los niveles de diversidad previos a la extinción masiva. El escenario geológico cambió por completo y las opciones para sobrevivir y dominar los nichos ecológicos ofrecieron nuevas oportunidades que reconfiguraron la vida en nuestro planeta. En un mundo apocalíptico, los pequeños mamíferos que vivían huyendo de los grandes reptiles, tuvieron características que les permitieron prosperar entre incendios, oscuridad, cambios de temperatura y escasez de recursos. Sin depredadores a los que temer, los mamíferos iniciaron un proceso de diversificación y expansión hasta convertirse en los dominadores del mundo. Se trata de nuestros más lejanos antepasados, de cuya evolución surgirán los primates y, finalmente, el ser humano.
Los animales gigantes desaparecieron y la vida empezó a tomar la forma en la que la conocemos hoy día. Los reptiles supervivientes fueron de tamaños más moderados e incluso los mares se fueron llenando de mamíferos capaces de prosperar y los únicos en ganar tamaños considerables como las ballenas. Los únicos dinosaurios que lograron sobrevivir y adaptarse fueron las aves, cuya diversidad y expansión hicieron de ellas una de las familias de especies más exitosas de la nueva era biológica que llega hasta nuestros días.
El apocalipsis que vivió el planeta Tierra hace 66 millones de años transformó el paisaje, sus condiciones y la estructura biológica después de que tres cuartas partes de las especies se extinguieran de manera abrupta en la escala de tiempo geológico. Sin embargo, la vida siempre logra abrirse camino y resurge para poblar de nuevo un mundo lleno de casualidades ínfimas pero únicas (hasta donde sabemos) en el Universo.
Referencias:
- Alessandro Chiarenza, A. et al. 2020. Asteroid impact, not volcanism, caused the end-Cretaceous dinosaur extinction. PNAS 117 (29), 17084-17093. DOI: 10.1073/pnas.2006087117.
- Brusatte, S. 2023. Auge y caída de los dinosaurios: la nueva historia de un mundo perdido. Debate.
- Condamine, F. 2021. Dinosaur biodiversity declined well before the asteroid impact, influenced by ecological and environmental pressures. Nat Commun 12, 3833. DOI: 10.1038/s41467-021-23754-0.