Utopía y distopía: ¿Cómo será el futuro de la humanidad?

La humanidad siempre ha soñado con la utopía o la sociedad ideal , pero, ¿realmente puede existir? ¿Están estos ideales destinados a la distopía o al fracaso?
Distopía

¿Puede existir un mundo ideal? Si tuviéramos que imaginarnos un mundo perfecto, es muy probable que todos estuviéramos de acuerdo en que este sería uno en el que la paz y la armonía gobernaran en la vida de todos sus habitantes. Un lugar donde ni la pobreza ni el hambre estuvieran presentes y sobre todo, donde cada persona tuviera la oportunidad de alcanzar su máximo potencial. En estos casos podríamos hablar de una utopía.

La vista de los rascacielos de una gran ciudad. Pexels/Aleksandar Pasaric.

Utopía: ¿existe un mundo ideal?

La utopía se trata de un concepto ampliamente discutido dentro de la filosofía, y hace referencia a una sociedad o a un mundo ideal y perfecto. Este término fue planteado por el filósofo inglés Thomas More en su obra Utopía, publicada en 1516.

La palabra ‘utopía’ proviene del griego ‘ou-topos’ que significa ‘lugar que no existe’. Por otro lado, el prefijo ‘u’ indica negación, mientras que ‘topos’ significa lugar. Por lo que, traduciendo esto, la utopía implica un lugar que no existe, es decir, un ideal inalcanzable.

En el libro Utopía de Thomas More se explica la idea de una sociedad ficticia llamada Utopía donde no existe la propiedad privada y donde todos los bienes se comparten, por lo que la igualdad social es toda una realidad. Esta obra fue una crítica de More a la sociedad inglesa de su época, ya que estaba muy marcada por desigualdades e injusticias sociales.

Pero este no fue el único autor que habló y teorizó sobre el concepto de la utopía. De hecho, existen diferentes formas de imaginar una sociedad utópica. Por un lado, algunos autores tienen la creencia de que un estado ideal es aquel en el que todos están felices y contentos en sus vidas. En cambio, existen pensadores que creen que el estado ideal es aquél en el que existe una armonía y un equilibrio perfecto entre todos los individuos y grupos.

¿Cómo alcanzar la utopía?

La idea sobre una sociedad utópica, es decir, de un mundo ideal, dependerá sobre todo de aquellos valores y creencias que prioricemos. Algunas de las visiones de los pensadores que más reflexionaron sobre este tema son las siguientes.

El mundo ideal de Platón. Este filósofo griego imaginaba la utopía como un estado completamente equilibrado. De hecho, la teoría sobre el estado ideal está reflejada en La República, donde apunta a que la sociedad perfecta es aquella que se centra en educar el alma de sus ciudadanos. Según su punto de vista, solo si un político se convierte en filósofo se puede llegar a construir un verdadero estado basado en los valores más elevados de la Verdad y el Bien.

Según Platón, el estado ideal o utópico, tiene la misma estructura que nuestra alma, es decir, tripartita. Teniendo en cuenta esto, la población se divide en tres clases diferentes: los productores, los guardianes o guerreros y los gobernantes-filósofos. En cada una de estas tres clases, destaca una virtud diferente, por lo que cada persona está en el lugar adecuado en función de ello. Teniendo en cuenta esto, el estado perfecto según Platón es aquel en el que los trabajadores son guiados por la moderación, los militares por el coraje y la fuerza y los gobernantes por la sabiduría.

Una mujer espera que llegue el tren. Pexels/Jeffrey Czum.

La utopía de Thomas More. En la sociedad utópica que ilustró More, aunque existe un gobernante que es el rey, los puestos administrativos más altos de este estado son elegidos. Según su visión, los gobernantes y administradores deben estar muy distanciados de las personas, por lo que no hay una ideología o religión que sea la principal en esta sociedad.

Por el contrario, aunque se cree en una sola deidad, todo el mundo es libre de pensar en los ‘detalles’ de esta religión o ideología. Aún así, en esta sociedad utópica, no existe la propiedad privada, y solo trabajan duro las personas esclavizadas, que han sido ciudadanos castigados debido a sus malos actos.

La Ciudad del Sol de Tommaso Campanella. Esta es una de las sociedades utópicas más totalitarias. Según Campanella todos los problemas de una sociedad provenían de dos cosas: la propiedad privada y la familia. Por lo que, en la utopía reflejada en La Ciudad del Sol, todo era común, lo que hacía que sus ciudadanos siempre trabajaran, comieran y durmieran conjuntamente.

Los gobernantes de esta ciudad eran sacerdotes-científicos que eran elegidos por ellos mismos. Además, la ciencia era la religión de los habitantes de esta utopía, denominados solariums, lo que hacía que el objetivo de sus vidas era intentar conocer el mundo a través de la racionalidad. Todos los científicos, a su vez, eran gobernados por sacerdotes que aplicaban sus conocimientos en la sociedad.

La calle de una ciudad concurrida. Pexels/Nout Gons.

La utopía conservadora de Burke. Burke apuntó a que todas las formas de gobierno conocidas por la humanidad llevan a las personas a la esclavitud, ya sea física o mental. Por lo que sugiere que la mejor forma de conseguir una sociedad utópica es volver a un estado de naturaleza absoluta. En estos casos, nuestra vida se vuelve simple y por lo tanto, somos más felices.

La utopía anarquista de Godwin. Este autor fue el primero en imaginar una utopía anarquista real. En el centro de la visión de un mundo ideal de Godwin están los individuos, cuyo comportamiento debe estar dominado por la razón. Es decir, según este pensador, una sociedad sólo es saludable si se construye sobre los principios de la razón. Además, Godwin creía que la persona ideal era aquella que era una enemiga del estado, ya que la sociedad utópica sólo era posible si se establecen comunidades pequeñas y autosuficientes.

Utopía y distopía: ¿Es imposible llegar a una sociedad ideal?

A diferencia de la utopía, la distopía significa una sociedad sumergida en el caos y en la negatividad. De hecho, este concepto se usa para demostrar que la utopía llevada a una sociedad real siempre acaba comportando fallos en el funcionamiento que comportan una sociedad completamente distópica. Algunas de las obras más conocidas que reflejan este hecho son Un mundo feliz de Aldous Huxley y 1984 de George Orwell.

Un pueblo rodeado de lagos y montañas. Pexels/Daniel Frank.

Estas dos obras reflejan que por mucho que busquemos la utopía ésta siempre acabará convirtiéndose en una distopía, ya que, para lograr la perfección siempre hace falta perder la libertad individual y la autenticidad de los individuos. Es decir, en las utopías las personas se vuelven esclavas del sistema y por lo tanto, no logran ser felices.

Aunque el conseguir una sociedad utópica parece en muchos casos un imposible, son muchos los autores que creen que la clave para vivir una vida mejor es precisamente luchar para mejorar el mundo que nos rodea, ya sea de manera comunitaria o realizando cambios en nosotros mismos.

Referencias:

  • Herrera, R (2013). Breve historia de la utopía. Madrid. Ediciones Nowtilus.
  • Shklar, J (2021). Sobre la utopía. Barcelona. Página indómita.
  • Warner, A (2020). Utopías: una historia gráfica de grandes sueños, micronaciones y otros lugares creados de la nada. Barcelona. GeoPlaneta.

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