Andorra, Gibraltar, España y Portugal. La península ibérica, situada entre el océano Atlántico y el mar Mediterráneo acoge estos cuatro territorios; el panorama geopolítico tiene muchos matices, y entre los grandes estados de España y Portugal también hay que contar con un pequeño principado y un territorio británico de ultramar. Sin embargo, hubo una época de la historia en la que esta zona de Europa contaba con cinco naciones. ¿Cuál es la quinta?
Couto Mixto: Una Micronación Histórica
El origen de la quinta nación
El Couto Mixto surgió en el siglo XII, no como resultado de una conquista militar, sino debido a una anomalía jurídica que le otorgó un estatus especial. Este territorio de menos de 30 kilómetros cuadrados se situaba estratégicamente entre España y Portugal, lo que le permitió mantener una autonomía inusual en la Europa medieval. La creación de Couto Mixto está vinculada al Tratado de Zamora, firmado en 1143, que estableció la frontera entre el recién nacido reino de Portugal y el reino de León. En este contexto, Couto Mixto se formó como una entidad independiente, compuesta por las villas de Rubias dos Mixtos, Meaus y Santiago de Rubiás, siendo esta última considerada su capital.
Durante siglos, Couto Mixto disfrutó de una independencia que le permitió desarrollar un sistema de gobierno propio, basado en la elección democrática de sus líderes. Esta independencia no solo se debió a su ubicación, sino también a la falta de interés de las potencias vecinas, que veían en este pequeño territorio un lugar intrascendente. Sin embargo, para sus habitantes, Couto Mixto era un refugio de libertad en una Europa marcada por continuas luchas de poder y cambios territoriales.
La historia de Couto Mixto es un ejemplo fascinante de cómo las fronteras y las identidades nacionales pueden ser fluidas y complejas. A lo largo de los siglos, este microestado mantuvo su independencia, a pesar de su pequeño tamaño y de estar rodeado por dos de las naciones más poderosas de la península ibérica. La existencia de Couto Mixto nos recuerda que la historia está llena de ejemplos de territorios que, aunque pequeños, han dejado una huella significativa en el tejido geopolítico de su tiempo.

Gobierno y Organización
El sistema de gobierno de Couto Mixto era una república federal, una rareza en la Europa medieval. Este sistema se basaba en la elección de tres jueces, conocidos como 'home de acordo', uno por cada villa, y un 'xuiz' o juez que actuaba como presidente del gobierno. Estas figuras eran elegidas democráticamente por los habitantes del Couto Mixto cada tres años, lo que les otorgaba un grado de autogobierno inusual para la época. La iglesia de Santiago de Rubiás servía como parlamento y lugar de custodia del tesoro del Couto Mixto, que consistía en un cofre con documentos oficiales, protegido por tres cerraduras, cada una custodiada por un juez.
El gobierno de Couto Mixto gestionaba los asuntos locales sin interferencia externa, lo que permitía a sus habitantes disfrutar de derechos y libertades que eran raros en el contexto feudal de la época. La estructura social de Couto Mixto era igualitaria y centrada en la comunidad, promoviendo la asistencia mutua y la cooperación entre sus habitantes. Este sistema de gobierno permitió a Couto Mixto mantener su independencia durante siglos, a pesar de las presiones externas.
El modelo de gobierno de Couto Mixto es un ejemplo de cómo las comunidades pequeñas pueden organizarse de manera efectiva para gestionar sus propios asuntos. A través de un sistema de elecciones democráticas y una estructura de gobierno descentralizada, los habitantes de Couto Mixto pudieron preservar su autonomía y mantener un grado de libertad que era inusual en la Europa medieval. Esta experiencia histórica nos ofrece lecciones valiosas sobre la importancia del autogobierno y la participación comunitaria en la gestión de los asuntos locales.
Derechos y Privilegios de sus Habitantes
Los habitantes de Couto Mixto disfrutaban de una serie de derechos y privilegios que los diferenciaban de los ciudadanos de los reinos vecinos. Uno de los más notables era la capacidad de elegir su nacionalidad, pudiendo optar por ser ciudadanos de España, de Portugal o del propio Couto Mixto. Esta libertad de elección era un reflejo de la autonomía del territorio y permitía a sus habitantes mantener vínculos con ambos países, sin estar sujetos a las obligaciones típicas de los ciudadanos de un estado.
Además, los ciudadanos de Couto Mixto estaban exentos de pagar impuestos y de realizar el servicio militar, lo que les proporcionaba una independencia económica y personal significativa. Esta exención de obligaciones fiscales y militares facilitó el desarrollo de una economía local basada en el comercio y la agricultura, sin las restricciones impuestas por las autoridades externas. La ausencia de control fiscal y aduanero también convirtió a Couto Mixto en un refugio atractivo para aquellos que buscaban escapar de las restricciones de los estados vecinos.
La vida en Couto Mixto estaba marcada por un fuerte sentido de comunidad y tradición. Los habitantes hablaban gallego y celebraban festividades locales que reforzaban su identidad cultural y su conexión con el pasado. Este sentido de identidad compartida era fundamental para la cohesión social del territorio y contribuía a su capacidad para mantener su independencia durante siglos. A través de sus derechos y privilegios, Couto Mixto ofrecía a sus habitantes un grado de libertad y autonomía que era raro en su tiempo, convirtiéndose en un ejemplo único de autogobierno en la Europa medieval.

¿Cuándo dejó de ser un país?
La independencia de Couto Mixto llegó a su fin con el Tratado de Lisboa de 1864, que resolvió las disputas fronterizas entre España y Portugal. Este tratado puso fin a la anomalía histórica del Couto Mixto, dividiendo su territorio entre los dos países vecinos y poniendo fin a su estatus de microestado independiente. A partir de entonces, Couto Mixto dejó de existir como entidad política autónoma y sus tierras se incorporaron oficialmente a España.
El Tratado de Lisboa fue un acuerdo importante que buscaba resolver las tensiones fronterizas entre España y Portugal, y Couto Mixto fue una de las muchas cuestiones abordadas en este proceso. Aunque el territorio había mantenido su independencia durante siglos, su pequeño tamaño y su falta de importancia estratégica hicieron que su incorporación a España pasara relativamente desapercibida. Sin embargo, para los habitantes de Couto Mixto, el tratado marcó el fin de una era de libertad y autogobierno.
A pesar de la desaparición oficial de Couto Mixto, su legado sigue vivo en la memoria de la región. En 2008, se erigió una estatua en honor a Delfín Modesto Brandón, el último juez del Couto Mixto, y se conserva una réplica del cofre con los documentos de la antigua república en la iglesia de Santiago de Rubiás. Estos monumentos sirven como recordatorio de una época en la que Couto Mixto fue un ejemplo de independencia y autogobierno en la península ibérica.

Visita el Couto Mixto Hoy
Aunque Couto Mixto ya no es una nación independiente, la región sigue siendo un destino fascinante para quienes desean explorar su historia única. Las villas de Santiago de Rubiás, Rubias dos Mixtos y Meaus conservan vestigios de su pasado como microestado y ofrecen a los visitantes la oportunidad de sumergirse en una parte poco conocida de la historia europea. La iglesia de Santiago de Rubiás, en particular, es un lugar de interés, ya que fue el centro político y espiritual del Couto Mixto durante siglos.
Hoy en día, la región de Couto Mixto es conocida por sus paisajes pintorescos y su rica herencia cultural. Los visitantes pueden disfrutar de rutas de senderismo que atraviesan las montañas gallegas y ofrecen vistas impresionantes del entorno natural. Además, la arquitectura tradicional de las villas y la atmósfera tranquila de la región proporcionan una experiencia auténtica y enriquecedora para aquellos interesados en la historia y la cultura local.
El acceso a Couto Mixto es sencillo, ya que se encuentra a poco más de una hora en coche desde Ourense, a través de la A-52. Esta proximidad lo convierte en un destino accesible para quienes desean descubrir un capítulo fascinante de la historia ibérica. Al visitar Couto Mixto, los viajeros pueden no solo disfrutar de su belleza natural, sino también reflexionar sobre la importancia de la autonomía y la identidad cultural en la historia europea.

Aún lo puedes visitar
Puedes visitar Couto Mixto, a pesar de que ya no es una nación desde hace casi dos siglos. En la región se pueden encontrar rutas de senderismo y puedes visitar:
- Santiago de Rubiás: Conocida por su iglesia y su entorno rural pintoresco.
- Rubiás de los Mixtos: Un pequeño pueblo con un ambiente tranquilo y vestigios de su historia única.
- Meaus: Otro de los pueblos históricos, con arquitectura tradicional y paisajes naturales.
Toda la zona es de muy fácil acceso: desde Ourense se puede tomar la A-52 (Autovía de las Rías Bajas) en dirección a Verín y se tarda poco más de una hora. La ruta atraviesa zonas montañosas y ofrece vistas pintorescas del paisaje gallego.

Referencias:
- Lee, M. (2008). The Environmental Implications of the Lisbon Treaty. Environmental Law Review, 10, 131 - 138. https://doi.org/10.1350/enlr.2008.10.2.013.
- Horng, D. (2008). The ECB Under the Lisbon Treaty: The Impact on the ECB's Constitutional Status and External Relations. EurAmerica, Vol. 40, No. 4, pp. 887-922.