¿Quién fue la primera mujer en reinar en el antiguo Egipto?

Siglos antes que Hatshepsut, Nefertiti o Cleopatra, Neferusobek se convirtió en la primera faraona de la historia de Egipto.
Reina de Egipto

Egipto fue la única cultura de la Antigüedad que tuvo a mujeres en la cúspide del poder. ¿A qué se debe esta anomalía? ¿Cómo lograron convertirse en reinas-faraonas algunas mujeres en un contexto tan reservado a los hombres? ¿Quién fue la primera? ¿Qué lecciones y motivaciones podemos aprender hoy día de estos ejemplos del pasado? Preguntas complejas para las que encontramos respuestas certeras de la mano de Kara Cooney, egiptóloga de la Universidad de California, autora de Mujeres que gobernaron el mundo, editado por Pinolia:

“Para entender esta extraña y contradictoria historia de poder femenino sin adulterar, ejercido por mujeres mal recordadas a lo largo de una extraordinaria racha de altibajos de 3000 años, recurramos a ellas mismas. Si seguimos sus historias, sus decisiones, sus circunstancias... Si intentamos adentrarnos en sus vidas privadas y públicas, tal vez podamos comprender cómo ascendieron a las más altas esferas del poder político en la tierra más rica y próspera del antiguo mundo mediterráneo y norafricano, solo para ser duramente juzgadas por tomar el poder que se les había otorgado libremente”.

Es así como Kara Cooney repasa “la fascinante historia de las seis reinas más poderosas del antiguo Egipto”, analizando sus ascensos, gobiernos, caídas y tratamiento por las fuentes históricas e incluso sus propios contemporáneos egipcios. Aunque son muy famosas las reinas Hatshepsut, Nefertiti y Cleopatra, hubo una pionera en el trono de Egipto que, a pesar de su hito histórico, ha pasado más desapercibida.

Fragmento dañado de una estatua de la reina Neferusobek. Hedwig Fechheimer/ Wikimedia

Neferusobek, la primera reina de Egipto

Nuestra protagonista entró en la escena egipcia en un momento de crisis. La dinastía XII, que había tenido faraones bien asentados en el poder, considerada por muchos como el momento de mayor esplendor del Imperio Medio de Egipto (c. 2050-1750 a. C.), tuvo un severo revés por problemas con la sucesión de la realeza.

El padre de Neferusobek, Amenemhat III, subió al trono de un país consolidado y rico gracias a la producción de cereales y la extracción de oro y piedras preciosas. Heredó el país su hijo, Amenemhat IV, que se casó con su hermanastra, Neferusobek. Todo se derrumbó por la falta de un varón heredero capaz de gobernar, posiblemente por la endogamia que lastró la procreación de la dinastía.

La crisis de sucesión fue solventada por Neferusobek, “que se presentó nada menos que como rey, esgrimiendo su ascendencia del gran rey Amenemhat III para justificar su reinado. Por primera vez en la historia de la humanidad, vemos a una mujer de la realeza reclamar el cargo más alto de la Tierra por la sencilla razón de que no había ningún hombre de la realeza para ocuparlo”.

El primer faraón femenino del que tengamos constancia fue una mujer que accedió al trono cuando rondaba los treinta años, educada y con conocimientos adquiridos con toda su experiencia en la corte. Sin embargo, su llegada al trono solo se entiende como un parche que intentaba tapar un agujero demasiado grande. No tenía descendencia a la que transmitir su poder, solo fue una solución temporal para mantener a Egipto bajo control mientras se pensaba en el siguiente movimiento. Con todo, cualquiera que fueran las perspectivas de Egipto, se vieron interrumpidas por un período de incertidumbre. Neferusobek fue la última gobernante de su dinastía y la del período conocido como Imperio Medio de Egipto. La invasión de los hicsos dividió al país con dinastías simultáneas en lo que se conoce como el Segundo Período Intermedio.

“Mujeres que gobernaron el mundo”, por Kara Cooney

Neferusobek tuvo predecesoras que no llegaron a coronarse de manera individual. Las fuentes hablan de Nitocris, posiblemente una mujer legendaria, a la que sigue en esta lista femenina la histórica Merneit, que únicamente reinó en condición de regente. Tras ella, Neferusobek se convirtió en la mujer más poderosa del mundo durante un reinado de cuatro años que se extendió entre 1790 y 1786 a. C. Hatshepsut creó el reinado femenino más poderoso que Egipto haya visto jamás. Nefertiti es recordada como una gran belleza, un rostro cincelado de hermosura y deseo sensual, pero fue mucho más que una cara bonita. Tausert ascendió al trono sin la protección de su padre, marido o hijo. Y el ascenso de Cleopatra al liderazgo aclara la inclinación egipcia por el gobierno femenino como solución para mantener en pie a un régimen debilitado.

La historia de estas reinas de Egipto encuentra un profundo análisis que une el antiguo Egipto con el presente en el libro de Kara Cooney publicado por Pinolia. Entre sus páginas encontramos los patrones típicos de mujeres que gobernaron Egipto y las diferencias que hubo entre los faraones y las faraonas, pues ellas tendieron a actuar “frenando la competencia y virando hacia decisiones proteccionistas, evitando políticas de tierra quemada y creando consenso”.

“Era un medio más de consolidación protectora para una sociedad que prefería sufrir a una mujer gobernante antes que permitir que un caudillo sin parentesco llegara al poder, desencadenado potencialmente generaciones de brutales conflictos posteriores”.

Mujeres que gobernaron el mundo

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Sobre Kara Cooney

Profesora de Egiptología en la Universidad de California. Especializada en producción artesanal, estudios sobre ataúdes y economía en el mundo antiguo, Cooney se doctoró en Egiptología por la Universidad Johns Hopkins. En 2005, fue comisaria de la exposición “Tutankamón y la Edad de Oro de los Faraones” en el Museo de Arte del Condado de Los Ángeles. Cooney ha producido, además, una serie de televisión de arqueología comparativa, titulada “Out of Egupt”, que se emitió en 2009 en Discovery Channel.

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